LEMA DE ESTE BLOG...

LEMA DE ESTA BLOG: ... hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida. (Miguel Hernández)

EN EL ADIOS DE MARÍA JESÚS, REFERENTE DE MUJER LUCHADORA.

 

En primer plano, M.ª Jesús Álvarez. A su lado José Luis Martino, primer secretario general del sindicato ferroviario de CCOO. Fotografía de finales de los años 70.

Acabo de enterarme, me lo acaba de contar su hermana Encarna. Una de las mujeres que más lucharon por la igualdad de genero en el sector ferroviario, ha fallecido. Murió el pasado 8 de marzo, día de la mujer trabajadora, a la edad de 70 años. DEP María Jesús, compañera. Además de amiga, María Jesús Álvarez García, fue siempre un referente del movimiento obrero en el ferrocarril, en las filas de CCOO.

Cuando he hablado o escrito algo, sobre la transición democrática, siempre la he nombrado como un ejemplo de lucha por las mujeres. Es más, cuando voy en el tren y veo a una interventora, una jefa de estación, una maquinista de tren, siempre me viene a la memoria la figura de María Jesús. En mi último libro, El pasado es la linterna del futuro, ocupa un lugar preferente.

Para no repetirme, a continuación, incluyo un artículo de opinión sobre ella y su trabajo sindical en los años 70 del siglo pasado, escrito en mi Blog en 2010, hace ya 15 años.

“María Jesús, una joven luchadora ferroviaria

María Jesús llego despacio, sin hacer ruido, sin molestar, sentándose en las últimas filas. Pelo moreno rizado, gafas redonditas, vestida con el uniforme de informadora de RENFE, camisa amarilla, falda y chaqueta azul, azulón.

Los demás, prácticamente todos hombres, cerca de una treintena, estábamos debatiendo como llevar a la práctica las acciones necesarias en RENFE para conseguir la amnistía de los represaliados por el franquismo, así como montar algo representativo, al margen del sindicalismo vertical, el sindicato del régimen, la teórica representación de los trabajadores, pero sumisos a la empresa.

Las reuniones las celebrábamos en la calle Silva, una calle colateral a Gran Vía, en Madrid, al lado de la plaza de Callao, en un local de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica). Ese día, mejor dicho, esa tarde-noche, la mayoría, por no decir todos, tan enfrascados estábamos en el debate, que no nos habíamos dado cuenta de la presencia de una persona nueva en la reunión.

De pronto sonó una delicada voz de mujer desde las últimas filas, más o menos diciendo, “Que trabajaba cerca de allí y que se había enterado de la existencia de estas reuniones y que quería participar y ayudar en lo que pudiese”. Todos nosotros, primero disimuladamente y después con todo descaro, miramos para ver cómo era esa jovencita. A pesar del tiempo trascurrido, me acuerdo perfectamente: Pelo moreno rizado, gafas redonditas, vestida con el uniforme de informadora de RENFE de aquel tiempo, falda y chaqueta azul y camisa amarilla.

Después de aquel día, vinieron muchos días, incluso años, ya que María Jesús Álvarez García, así se llama aquella joven desconocida, participó activamente en la creación del movimiento obrero en RENFE, aquel Pleno de Representantes Ferroviarios, en la que participaban militantes afiliados a sindicatos de clase -especialmente de CCOO- y otros no afiliados.

Hay que tener en cuenta que estamos hablando de finales de 1975 o primeros días de 1976 y las primeras elecciones sindicales, ya en democracia, se celebraron en abril de 1978.

El Pleno, o la “platajunta”, como se le conocía coloquialmente entre los cerca de 100.000 ferroviarios, de la plantilla que tenía entonces RENFE, negocio el primer convenio colectivo de la compañía ferroviaria en 1976 con una Comisión Negociadora con el 99 % de hombres y cuando en su desarrollo, se hablaba de los derechos de las mujeres y de igualdad de género, pasábamos olímpicamente del tema, menos mal que estaba María Jesús para ponernos las pilas.

Maria Jesús Álvarez, en los años 80 del siglo pasado 

Había otras mujeres en el Pleno, pero reitero, en las negociaciones del desarrollo del primer Convenio Colectivo, ella era sola en la Comisión Negociadora.

De esas negociaciones que comento, salieron la posibilidad de que en el ferrocarril pudiese haber mujeres, a partir de 1979, entre otras categorías, Maquinistas, jefas de Estación, Interventoras, etc. Hasta esas fechas solo podían ser administrativas, limpiadoras, guardabarreras y poco más. Mujeres que tenían que abandonar su trabajo cuando se casaban. Era Ley. Franquista, pero Ley.

Desde hace ya mucho tiempo cuando voy en el tren y una interventora me pide el billete, o en una estación veo a una mujer dándole la salida al tren con su banderín y su gorra roja, no tengo por menos que recordar a María Jesús, aquella compañera, informadora de RENFE, de una oficina de la calle de Alcalá de Madrid, que nos hizo ver a los hombres de la Comisión Negociadora que ellas, las mujeres, tenían tanta o más capacidad para realizar toda clase de funciones, funciones y tareas que el régimen dictatorial franquista, consideraba que  solo eran cosas de hombres.

Hace ya muchos años, María Jesús, que no te veo, ni sé nada de ti, pero quiero que sepas, que me siento orgulloso de haber sido y ser, además de compañero de luchas sindicales, tu amigo. Te mereces este y otros muchos reconocimientos y estoy seguro, que si supieran esto que cuento muchas mujeres y hombres, tendrías también su reconocimiento, pues eres una de las personas que más contribuisteis a que hayamos avanzado en la igualdad de género en el ferrocarril y por ende en el conjunto del estado. Estés donde estés y espero que estés bien, un abrazo compañera M.ª Jesús”.

Después de escribir esto, volvimos a coincidir en un acto del 50 aniversario del sector ferroviario de CCOO en 2015 y hasta ahora. Para terminar, me gustaría dedicar este breve recuerdo a esa gran luchadora, que fue María Jesús, a su familia y amigos, a su hermana Encarna, pero sobre todo a sus hijas Alba y Tania (a Tania la conocí muy pequeñita), para que se sientan orgullosas de su madre, como lo estamos sus compañeros, por haber sido un referente, una gran mujer luchadora que fue, junto con otras y otros, los que consiguieron los avances en igualdad que tenemos ahora,  avances que por cierto que hay que seguir luchando para mantener y aumentar.

En fin, finalizo: Reitero mi pesar y mis condolencias mas sentidas a su familia y amigos y a ti querida María Jesús, que sepas, que estés donde estés, nosotros aquí en la tierra siempre te recordaremos.

Francisco Naranjo Llanos, director Fundación Abogados de Atocha (2013-2024) y sindicalista de CCOO.

