LEMA DE ESTE BLOG...

LEMA DE ESTA BLOG: ... hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida. (Miguel Hernández)

Dos Patrias: Un libro escrito con la cabeza, pero con trocitos de corazón en sus paginas


Decíamos ayer...
decía D Miguel de Unamuno en 1930 a sus alumnos en la Universidad de Salamanca, después de volver de su exilio forzado en Canarias. Exilio al que fue condenado por el dictador Primo de Ribera, expulsándolo de su catedra 7 años antes, es decir en 1923.

Decíamos ayer, decimos nosotros, después de haber presentado en este mismo lugar y con los mismos o similares amigos que hoy estamos aquí, la excelente obra de memoria histórica de Pablo Fernández Miranda, “Pisare sus calles nuevamente” el pasado 8 de mayo de 2019, hace ya dos años y más de 5 meses, pues hoy es 21 de octubre de 2021, pero parece que fue ayer y encima con los mismos protagonistas en esta mesa, con Javier López, con Carol G Fernández Miranda y sobre todo con el protagonista principal. Pablo Fernández Miranda de Lucas.  Gracias Pablo por volver a acordarte de mi para presentar otra joya de libro que acabas de publicar, titulado “Dos patrias”.

Y a pesar del poco tiempo trascurrido, por medio hemos pasado -aun la estamos pasando- la terrible y maldita pandemia, que nos ha dejado un reguero de muertos, sobre todo del personal de riesgo por la edad, en la que nos encontramos muchos de los que estamos aquí. Esperemos poder seguir viéndonos las caras, al menos en la calle y con la prudente y necesaria distancia de seguridad.

En fin, vamos a lo que nos ha traído hasta aquí, hoy: a presentar, como decía antes, otra gran obra de la factoría Fernández Miranda. Pues no solo ha colaborado él, sino también su compañera Gema y su sobrina Carol, que yo sepa y seguro que algún familiar más y luego dicen de la factoría Almodóvar…Un libro digo escrito con la cabeza, pero que se le ve trocitos de corazón en sus paginas

El libro es sobre los 3000 niños de Rusia y como he dicho antes se titula “Dos Patrias” y aunque se puede leer perfectamente de forma independientemente o cronológicamente pues en parte es continuación del anterior, el de “Pisaré sus calles nuevamente”.

Sus historias se desenvuelven -y de ahí el título- parte en la España de la postguerra siguiendo los pasos de Tino, el primer retornado y padre del autor, y otra parte de sus historias en la Unión Soviética, donde permanecieron sus compañeros durante la Segunda Guerra Mundial y los años posteriores hasta el retorno de muchos de ellos en 1956 y 1957 a España, donde la gran mayoría fueron tratados bajo sospecha y tuvieron que superar dificultades de todo tipo.  

En esta segunda obra, Dos Patrias, el autor se centra especialmente en las dificultades que soportaron en España esos primeros repatriados y, a la vez, las que sufrieron los “niños” en Rusia durante la Gran Guerra, la postguerra y el posterior retorno. .

De pie: Carol, Javier y Naranjo. Sentado Pablo 

Este libro son las intrahistorias de parte de los 3.000
niños -y también niñas- pues casi el 50% eran niñas, que crecieron en una tierra muy lejana a la suya y en el seno terrible de la guerra contra el nazismo. Unos combatieron; otros, los más pequeños, fueron llevados a la retaguardia más alejada de los frentes, a veces hasta lejanas repúblicas donde padecieron hambre y frío.

Estos niños nunca perdieron su identidad española, ni por supuesto su cultura. La gran mayoría siempre quiso volver y muchos de ellos lo consiguieron, como dije antes, ya adultos, en 1956 y 1957.

Antes con los pies en la Unión Soviética y la cabeza en la patria española, después, físicamente en España desde donde sus pensamientos y parte de su corazón volaban a esa otra patria donde quedaron amigos, novios y novias, hermanos y a veces hasta hijos. 

