LEMA DE ESTE BLOG...

LEMA DE ESTA BLOG: ... hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida. (Miguel Hernández)

57 AÑOS ENTRE VIAS, MAQUINAS Y ESTACIONES


Estación militar de Cuatro Vientos 
Corre’l tren retumbando por los jierros  de la via. Retiemblan 
los recios arcornoques que’ esparraman    
al reor del troncón las hojas secas.
Juyen las yuntas cuando´l bicho negro
 silvando traquetea.
S´esmorona un terrón y el jumo riñe
con las ramas d´encinas que l´enrean...

(Estrofa del poema “Compuerta” de Luis Chamizo) 

Era jueves 1 de abril de 1965, un mes que comenzaba a despuntar la primavera, cuando algo más de dos centenares de jóvenes que acabábamos de cumplir la mayoría de edad, ingresábamos como militares en prácticas de ferrocarriles en el cuartel militar de ingenieros de Cuatro Vientos en Madrid, dispuestos a comernos el mundo. 

Ahora que ya hemos cumplido los tres cuartos de siglo de nuestra vida, -el que menos tiene 76 años- comer, lo que se dice comer, comemos poco, pero la memoria la tenemos intacta y ella hace fluir los recuerdos e historias de aquellos años. Una parte de nuestros compañeros han conseguido lo que consideraban un sueño: ascensos, familia, desarrollo de sus ideas políticas o sindicales, etc, otros se han ido quedando en el camino, pero siempre estarán en nuestra memoria. Nuestras más sentidas condolencias a sus familiares y descansen en paz todos ellos. 

Pero lo que está claro es que la mayoría, con más o menos fortuna, no hemos dejado de luchar nunca por abrirnos paso en una sociedad que no ha sido ni será fácil en un próximo futuro. Solo con mirar algunas fotografías de por aquel entonces los recuerdos fluyen a borbotones. Recuerdos que hacen escribir a la pluma apenas sin obligarla. Cuantas historias podríamos contar del tren, de las maquinas, de las estaciones y de las vías, cada uno de nosotros en estos 57 años, solo observando el entorno que nos ha rodeado.

1968: Cursillo de Circulación en Granada
Hablamos hoy, pasado el equinoccio de otoño de 2022, en los primeros días de octubre, paseando por esta ciudad milenaria y monumental como es Mérida, patrimonio de la humanidad, capital de la antigua Lusitania, llamada por aquel entonces Augusta Emérita conmemorando y celebrando las efemérides del 57 aniversario de nuestro ingreso en la compañía ferroviaria RENFE, como militares en práctica de ferrocarriles.

Después de que hayamos estado conmemorando nuestros aniversarios anuales en otras ciudades de España -los últimos años en Segovia, La Coruña y Sevilla-  hoy nos encontramos juntos de nuevo en Mérida, eso sí con dos años de retraso, pues pensábamos estar en esta bonita ciudad en el 2020, pero la maldita pandemia nos impidió venir, pero en esta ocasión ya estamos aquí para visitar lo mucho que tiene que ver Mérida, pero también para divertirnos, para pasar unas horas agradables, para conmemorar unas fechas que hicieron mella en nuestras vidas, así como para recordar el camino que voluntariamente comenzamos a recorrer juntos en aquel lejano 1 de abril de 1965.

“La alegría es una forma de resistencia”, decía el poeta y escritor, Luis García Montero, días después de la muerte de su mujer la escritora Almudena Grandes; nosotros celebramos estos aniversarios con alegría y satisfacción, resistiendo al tiempo y caminando con la frente muy alta, pues somos un trazo de este país llamado España, “mi querida España”, decía la cantante Cecilia, país donde nos ha tocado vivir para arrimar el hombro y con el espíritu de conseguir entre todos hacerlo mejor en el futuro para disfrute de las generaciones venideras.