En el adiós de Juan Antonio Mata, un maestro de sindicalistas

Con Juan Antonio Mata en 2018, en Albacete, presentando el libro "Los Carriles de la Vida". Foto grupo de comunicación La Cerca.

Su sindicato, CCOO, a todos los niveles, Confederal, Regional y Local y numerosos compañeros y amigos, han mostrado ya sus condolencias ante el fallecimiento de Juan Antonio Mata Marfil, el que fuera secretario general de la organización regional de CCOO de Castilla-La Mancha y de Albacete, un referente del sindicalismo de clase desde los tiempos de la clandestinidad. Juan Antonio ha fallecido, el 21 de marzo de 2025, en Albacete, a la edad de 75 años, víctima de una cruel enfermedad.

Como muy bien ha manifestado, el secretario general de CCOO de la región manchega, Paco de la Rosa, sobre él: “Nos deja una persona fundamental que comenzó construyendo el sindicato en Albacete y en la región desde los tiempos de la clandestinidad, un maestro de sindicalistas, que siempre ha estado al lado de las siglas de CCOO”.

Juan Antonio Mata nació en 1949 en el municipio malagueño de Benajarafe, aunque su familia se trasladó a Albacete siendo un niño de ocho años. Con una fuerte conciencia de clase, participó desde muy joven en la contestación social y política al franquismo y fue parte de la creación de las primeras Comisiones Obreras en Albacete, antes de la legalización de los sindicatos y el PCE.

Formo parte de la asamblea fundacional de CCOO de Albacete, en julio de 1976, y fue detenido en 1977, en los prolegómenos de la manifestación del Primero de Mayo, prohibida por las autoridades. Fue concejal del PCE en Albacete en las primeras elecciones democráticas municipales de 1977 y secretario general de CCOO Albacete entre 1985 y 1995. Después pasó a la Secretaría General del sindicato de Castilla-La Mancha, cargo que ocupó hasta 2004. Desde 1976 hasta entonces fue miembro del Consejo Confederal de Comisiones Obreras.

En 2005 Juan Antonio Mata fue nombrado presidente del Consejo Social y Económico de Castilla-La Mancha, cargo que ejerció hasta que el organismo fue suprimido por el PP en 2011. Volvió entonces a su puesto de funcionario en la Administración de Justicia de Albacete. Durante cuatro años representó a CCOO en el Consejo Social de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Esta es, muy brevemente la biografía de Mata, pero Juan Antonio, fue más, mucho más. En su región manchega, se le conoce públicamente también por su protagonismo en momentos difíciles, como fueron los finales de la dictadura y comienzos de la democracia, por ser clave en la construcción del diálogo social en una Comunidad Autónoma tan joven como es Castilla-La Mancha y también por los conflictos sociales, con Huelgas Generales incluidas, como la mas famosa de todas ellas, como fue el 14D.

Desde esta breve columna, personalmente recuerdo muchas cosas de él, como por ejemplo sus intervenciones en Consejo Confederal, allá por los años 80, del siglo pasado, como ejemplo de su buen hacer sindical, pues por entonces Castilla-La Mancha, era porcentualmente la de mayor afiliación y de delegados sindicales de CCOO del conjunto del estado y claro algo tendría que ver su secretario general.

Mas adelante, a comienzos de este siglo, cuando tuvimos conflictos internos en el sindicato, también recuerdo su lealtad a Antonio Gutiérrez, (secretario general de CCOO desde 1987 al 2000), con argumentos, con muchos debate y argumentos, pues Mata además de “mitinero”, era un buen comunicador con palabras sencillas y entendibles. En esas fechas también coincide con en el fondo y en las formas.

También, volvimos a coincidir en dar un paso más en la divulgación de los Abogados de Atocha. Desde CCOO de Madrid, en 2004, comenzamos a poner en marcha la Fundación Abogados de Atocha, con Javier López, como secretario general de las CCOO madrileñas y CCOO CLM, con Mata de secretario general, impulso la puesta en marcha del Premio Internacional Abogados de Atocha, de la mano del Gobierno Regional, por aquel entonces, José Bono era el presidente del ejecutivo manchego.

Después y a lo largo de los años hemos coincidido en muchas mas cosas, pero humanamente tengo que confesar que el haber sido los dos de izquierdas, de CCOO de toda la vida, peleones, comprometidos, solidarios y no sé cuántas cosas más y además nuestras madres nos parieran el mismo día, une mucho. Solo el año de nacimiento nos separa, yo nací unos años antes que él.

En el 11º Congreso Confederal de CCOO, julio de 2017. De izquierda a derecha: Mata, Naranjo, Unai Sordo, Alejandro Ruiz-Huerta, Reme y Miguel Ángel Zamora.

En fin, voy terminando mi despedida de Mata, pero no puedo finalizar sin recordar su cariñosa y a su vez esplendida presentación de mi libro “Los Carriles de la Vida”, en la librería Popular de Albacete, acompañado por Paco de la Rosa y Manuel Lozano, presidente del Grupo de Comunicación “La Cerca”. Gracias a los tres, pero en especial a Juan Antonio Mata.

Por ultimo, el pasado día 12 de marzo, fecha que estuve en Toledo asistiendo al acto de entrega a José Sacristán, del premio Abogados de Atocha de CCOO CLM, le pase un Wasap a Mata, diciéndole que lo "echaba de menos en este acto" y el me contesto "Paco, estoy malito, sabes que tengo un tumor jodido. Ya me hubiera gustado estar...". Yo me despedí con un abrazo y hasta ahora.  

Finalizo dándole mis más sentidas condolencias y un gran y afectuoso abrazo a Remedios Toboso, Reme, tu querida esposa, tus dos hijas y tus nietas y a tus compañeros y amigos. Descansa en paz, compañero, amigo y también camarada Mata. Te echaremos de menos, pero siempre te recordaremos.

Francisco Naranjo Llanos, director Fundación Abogados de Atocha (2013-2024) y sindicalista de CCOO.

Opinión de Paco Acosta sobre "El pasado es la linterna del futuro".

Libros de Paco Naranjo: El pasado es la linterna del futuro, Los carriles de la vida y la Comunicación Sociolaboral.

En general he recibido buenas críticas sobre mi último libro, El pasado es la linterna del futuro, pero está opinión que voy a publicar a continuación, además de llenarme de satisfacción, me ha llegado al corazón, por la persona que la ha escrito.

Para mí, todas las opiniones son importantes, -para bien o para mal- pues siempre se aprende de ellas, pero opiniones que vienen de la reflexión y del estudio sobre el tema de que se trate, son doblemente valoradas.