Un libro de intrahistorias que nos relata la vida de unos héroes anónimos cuyas peripecias merecen ser contadas. Cada uno tuvo que reinventarse una y otra vez para subsistir, pariendo, de su interior, una nueva vida como si de tres mil matrioskas se tratara. Y de esta forma, saliendo la una de la otra, se suceden las historias cada cual alumbrada por la anterior. De ahí la preciosa portada del libro.

En fin, un libro que seguro va a tener el mismo éxito que el anterior, o más, el anterior ya con más de 1.000 ejemplares vendidos y que hacen posible que las historias de estos héroes anónimos se vayan conociendo.

Bueno, voy a ir terminando, pero antes …como decíamos ayer, voy a repetir básicamente parte de lo que dije ayer...es decir hace dos años y cinco meses, en la presentación del otro libro de Pablo:  Pisare sus calles nuevamente:

Recurriendo de nuevo a Unamuno, la historia, decía, es el ruido de las grandes olas de un océano, su superficie aparatosa y espectacular, mientras que la intrahistoria serían las profundas y tranquilas aguas del mar, o, dicho de otra manera, la historia son los grandes titulares de los medios de comunicación y la intrahistoria es la letra pequeña de esos medios.

Para mí la obra de Pablo Fernández Miranda es una suma de intrahistorias, que enlazadas hacen posible una gran historia de los Niños de Rusia, que merecería estar en muchos colegios para que los jóvenes adolescentes conocieran como vivieron sus bisabuelos o abuelos, como decía la cantante Cecilia, en esta nuestra querida España.

Y no quiero finalizar sin decir alto y claro, que hemos realizado este acto para hablar de un libro, pero también de quien lo ha escrito y he de decir que Pablo es, desde que tiene uso de razón, un luchador por la democracia en nuestro país, pue él, aparte de lo que pone en la solapa del libro de sus estudios, licenciado en la facultad de derecho y de ciencias políticas y sociología en la Universidad Complutense -que está bien-, ha sido y es una persona comprometida desde muy joven con los valores de la izquierda en nuestro país y por ellos ha luchado y sigue luchando, tanto en el sindicalismo, en CCOO, como militante en partidos políticos de izquierda, como escribiendo libros como este del que estamos hablando hoy..

En fin, termino: Solo reiterar lo dicho de pasada anteriormente, que este libro Dos Patrias, es un libro escrito con la cabeza, pero una vez que lo comienzas a leer se ven trocitos de corazón en sus paginas

 

Francisco Naranjo Llanos

Director de la Fundación Abogados de Atocha

 

LUNA MENGUANTE 79, ´42 AÑOS DESPUES…


Pues sí, hemos vuelto al lugar y al pueblo que albergo aquel mítico festival de la Luna Menguante el 18 de agosto de 1979. Ya ha llovido y han pasado años. Concretamente 42 y por aquel entonces mi compañera tenia 27 y yo 33, así que hagan cuentas.

Estamos hablando del gran Festival que se celebró en la finca de El Guardao en la localidad de Fuenteguinaldo, un precioso pueblo de Salamanca, cerca de la raya de Portugal. Lugar donde gracias a la iniciativa de varios jóvenes de la zona, -alguno no había nacido por aquel entonces- se esta grabando a personas que estuvieron en él, pues se va a realizar un seguro buen documental sobre aquel irrepetible evento. Gracias especiales a Chema Dorado y Sergio Olvidado. Grandes los dos.

Seguro estoy que en esta ocasión va a salir adelante ese necesario proyecto, en recuerdo de un gran acto cultural que reunió más de 20.000 jóvenes y menos jóvenes, en plena transición democrática en una zona de nuestra querida España, que decía Cecilia, que no tenía tradición musical de ningún tipo. Pues allí lo más importante eran los toros …

Y allí hemos estado un día para participar en el documental y confraternizar con personas que vivieron el evento al igual que nosotros y otras muchas que habían oído hablar de él. Como lo vivimos nosotros -mi compañera y yo- lo podéis leer en la entrada que escribí en su día, ya hace mas de 10 años, pichando en el siguiente enlace.https://ronteky.blogspot.com/2011/06/festival-de-la-luna-menguante.html