Conmemoración en Mérida del 57 Aniversario de la 25 Promoción (1965/2022)

Tirando de hemeroteca personal, encontré entre mis papeles, algunos párrafos escritos a mano, de mi intervención en la celebración del 25 aniversario en Ávila en 1990. Decía yo entonces: “Dentro de 25 años, unos más gordos, otros más calvos, todos estaremos dispuestos a conmemorar el 50 aniversario, con nuestros achaques, pero allí estaremos”. 

Eso lo decía entonces, hace 32 años, ahora resulta que hemos ido más allá del 50 aniversario, pues estamos cumpliendo el 57 aniversario y aquí estamos, unos más felices, otros más tristes, todos más gordos, pero con ilusión de pasarlo bien en la vida, con 76 años de edad y 57 años desde que nos conocimos por primera vez en un lugar de Madrid, de cuyo nombre si quiero acordarme: Cuatro Vientos.

Como lo valiente no quita lo cortes, aprovecho para agradecer de corazón al alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, su disposición a recibirnos y a compartir un rato de su segura cargada agenda para conversar con nosotros. Gracias alcalde, reciba un abrazo colectivo de estos chavales y chavalas, pues nosotros más que mayores, somos personas de juventud acumulada.

Sala de plenos del Ayuntamiento de Mérida: Recepción con Antonio Rodrigue Osuna, alcalde de  la ciudad emeritense.

Igualmente agradecer a la entidad sin ánimo de lucro, Plena Inclusión Mérida, por las facilidades dadas en la fabricación de los regalos artesanales que nos han elaborado como recuerdos de Mérida, combinando uno de sus monumentos más emblemáticos con el ferrocarril. Gracias por la labor que realizáis en defensa de los derechos de las personas con discapacidad intelectual y sus familias. 

Reseñar también en esta breve crónica el agradecimiento al buen hacer y las excelentes explicaciones de los guías -Vito y Victoriano- que nos envió la "Asociación Amigos Museo Romano"pues nos deleitaron con sus saberes.

Y en el capitulo de agradecimientos no podemos olvidarnos de la amabilidad y buen hacer profesional del personal del hotel Palace de Mérida, lugar donde hemos pernoctado, desde la recepción hasta los camareros, con mención especial a las responsables que aquello funcione. Me refiero a las dos Marisas. Gracias a todos por vuestro excelente trabajo.

No quiero finalizar esta breve crónica escrita con el corazón, en el corazón de Extremadura, (Mérida), sin comentar lo que decía Joan Manuel Serrat, el pasado 11 de septiembre, durante su actuación en el Teatro Romano: “esto es una despedida pero, sobre todo, es una fiesta” y añadía: ”dejemos aparte las melancolías y nostalgias porque sólo nos queda el futuro”, pues bien yo me atrevo a decir, parodiando a Serrat, que este 57 aniversario en Mérida, es de conmemoración, pero sobre todo es una fiesta, así que aparquemos las melancolías  y nostalgias y a pasarlo lo mejor posible,  que nosotros, los de la 25, pasado ya tenemos, así que solo nos queda futuro

En fin, reitero aquí en esta ciudad monumental emeritense hemos estado y la mayoría acompañados por nuestras queridas compañeras. Mujeres que han estado al pie del cañón en las maduras, pero también en las duras, que también las ha habido, pues no todo ha sido un camino de rosas. Un abrazo a todos, a los que habéis venido, pero también a los que por una serie de circunstancias se han tenido que quedar en sus casas. ¡Viva la 25 promoción! por muchos años.

Aprovecho para recomendaros que escuchéis completo el poema con el que comienzo este escrito: "Compuerta"del poeta mas conocido de la tierra extremeña. Luis Chamizo. Son solo cinco minutos de buena poesía castúa, el dialecto extremeño y además habla del tren y su maquina, ese "bicho negro".   Aquí os dejo un video de dicho poema.

"Compuerta" poema del libro El miajón de los castúos, de Luis Chamizo 

Francisco Naranjo Llanos es director de la Fundación Abogados de Atocha, Sindicalista de CCOO y Jubilado de RENFE. 

P.D.- Este articulo de opinión también esta publicado en Madridiario