Esta opinión viene de Paco Acosta, uno de los condenados del famoso Proceso1001, una persona curtida en mil batallas, un referente del sindicalismo de clase en nuestro país y por supuesto un buen amigo. Esto es lo que, en concreto, me ha escrito recientemente:

Buenas tardes Paco (Naranjo), tal como te comenté la última vez que hablamos, he terminado la lectura de tu libro “El pasado es la linterna del futuro”.

 

Desde que nos relacionamos más a menudo, hace ya un buen número de años, siempre te consideré un activo militante para la recuperación de la Memoria Histórica, sobre todo la ligada a la conquista de la Democracia.

 

Esta segunda entrega complementa los aspectos más personales de tu biografía de militante de Comisiones Obreras, reflejada en tu anterior libro "Los Carriles de la Vida", con el marco más colectivo de la lucha de los trabajadores y trabajadoras del Sector Ferroviario de nuestro sindicato.

 

No se han realizado muchos relatos históricos de aquel periodo que arrancó en el año 1975 y que cubrió una trayectoria de luchas y conquistas de Comisiones Obreras que tendría un importante final de etapa en la Huelga General del 14 de diciembre de 1988. (EL 14D).

 

El escaparate biográfico y personal más numeroso corresponde a los años de lucha en la clandestinidad contra la Dictadura Franquista. Por ello me ha parecido, aún más oportuno la publicación del libro. Fue un periodo de extraordinarios esfuerzos y sacrificios, de un quehacer sindical que sentó las bases de la actual realidad de Comisiones Obreras y que las nuevas generaciones de afiliados y militantes de nuestro sindicato deberían conocer para ganar nuestro futuro como Central Sindical.

 

Dicho esto, he tenido la satisfacción de recordar a compañeros que militaron a tu lado y con los que tuve experiencias sindicales antes y después de nuestra legalización: Juan Tabuenca, del taller de San Jerónimo de RENFE en Sevilla, cofundador conmigo de las Comisiones Obreras del Transporte y las Comunicaciones, allá por el año 1965. José Luís Martino de Jugo, con quien coincidí en la Primera Asamblea General de Comisiones en junio de 1967 y luego en la "Delegada" de carácter estatal en varias ocasiones.

 

Manolo Navarro y Antonio Palma, así como en la primera Comisión Ejecutiva Confederal a Benito Barrera. Mención especial tiene José Alonso Pérez, con el que compartí en las Comisiones Ejecutivas Confederales, salidas de nuestra constitución como Confederación Sindical de CCOO y nuestro primer Congreso Confederal, una buena relación y a quien defines como compañero cabal con buen acierto.


Conferencia en Badajoz  sobre los Abogados de Atocha y Proceso 1001. En la imagen, Paco Naranjo, Miguel Coque y Paco Acosta.

 

También me satisface las páginas que dedica al Proceso 1001, con el mismo afecto y cariño que tantas veces te he visto hacer cuando hemos compartido actos sindicales juntos. Y no digamos tus páginas sobre los Abogados de Atocha y otros temas de importancia sindical e histórica.

 

Me ha parecido muy oportuno que le dediques otro capítulo al tema de la Mujer Trabajadora, una experiencia sindical que creo que ha sido decisiva para el protagonismo que tienen hoy en la Confederación Sindical de nuestras queridas CCOO.

 

De tu faceta como activista de la cuestión de la Comunicación he tenido nuevas pruebas a través del libro. No sólo por lo organizativo sino por la cantidad de artículos de opinión que has publicado a lo largo de los años.

 

Por último y como una anécdota que no me trae buen recuerdo, leo tus palabras referidas a la negociación que en noviembre de 1976 tuvisteis con el presidente del Consejo de Administración de RENFE, Plácido Álvarez Fidalgo. En el año 1970 era director de Transportes Urbanos de Sevilla y él fue quien me despidió de la empresa el 24 de junio de dicho año. Habíamos tenido un enfrentamiento personal en la negociación del Convenio Colectivo, meses antes; llegó incluso a abandonar la sala de reuniones por el "apasionamiento" que yo expresaba en las reivindicaciones laborales.

 

Era Ingeniero de Caminos y Puertos y en el año 1973 pasó a ser director gerente de la EMT de Madrid. Fue vecino de piso del que fuera presidente del Gobierno Franquista Carlos Arias Navarro y cómo éste no tenía hijos se hicieron grandes amigos gracias a que los hijos de Plácido se hicieron muy queridos por este personaje y su mujer. De esa relación vecinal surgió el nombramiento de Placido Álvarez, como presidente de RENFE.

 

Bueno Paco, termino, me ha gustado mucho tu libro y me alegro mucho por ti, querido amigo, convencido estoy que habrás sentido mucha satisfacción al escribir esta crónica humana, del activismo sindical de la clase trabajadora. Gracias por tu ejemplo y continúa escribiendo mientras puedas.

 

Sevilla, febrero de 2025

Paco Acosta Orge


Gracias Paco (Acosta), solo decirte que agradezco tus palabras, pues me consta que están escritas desde el respeto y la amistad que nos tenemos. Un gran abrazo.

Francisco Naranjo Llanos, director Fundación Abogados de Atocha (2013-2024) y sindicalista de CCOO.

DOROTEO PEINADO, UN GRANDE DE LA HISTORIA DE CCOO, NOS HA DEJADO

 

Doroteo Peinado, en enero de 2014, dando las gracias por el premio Abogados de Atocha 

No es la primera vez que escribo de Doroteo Peinado, pero me temo que esta vez será de las ultimas, pues se nos ha ido con 92 años. Ayer viernes 28 de febrero de 2025 en el cementerio civil de la Almudena le dijimos adiós. Pero quien era Doroteo…

Doroteo Peinado Pérez es -era- una enciclopedia del movimiento obrero en España. Con sus 92 años de juventud acumulada a sus espaldas, para mí, siempre será el hombre de Pegaso en CCOO. En mi última y larga conversación con él, hace unos seis meses, de nuevo aprendí múltiples cosas que desconocía del movimiento obrero, de CCOO, de Pegaso y de él.

Este es, brevemente, el contexto donde se desenvolvió su historia sindical en tiempos de la dictadura franquista: A mediados de la década de los años 50 del siglo pasado empezaron a surgir en Madrid esporádicas comisiones de obreros para reclamar alguna modesta reivindicación ante las direcciones de las empresas. Su génesis fue la siguiente: Ante la necesidad ocasional de hacer alguna reivindicación y dada la obvia imposibilidad de que la gestionase toda la plantilla, los pocos que se atrevían a plantear las demandas se ofrecían voluntariamente a tomar la palabra en nombre de todos. En eso consistía la Comisión Obrera en sus comienzos.