En cuanto a este día, el pasado 18 de agosto de 2021, comentaros que nos encanto hablar con unos y con otros. Para mi especial interés y empatía tuve el conocer al joven alcalde de entonces -27 años- Dionisio Sánchez, que apoyo en su día aquel mítico concierto y que en muy pocos minutos de conversación, -concierto de los BACK TO THE COVERS por medio-, tuve tiempo más que suficiente para darme cuenta que Dionisio, con sus 20 años continuados de mandato como alcalde en Fuenteguinaldo, (1979/1999), era, es, uno de esos héroes anónimos, que nacieron al calor de la transición, es decir al pasar España de la dictadura franquista a la democracia.

Grabando en Fuenteguinaldo para el documental Luna Menguante 79 

Héroes injustamente olvidados, de muchos pueblos pequeños de la España Vaciada, olvidados por los habitantes actuales de los muchos avances que realizaron las corporaciones locales en la década de los 70/80, con pocos recursos, pero muchas ganas e iniciativas y ahora parece que no hicieron nada. ¿O alguien cree que las obras de poner el agua corriente, el alumbrado y los asfaltados de calles, vinieron caídos del cielo?. Yo he conocido, tanto en Andalucía, como en Extremadura y ahora en Castilla León casos similares a Fuenteguinaldo y al joven Dionisio.

Y hablando de alcaldes, gracias a la alcaldesa actual de Fuenteguinaldo, M.ª Lourdes Palos, a la que también tuve el gusto de saludar, por su aportación al 42 aniversario del festival, con la programación del interesante concierto de los Back to the covers que disfrutamos en esa noche tan agradable en la plaza de este bonito pueblo. Por cierto, alcaldesa, hablando con Dionisio, pensamos que no estaría de más, sino todo lo contrario, que a la entrada de la finca de El Guardao se pusiera un monolito, o alguna otra cosa, donde quedara para la posterioridad señalado que en aquel lugar se celebró el mítico festival de #lunamenguante79.  

Puerto Perales 

En fin, voy terminando, al día siguiente de este fantástico día en Fuenteguinaldo, además de disfrutar un ratito de la turística y bella ciudad de Ciudad Rodrigo, de vuelta a Mérida, de nuevo volvimos a bañarnos en una de las pozas, gargantas, o piscinas naturales, que pueblan los limites de Extremadura y Castilla León, en esta ocasión en la de Puerto Perales, precioso lugar, también muy recomendable.

En definitiva, otros dos días inolvidables, por supuesto no tanto como los de hace 42 años, pero todo muy bien. Eso sí, el cansancio al llegar a casa, no era el mismo. Serán los años.

Termino deseando volver a Fuenteguinaldo de nuevo al estreno del documental #lunamenguante79, que, seguro que no tardara tanto, como en esta ocasión su reconocimiento público. Y que nunca se olvide que la mejor vacuna contra la ignorancia y el olvido histórico, es la cultura y la educación, lo demás todo es complementario.

 

Francisco Naranjo Llanos

Director de la Fundación Abogados de Atocha


MUJERES LUCHADORAS EN EL FERROCARRIL...DE PEPA VAZQUEZ A PEPA PAEZ

Por azares del destino he coincidido hace unos días con la hermana de una mujer ferroviaria luchadora, pionera en el ferrocarril: Pepa Vázquez, la primera mujer -mejor dicho, la única- que participo en la negociación del primer Convenio Colectivo de RENFE en 1976.

Como consecuencia de ello comencé a rascar en la memoria la década de los años 70, del siglo pasado. En concreto el año 1976, cuando un grupo de activistas ferroviarios comenzábamos a pergeñar una plataforma reivindicativa para intentar conseguir negociar el primer convenio colectivo en RENFE.

Un año antes, en 1975, se celebraron las últimas elecciones sindicales del vertical (sindicalismo franquista), elecciones en las que las candidaturas apoyadas por CCOO alcanzaron muy buenos resultados para enlaces sindicales, pero con las zancadillas que ponían los caciques del franquismo era prácticamente imposible llegar al Jurado de Empresa, que era el órgano que negociaba las cuestiones laborales.