Estas “comisiones” deben asociarse a la presencia de personas que, venciendo el miedo a las posibles represalias, realizaba el trabajo previo en sus empresas, formulando reclamaciones, estableciendo contactos de manera discreta y, finalmente, estaban dispuestos a actuar como portavoces de sus compañeros. Estas personas eran mayoritariamente militantes comunistas y activistas católicos.

En Madrid, al comienzo de la década de los años 60, algunos militantes de CCOO ya habían acumulado experiencia y recursos organizativos suficientes y esto daría como resultado la creación de la primera Comisión Obrera de alcance provincial: la Comisión de Enlaces y Jurados del Metal compuesta por 13 miembros, entre ellos Marcelino Camacho y Julián Ariza y por supuesto, aunque menos conocido Doroteo Peinado. Esta Comisión se creó en una asamblea realizada en la sede del sindicato vertical del metal, el 2 de septiembre de 1964, asamblea que está considerada como el hecho fundacional de las Comisiones Obreras de Madrid.

Y en todo esto, reitero, participo Doroteo Peinado, un joven metalúrgico que ingreso en la empresa Pegaso en 1957, empresa de más de 3000 trabajadores en aquellas fechas y en la que fue elegido en 1963 por sus compañeros enlace sindical. Se fue curtiendo de la mano del histórico Vicente Llamazares y asistiendo a las asambleas de la escuela de la Paloma y fue de los 13 elegidos para formar parte de la Comisión Obrera Provincial, comentada anteriormente.

En 1965 y como consecuencia de las movilizaciones en la empresa para conseguir un convenio digno Doroteo fue despedido de Pegaso en unión de otros sindicalistas y una treintena de trabajadores más. Su reingreso en Pegaso no se produjo hasta finales de 1977, al aplicarle la Ley de Amnistía de octubre de 1977.

Yo conocí personalmente a Doroteo años después, a finales de los 80 del pasado siglo.  Cuando él era responsable se Salud Laboral y yo de Comunicación en CCOO de Madrid y la verdad, que congeniamos muy pronto, entonces, después y hasta ahora. Son muchas historias que me vienen a la cabeza y que realizamos conjuntamente.

Lo primero que recuerdo fue la organización de las primeras jornadas de Salud Laboral que realizo CCOO de Madrid a finales de los 80. La situación económica de la USMR, no era muy boyante y costo trabajo convencer a los compañeros de las distintas federaciones regionales la importancia del acto que se iba realizar, con ponentes de importancia, carteles, dípticos, etc.. En definitiva, lo que suponía montar un evento que duro un par de días en el salón de actos de Lope de Vega, actual Auditorio Marcelino Camacho.

Pero se realizó, fue un éxito y un antes y un después de la Salud Laboral en la región madrileña, pues creo la semilla que hizo florecer la gran importancia que ha tenido la salud laboral en la organización sindical de las CCOO madrileñas y del estado. Y en este sentido no se puede olvidar a personas como Ángel Carcoba en la Confe y Goyo Benito, Manolo Chica, Carmelo Plaza, etc, que, en sus mandatos en CCOO de Madrid, le dieron un gran impulso, consolidando y ampliando la Salud Laboral en la región madrileña, pero también en España.

Después y con el tiempo Doroteo y yo fuimos colegas en “Comunicación”, ya que él fue responsable de esta área en la Federación Estatal de Jubilados y Pensionistas y yo continuaba con la misma responsabilidad en CCOO de Madrid. Por cierto, responsabilidad de la que dimitió en su día por la censura que sufrió la portada de la revista de Pensionistas, que él dirigía. Para reflejar la participación en un 1º de Mayo, decidió poner en la portada la fotografía de la Cibeles con la bandera republicana en su cúspide, que alguien coloca cada año con motivo del 1 de mayo. Aquel incidente nunca lo olvido. “Cosas veredes amigo Sancho”, que dicen que dijo Don Quijote.

También participó activamente durante varios años en la Comisión de Garantías de CCOO de Madrid y en otras muchas actividades del sindicato. No había manifestación, sobre pensiones, sobre educación, sobre sanidad, en los 1º de mayo, etc., que Doroteo y su gran amigo Máximo Diaz, no estuviesen por allí.

Últimamente y por motivos de movilidad, Doroteo salía menos y no lo veíamos patear las calles de Madrid, pero hace menos de un año, en abril de 2024, estuvo en un acto de reconocimiento al compromiso de CCOO con personas del ámbito de la salud y la seguridad en el trabajo en el que  Yolanda Díaz, Vicepresidenta del Gobierno  y Unai Sordo, secretario general de CCOO, le entregaron un reconocimiento, pues Doroteo Peinado, en su larga carrera sindical, además de ser, cofundador de CCOO  Pegaso,  del Metal de Madrid y de las CCOO madrileñas, fue un gran defensor de la seguridad y salud en el trabajo y por ello fue reconocido.

Doroteo Peinado en abril de 2024, reconocido por CCOO, entre Yolanda Diaz y Unai Sordo 

También fue galardonado con el premio de la Fundación Abogados de Atocha en 2014 a la Comisión de enlaces y jurados de la metalurgia madrileña de 1964, con motivo del 50 aniversario de su creación.

Nunca podré olvidar Doroteo, tu llamada por la tarde de un viernes de finales de los 90, -que por lo general se quedan pocas personas en los locales sindicales- dándome a conocer que a nuestra amiga Pilar Blanco le había dado un mareo, precedente de una grave enfermedad. Y aunque esa es otra historia, pues han pasado cerca de treinta años, hay cosas que nunca se olvidan.  

En fin, voy finalizando, son muchos años los que algunos hemos estado en el sindicalismo activo –yo no menos de 50- y son muchas las personas con las que se convive, pero como Doroteo Peinado no hay tantos. Así, que lo dicho amigo, compañero y camarada, aquí en la tierra te echaremos mucho de menos y a mí personalmente me quedas a deber la invitación a un buen cocidito madrileño, aunque no sea en el Lhardy, ese restaurante del que me has hablado tanto, pero que al no estar al alcance de los currelas como tú y yo y al final nunca hemos ido.

En un día como hoy solo me queda transmitir mis más sinceras condolencias a su familia, en especial a su hija Leonor y dar las gracias por todas las cosas que nos han enseñado el amigo Doroteo: En especial, la conciencia de clase, la honestidad y la honradez que te has comportado en la vida. Siempre te recordaremos camarada. DEP.

Francisco Naranjo Llanos, director Fundación Abogados de Atocha (2013-2024) y sindicalista de CCOO.

HASTA SIEMPRE COMPAÑERO FERNANDO SERRANO

Fernando Serrano y Antonio Ruda, dos amigos para siempre.

Iba a escribir una breve nota para el blog, como recuerdo y homenaje a Fernando Serrano Pernas, compañero y amigo, que fuera durante muchos años secretario general de las CCOO de la Construcción, fallecido hace unos días, pero me encontré con un entrañable relato, escrito con el corazón y con el coincido plenamente, de otro de los compañeros y amigos de Fernando y también mío: Antonio Ruda y he decidido que fuera su escrito y no el mío el que ocupará ese espacio en mi blog. Esto es lo que dice el amigo Ruda:

Desde...El Pozo del Tío Raimundo.

Hasta siempre compañero Fernando

En El Pozo estamos tristes y de duelo , se nos ha ido mi querido y admirado compañero y amigo Fernando Serrano Pernas, al que conocí en la lucha sindical al frente de las Comisiones Obreras (CCOO) de la Construcción.

Como decían los versos del poeta del pueblo, Miguel Hernández: Ha sido un manotazo duro, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal el que te ha derribado, compañero Fernando. Fue de madrugada la de ayer día 7 de febrero cuando la muerte levanto el vuelo, para quitárnoslo a su familia y nosotros sus amigos y amigas.

Hoy me acuerdo de un montón de imágenes, en las reuniones, en congresos, las asambleas y como no, siempre al frente del piquete, sin dejar a nadie atrás.

Fernando, tu meta fue llegar tranquilo y en paz contigo, con tu gente querida y tu conciencia a reunirte con Angelines, Ángeles Batanero, tu querida compañera a la que tanto querías y extrañabas desde que ella se marchó hace unos años.

Fernando Serrano y su compañera Angelines Batanero

Morirse es grave, pero ahora nos toca a los que nos quedamos aquí, tus hijos, Sonia y Fernando, tus nietos y nietas y tus amigos y amigas, cargar y bregar con lo ocurrido y con tu ausencia.

Por último, decirte que tu despedida fue como tu querías que fuera , con la gente que te quería, con una fuerte emoción, cariño y tu bandera de las Comisiones Obreras y unas palabras de Rafael López González, que recordó vuestra juventud.

Lo dicho... Fernando siempre estarás en mi recuerdo, en nuestro recuerdo, y siempre te vamos a extrañar mucho compañero.

Salud, Resistencia, Acción y Esperanza ...

Madrid, 8 de febrero de 2025

Antonio Ruda Valenzuela

50 ANIVERSARIO DE LA HUELGA DE ACTORES DE 1975

Juan Diego, fue uno de los actores que protagonizo la huelga de 1975 y recogió el galardón de la Fundación Abogados de Atocha 

En enero de 2015, hace 10 años, con motivo del 40 aniversario de la huelga de actores y actrices, realizada en febrero de 1975, la Fundación Abogados de Atocha concedió un merecido reconocimiento a aquellos pioneros de las movilizaciones y que supuso un antes y un después del colectivo. Para mí fue un honor presentar aquel preciado galardón. Estas fueron, más menos mis palabras en el acto donde se produjeron los reconocimientos mencionados.

Según los documentos a los que ha podido acceder nuestra Fundación, la huelga de actores del 4 al 12 de febrero de 1975 no se habría producido de no ser por una serie de antecedentes que marco el camino hacía esa gran movilización del colectivo de artistas, a los que se habían sumados incluso varios directores.

Uno de los antecedentes considerados más importantes fue que en 1972, cuando Concha Velasco y Juan Diego estaban actuando como interpretes principales, representando en el Teatro Lara de Madrid la obra de Antonio Buero Vallejo, “La llegada de los dioses”, se les ocurrió reclamar al empresario del Teatro un día de descanso a la semana, la respuesta fue inmediata: despedirlos y sustituirlos por otros. (Julita Martínez y Manuel Galiana)

A partir de esa fecha algunos actores y actrices, entre ellos Concha y Juan, comienzan a reunirse en cafés, locales nocturnos, etc., discutiendo los problemas de su profesión y la manera de solucionarlos decidiendo organizarse tal como ya hacía el movimiento obrero, vecinal, universitario, cultural, etc.

Nombraron comisiones y redactaron reivindicaciones y si bien algunas de estas reivindicaciones se fueron asumiendo, después no eran cumplidas por parte de los empresarios. Esto hizo que se incrementaran las reuniones entre el colectivo y se comenzasen a realizar asambleas cada vez más numerosas.

Después de este periodo de contactos, reuniones y asambleas, en diciembre de 1974 se nombra una Comisión al margen de los Enlaces Sindicales del Vertical del franquismo. La conocida por aquel entonces, «comisión de los once», de la que habla el video adjunto.

Llegamos al 4 de febrero de 1975. A mediodía Jaime Campany, responsable del sindicato vertical, jerarca franquista del ramo, comunica a los representantes de los trabajadores, que el sindicato no reconoce a la Comisión de los 11 y no se reunirá con ellos.

A las cinco de la tarde de ese mismo día, una Comisión voluntaria formada por los actores y actrices, Concha Velasco, María José AlfonsoAna BelénTina Sainz, Francisco Valladares, Germán CobosJosé SacristánLola GaosJesús Sastre y José María Escuer ,  se presentaron en la Delegación Nacional de Sindicatos para reunirse con el Ministro Alejandro Fernández Sordo.

El ministro rechazo de inmediato la Comisión alegando que eso sería tanto como cargarse el sistema sindical. Volvieron inmediatamente a la asamblea y después de informar de la reunión con el Ministro, por aclamación de los presentes decidieron ir a la huelga esa misma tarde.

Pusieron de inmediato en marcha el dispositivo de información y esa misma tarde ya se declaraban en paro los actores y actrices de la mayoría de los teatros de Madrid. Igualmente, aunque algo más tarde, la mayoría de los teatros de Barcelona comenzaron a secundar los paros. Y otros colectivos como muy bien refleja el video adjunto.

Video resumen premio Abogados de Atocha 2015 al colectivo de actores de la huelga de 1975

En los días siguientes se recibieron mensajes de solidaridad y apoyo de la Unión de Actores Ingleses, la Asociación de trabajadores de Cine y Televisión de Suecia, la Unión Sindical Alemana de Radio, Televisión y Cine, los sindicatos del espectáculo de México y Holanda, el sindicato de actores italianos y los artistas e intelectuales portugueses, etc. Incluso los dirigentes de CCOO del Proceso del 1001, desde la cárcel de Carabanchel, con Marcelino Camacho a la cabeza, enviaron su mensaje solidario a los artistas. 

El día 8 de febrero, el teatro Bellas Artes, en el cual la compañía de Juanjo Menéndez representaba la comedia “Los peces rojos”, seguía abierto. Un grupo de actores y artistas había acudido antes de la función de tarde para explicar los motivos de la huelga y la situación a sus compañeros. Es decir, de piquete informativo. La comisión estaba formada por Tina Sainz, Enriqueta Carballeira, Rocío Dúrcal, Flora María Álvaro, Yolanda Monreal, Antonio Malonda, Pedro Mari Sánchez, y José Carlos Plaza.

Cuando estaban dialogando con sus compañeros llego la policía “los grises” y sin mediar palabra fueron detenidos y trasladados a la Dirección General de Seguridad, Los que no estaban fichados fueron liberados aquella misma noche, ya de madrugada, los demás, los señalados por pertenecer al PCE, días más tarde. Estas detenciones sellaron la puerta de la protesta y la huelga termino el día 12 de febrero, pero a partir de entonces ya nada fue igual en estos colectivos.

Por supuesto que no quede ninguna duda que el reconocimiento por parte de la Fundación Abogados de Atocha fue al colectivo de actores y actrices que protagonizaron aquellas movilizaciones y primera gran huelga durante el franquismo y con Franco aun vivo.

Pero a nuestro juicio consideramos que debían ser Concha Velasco y Juan Diego los que recogieran el galardón, por haber sido ellos los precursores y el detonante que con el tiempo estallo dentro del letargo de las gentes del espectáculo. Sin el despido de Concha y Juan en el año 72, la huelga de febrero de 1975, -hace ya 50 años-, creemos que no se hubiera llevado a cabo. (Al final fue Juan Diego quien recogió el galardón, pues Concha en esos días se encontraba indispuesta. Ya ninguno de ellos esta con nosotros. DEP, ambos). 

Yo por mi parte nada más, solo reiterar la importancia de aquellas movilizaciones y recordar al histórico abogado, gran persona y buen amigo, José Luis Núñez (Patri), que en aquellas fechas era la cara jurídica de los huelguistas y que también tomo la palabra en aquel entrañable acto.

Francisco Naranjo Llanos, director Fundación Abogados de Atocha (2013/2024) y sindicalista de CCOO

 

 

 


LA MATANZA DEL CERDO EN EXTREMADURA

La matanza del cerdo. El desangrado (foto cogida de internet. Autor desconocido).

A raíz de la tertulia que semanalmente se tiene los sábados en el Canal Extremadura Radio, programa GenteCorriente, dirigido por Javier Llanos y conducido por Raquel Bazo, tertulia en la que participo habitualmente y en la cual en esta ocasión -el sábado 1 de febrero- hemos hablado de la matanza del cerdo en Extremadura, así que voy a escribir esta crónica sobre esa tradición milenaria y en especial sobre mis recuerdos sobre ese tema.

Ya he escrito en varias ocasiones en este blog sobre mis vivencias en Proserpina, pequeña estación de ferrocarril, situada en la línea de Aljucén a Cáceres, a unos 15 Km de Mérida. Esta vez me voy a centrar sobre todo lo que rodea al día de la matanza del cerdo y lo que suponía de acontecimiento familiar, casi siempre de alegría, e incluso de fiesta.

La historia de la matanza del cerdo está ligada a la del ser humano desde hace ya millones de años, desde que se domesticó al jabalí, hace más de 5000 años. Se tienen pruebas de que ya los pueblos celtas realizaban esta práctica, aunque no se pueda concretar exactamente su origen. 

En España, se cree que los fenicios introdujeron los primeros cerdos que se mezclaron con los jabalíes que ya existían en el norte, dando lugar a la raza celta, y en la parte central y sur de la península, dieron lugar a las razas ibéricas. 

La matanza del cerdo en todos los casos tenía una misma finalidad, que era abastecer a la familia, sobre todo en el medio rural, de carne con la que pasaban todo el invierno. Al ser alimentos ricos en grasas y proteínas, proporcionaban una buena base para poder tener una alimentación lo suficientemente buena para que el invierno no fuese tan duro.  

En general, la matanza del cerdo, siempre tuvo un carácter festivo, de alegría. Se reunía a todos los familiares y se invitaba a vecinos y amigos a echar una mano, ya que el proceso debía ser rápido y había mucho trabajo, por lo que se necesitaban muchas manos para realizarlo en el menor tiempo posible. 

Mis recuerdos personales se remontan a los años 50 del siglo pasado. Yo tendría entre 8 y 12 años, así que lo veía todo con esa inocencia infantil que hace ver todo de color de rosa. En fin, vamos al grano:  La matanza se hacía en pleno invierno, en los meses de diciembre o enero y lo primero que recuerdo era la llegada de familiares y amigos más íntimos la tarde anterior al gran acontecimiento del día siguiente para comenzar y adelantar las faenas necesarias del evento. Mi abuela y mis primas Nieves e Inés, nunca faltaban.

Esa tarde y el mismo día de la matanza era una fiesta. Currando sí, pero a su vez divirtiéndonos. Los problemas surgían por la noche, a la hora de acostarnos, pues éramos muchos para las pocas camas que teníamos. La mayoría dormían en unos colchones que se tendían en el suelo de las habitaciones de la casa. Una casa pequeña, hecha de ladrillo de adobe, de unos 60 metros cuadrados, con un par de habitaciones, sin luz eléctrica ni agua corriente y los WC eran todo el amplio campo de encinas del entorno de la vivienda.

Aun de noche, pero ya de madrugada, nos alumbrábamos con quinques de aceite y con lámparas de carburo, ya que no teníamos luz eléctrica. Eso dentro de la casa. Fuera, se encendía una gran fogata que servía de luz para dar comienzo a la matanza, siempre realizada por un matarife “profesional”, que según recuerdo hacía que el animal sufriera lo menos posible, cuando el matarife acertaba a la primera. Cuando no acertaba o se ponía nervioso, los gritos de dolor del cerdo eran estremecedores. No gruñían, chillaban.  Yo era raro el año que no lloraba a lagrima viva al escuchar sus gemidos.

Aunque en general mis recuerdos eran de fiesta y alegría, reconozco que en mi casa la matanza era un medio de subsistencia, una necesidad, para que durante prácticamente todo el año nos abasteceríamos de alguno de los productos del cerdo. Siempre hacíamos, mondongo, morcilla patatera, chorizo rojo y blanco, huesos y sobre todo tocino, mucho tocino. Jamones y lomos no hacíamos pues esos eran artículos de lujo. Su carne la utilizábamos para hacer los mejores chorizos.

Con mi prima Inés, en el pueblo de Esparragalejo, años 50 del siglo pasado. (Fotografía archivo personal)

Todos los miembros de la familia, desde los abuelos, primas y hasta los más pequeños, ayudaban y aportaban en la medida de lo posible para que todo saliera perfectamente. Desde pelar ajos a encender la fogata. Mi labor de cuando yo tenía 12 o 13 años, era ir en bicicleta, con mi hermano, al pueblo de Esparragalejo con una pieza del cerdo para que el veterinario nos diese el Vº.Bº, para su consumo. Creo que llevamos un trocito de lengua o entraña.

Durante el año criábamos y engordábamos dos cochinos, casi siempre encerrados en la zahúrda, de los cuales sacrificábamos uno de ellos. El otro lo vendíamos ya engordado y lo que nos pagaban nos servía para los gastos de la matanza y para que, en febrero o marzo del año siguiente, comprar un par de gorrinos ya grandecitos. Entre 10 y 15 kg de peso.

Por cierto, recuerdo con absoluta nitidez, que cuando íbamos mi padre y yo montados en un asno al pueblo a comprarlos, a la vuelta mi padre iba andando y los cerditos en una parte del serón y yo en el otro lado. Como contrapeso mi padre metía unas piedras en uno de los huecos del serón, para compensar mi peso y el de los gorrinos. En alguna ocasión rodábamos por los suelos los lechoncitos y yo, al resbalarse el serón para uno de los lados.

Burro con serón (fotografía cogida de internet. Autor desconocido)

En fin, estos son retazos de mis recuerdos personales de la matanza del cerdo, pero no quisiera terminar sin el deseo que esta tradición milenaria perdure, aunque sea como atractivo turístico en los muchos pueblos extremeños que sus familias pudieron subsistir gracias a esas matanzas que he comentado. Merece la pena recordar también estas historias.

Francisco Naranjo Llanos, director Fundación Abogados de Atocha (2013/2024) y sindicalista de CCOO.

EL ABRAZO DE ANTON MARTIN Y LOS ABOGADOS DE ATOCHA

 

Todos los años en la plazuela de Antón Martin y ante el monumento de Juan Genovés, El Abrazo, se realiza una ofrenda floral en homenaje a los Abogados de Atocha. La fotografía es del 24 de enero de 2005 (28 aniversario). 

Este mes de enero de 2025, se cumple el 48 aniversario del atentado por parte de un comando de extrema derecha, del asesinato colectivo de los Abogados laboralistas de Atocha 55. Y un año mas las CCOO madrileñas y la Fundación Abogados de Atocha, ha convocado una serie de actos en su conmemoración y homenaje.

En Madrid capital, os actos se realizarán a lo largo del día 24 de enero, con visitas a los cementerios, ofrenda floral en el monumento de El abrazo de Antón Martin y la entrega de premios y reconocimientos en el Auditorio Marcelino Camacho. En esta ocasión, con todo merecimiento, el premio recae en el Pueblo Palestino por la situación injustificable que está sufriendo, contra al derecho internacional. En estos actos, participare activamente, como lo vengo haciendo desde el décimo aniversario hasta la actualidad.

Sobre este tema he escrito ampliamente a lo largo de los años, así que en esta ocasión lo voy a hacer refiriéndome a cómo se fraguo ese estupendo monumento, del artista valenciano Juan Genovés, denominado El Abrazo y que desde junio de 2003 engalana la plaza de Antón Martin, a 20 metros de donde se produjo el cruento atentado de Atocha 55.

Pero comencemos por el principio. Para conocimiento general es preciso en primer lugar dar a conocer el trágico suceso ocurrido en la noche del 24 de enero de 1977. 

Ese nefasto día un grupo de pistoleros de extrema derecha irrumpieron en el despacho de abogados laboralistas vinculados a CCOO y al PCE, situado en el número 55 de la calle Atocha y ametrallaron a las nueve personas que allí se encontraban a punto de comenzar una reunión de trabajo. El resultado de aquel atentado fue de cuatro abogados y un sindicalista asesinados. Resultando gravemente heridos otros tres abogados y una abogada más.

En el año 2001, en los prolegómenos de conmemorar el 25º Aniversario del atentado, CCOO de Madrid, en aquellos tiempos liderada por Javier López, puso en marcha una interesante iniciativa dirigida a las corporaciones locales madrileñas cuyo objetivo consistía en que los consistorios dedicaran un espacio público, calle, plaza, monumento, etc, en recuerdo y homenaje a los Abogados de Atocha que antes de su asesinato habían puesto su conocimiento y compromiso al servicio de la ciudadanía de los municipios, incluido Madrid Capital.

La respuesta fue enormemente positiva. En un corto período de tiempo, y en su memoria, veinticuatro municipios de la Comunidad de Madrid, de todos los colores políticos, tenían en sus callejeros una referencia con el nombre “Abogados de Atocha”, o de alguno de los asesinados.

En el caso de la capital, siendo alcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano, nos encontramos con más dificultades, cuando revindicamos un espacio público y en especial que la obra El Abrazo, en su versión escultura, (primera y única realizada por Juan Genovés) se situara en la plaza Antón Martín,

La iniciativa contó de forma inmediata con el apoyo de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos y de los grupos municipales de IU y PSOE y fue después de mucho esfuerzo y trabajo, manifiestos, recogida de firmas, bonos para costear la estatua, etc, cuando un año después, en 2002, la petición fue aceptada por el equipo de Gobierno del PP y votada por unanimidad por el pleno del ayuntamiento de la capital madrileña.

Por supuesto antes de hacer la propuesta a los grupos municipales, en CCOO teníamos el consentimiento expreso del autor, Juan Genovés, que estaba encantado que “su abrazo” sirviera como recuerdo y homenaje a esos trabajadores por la libertad y la justicia, que eran y son los Abogados de Atocha. A una compañera ya fallecida, Pilar Blanco y a mí, nos cupo el honor de visitar a Juan Genovés y pedirle permiso para esa importante iniciativa.

Con Juan Genovés en su estudio de Aravaca (Madrid). El farol que portamos se lo regalaron a Juan los ferroviarios de CCOO.

La inauguración del monumento tuvo lugar un año después, el 10 de junio de 2003, fecha que por aras a la casualidad coincide con otro hecho histórico en la Comunidad Autónoma Madrileña, ya que fue el día que se perpetró el nefasto hecho antidemocrático en el parlamento regional madrileño, denominado Tamayazo. Pero eso es otra historia.

Años después, en el en 2007, coincidiendo con el 30 aniversario del atentado fascista y ya constituida, en 2005, la Fundación Abogados de Atocha, solicitamos al gobierno del ayuntamiento madrileño la colocación de una placa que explicara el significado del Monumento, tal como dice su texto: “para conocimiento del pueblo de Madrid y quienes nos visitan”, propuesta que fue aceptada de inmediato por la Corporación Municipal. Era la época de Alberto Ruiz Gallardón, como alcalde de la ciudad madrileña.

Habíamos detectado dificultad a la hora de comprender por parte de los ciudadanos -especialmente extranjeros- el porqué de la escultura de Juan Genovés y en ese lugar de Madrid, sin placa explicativa.  Al día de hoy la leyenda de la Placa explica de forma resumida su significado, del mismo modo que hoy hago yo con en este artículo de opinión.  

Recordar que “El Abrazo”, en sus comienzos, fue un cuadro pintado por Juan Genovés en los años 70, un símbolo de la transición política española, con cuyas copias en forma de póster se revindicó la amnistía y la libertad en nuestro país. Uno de estos pósteres estaba colgado en el despacho de abogados laboralistas en Atocha 55. En la actualidad el cuadro original esta expuesto en la sede del Congreso de los Diputados, cedido por el museo Reina Sofia.

También se conoce esta obra popularmente con el nombre de “Amnistía”, por haber sido utilizada por la Junta Democrática en 1975/1976 para pedir la liberación de los presos políticos de la Dictadura Franquista en España, reproduciéndose miles de copias, que se vendían para sufragar los gastos de la campaña.

Igualmente, el cuadro fue durante muchos años el símbolo de la prestigiosa ONG, Amnistía Internacional, organización por aquel entonces todavía incipiente en España. Con los ingresos económicos de la venta de reproducciones de El Abrazo, pudo costear su primera sede en Madrid.

Cartel de El Abrazo dedicado por Juan Genovés a las CCOO de Madrid, con motivo del 25 aniversario de su constitución (1976/2001).

También y de la misma manera, en el 2001, CCOO de Madrid eligió esta obra de El Abrazo, para publicitar el 25º aniversario del sindicato en la región madrileña, reproduciéndola en libros, carteles, agendas, pegatinas, etc, tras recibir la autorización de su autor.

Esta es la historia, sin entrar en muchos detalles, e intrahistorias -que también las hubo- del porque la esplendida estatua de Juan Genovés, ya fallecido, estupendo artista, sobre todo pintor, con más de 5000 obras repartidas por el mundo y amigo de las CCOO, está situada en el corazón de la capital de España.

Francisco Naranjo Llanos, director de la Fundación Abogados de Atocha (2013/2024) y sindicalista de CCOO.

NOS SALVAREMOS POR LOS AFECTOS

 

En la presentación del libro El pasado es la linterna del futuro de Paco Naranjo, con Unai Sordo, Pepa Páez, Patricia Moreno, y un amplio grupo de amigos y amigas.

Lo intento de nuevo. No es fácil. A ver si me explico sin herir susceptibilidades. Vamos al grano. Llevo en labores sindicales casi medio siglo. Fui elegido enlace sindical por primera vez en mayo de 1975 y desde entonces no he dejado de trabajar lo más honestamente posible para CCOO. Unas veces a pleno rendimiento y otras compaginándolo con mi labor profesional en Renfe.

He pasado por distintas etapas y responsabilidades sindicales en diversas estructuras del sindicato. En el sector ferroviario, en la federación de Comunicación y Transportes y, sobre todo, por el mucho tiempo dedicado, en CCOO de Madrid,

En esta estructura sindical, al margen de ejercer 26 años de responsable de Comunicación, he estado representando a CCOO en distintos estamentos, Entre otros, en la Federación de Cooperativas de Viviendas Madrileñas, en VITRA-Madrid, la cooperativa de viviendas de CCOO, formando parte de su consejo rector desde su constitución en 1988, hasta 2021. De esos 33 años, 15 de ellos fui su presidente. Igualmente, desde la creación de la Fundación Abogados de Atocha en 2004, hace 20 años, forme parte de su Patronato, siendo su director durante los últimos 11 años.

En ninguno de esos lugares he tenido ningún tipo de homenajes, pero sí cariños de las personas con las que más cercanamente he trabajado y convivido. Personalmente, siempre he pensado, que el mayor homenaje que se puede y debe dar en estos casos, es haber desempeñado la labor encomendada con honradez y honestidad, en todos esos lugares, al servicio de un sindicato de clase como es CCOO y con la confianza de la dirección sindical respectiva.

Cuando no se tiene esa confianza, es mejor desaparecer en silencio. Además, como sabemos los “veteranos”, que no viejos, en casi todas, -por no decir en todas- las organizaciones sindicales y políticas y las estructuras de nuestras queridas CCOO, no son una excepción, se practica  el edadismo.

¿Por qué digo esto?, pues para decir con absoluto orgullo, que para mí el mayor homenaje y reconocimiento siempre ha partido del sector ferroviario de CCOO. Uno vuelve a los orígenes y siempre lo he dicho alto y claro, el cariño es reciproco:  En todo este tiempo dedicado al sindicalismo, mi cabeza la he tenido donde desempeñaba mi labor sindical, pero mi corazón lo he seguido teniendo en las CCOO ferroviarias.

En el sector ferroviario, es donde más aprendí y con la edición y publicación de mi último libro, El pasado es la linterna del futuro, con motivo del 60 aniversario del nacimiento de las CCOO ferroviarias y su presentación el pasado mes de diciembre, por parte de los máximos responsables de CCOO, de la Confederación y del Sector, (Unai Sordo y Pepa Páez) y acompañado por un amplio grupo de amigos y amigas, me he sentido muy a gusto y la mar de reconocido y homenajeado.

Aprovecho estas líneas para reiterar mi agradecimiento más sincero a la dirección del sector ferroviario y en especial a su máxima responsable, Pepa Páez, autora de la presentación del libro, por la colaboración y el interés demostrado en “enredarme en el proyecto”, para que escribiera y publicara el libro mencionado.

Igualmente agradezco a Unai Sordo, autor del prólogo del libro, por sus palabras el día de la presentación, en especial aquellas, donde resalta, que la obra, además de ser una historia sindical, incorpora muchas vivencias e intrahistorias, “ya que la historia adquiere profundidad cuando se explican historias de vida, porque ellas dan una explicación mucho más certera de las cosas ocurridas”, coincidiendo con la filosofía del libro y de mi sentido de la vida.

Algunas paginas del boletín digital numero 161, del sector ferroviario de CCOO 

Y como colofón, que el boletín informativo digital del sector ferroviario, CCOONECTAMOS, en su número 161, dirigido por Patricia Moreno y editado a primeros de enero de 2025, le dedique un amplio reportaje a la presentación del libro El pasado es la linterna del futuro, ha sido lo más.

En definitiva, puedo asegurar y aseguro, que estos detalles de apoyo y difusión de la obra, es de lo mejor que me ha podido pasar en mi largo periplo sindical. Los largos meses de trabajo que me ha costado escribir el susodicho libro, está siendo compensado con creces, con el cariño que me están demostrado las compañeras y compañeros del sector ferroviario. Ya lo decía Ernesto Sábato: “nos salvaremos por los afectos”.

Francisco Naranjo Llanos, director Fundación Abogados de Atocha (2013-2024) y sindicalista de CCOO.