Así las cosas y con una militarización de por medio decretada en enero de 1976, en RENFE y otras empresas, realizamos un amplio periodo de asambleas de base para elaborar la plataforma reivindicativa y elegir representantes, al margen del Sindicato Vertical, que finalizo en noviembre de ese año, con la elección de una Comisión Negociadora, comisión que negoció con la dirección de RENFE, firmando el primer convenio colectivo de esta empresa el 20 de diciembre de 1976.

Y en esa Comisión Negociadora de 25 miembros, había una mujer JOSEFA VÁZQUEZ VÁZQUEZ, “Pepa Vázquez”, Informadora de Sevilla Plaza de Armas, de 25 años, estudiante de derecho, carrera de abogada que finalizo al comienzo de los años 80 y que ejerció tanto en Sevilla como en Alicante, lugar de donde volvió a su Andalucía, para morir en la primavera de 2020, a la edad de 70 años, no está claro si por efectos de la maldita pandemia. DEP Pepa.      

Por aquel entonces se contaban con los dedos de una mano las mujeres que participaban en lo que denominamos en aquellas fechas “Pleno de Representantes Ferroviarios”, organismo unitario creado al margen del Jurado de Empresa y de esas pocas era ella, Pepa Vázquez, la que más destacaba en las reuniones, una joven y simpática sevillana de 25 años. Yo por entonces tenía 30. Hay que tener en cuenta que hablamos de 1976, un año después de morir el dictador.

Recuerdo por aquellas fechas a más compañeras, a Minerva García de Madrid, a Teresa Hernández de Contratas Ferroviarias, a Amparo de Valencia, a Otilia de Barcelona, Mercedes Blanco de Zamora y por supuesto la más conocida, María Jesús Álvarez, de Madrid.

Decía Pepa Vázquez, en el boletín “Carril” de los ferroviarios en CCOO, en su numero de enero de 1977, “que una de las cuestiones que había que desarrollar urgentemente, del Convenio recién firmado, era la necesidad de eliminar la discriminación de la mujer en cuanto a puestos de trabajo, entre el personal masculino y el femenino”. Qué razón tenía Pepa y lo que costo esa reivindicación, a pesar de tenerlo escrito para desarrollar y aun lo que falta para que sea real. Al menos, hasta dos años después, en 1979, no salió la primera convocatoria de ingreso en las categorías vetadas para mujeres: Factores, Ayudantes de Maquinistas, Especialistas de Estaciones, etc

Hay que tener en cuenta que a las mujeres en RENFE solo se les permitía trabajar en puestos de oficinas, de informadoras, de limpiadoras y para de contar y encima merced a una Ley Franquista en la que el Estado "liberaba a la mujer casada del taller y de la fábrica", obligaba por decreto a la mujer a dejar la empresa si contraía matrimonio.

Demencial todo, pero real. Y fue gracias a la lucha de mujeres como Pepa Vázquez y otras las que consiguieron suprimir esos corsés y otros. Es verdad que CCOO y los hombres del sindicato siempre las respaldábamos, pero de “aquella manera” y lo dice uno que lo vivió en directo.

Un ejemplo de “nuestro apoyo” a la mujer por aquel entonces: El 7 y 8 de octubre de 1977 celebramos en Madrid el primer congreso del Sindicato Ferroviario de CCOO. Elegimos -se eligieron- del conjunto del Estado 50 personas para la Comisión Ejecutiva: 48 hombres y 2 mujeres. (María Jesús Álvarez y Teresa Hernández). El Consejo Estatal Ferroviario de CCOO lo componían 140 personas: 135 hombres y 5 mujeres (María Jesús de Madrid, Teresa de Contratas ferroviarias, Otilia de Barcelona, Amparo de Valencia y Concepción de Barcelona). Por supuesto el porcentaje de mujeres sindicalistas era pequeño, pero tanto…

Años después fuimos avanzando en el camino y hasta la fecha, fecha que por cierto para mi es una satisfacción y lo digo con orgullo que la persona que ostenta la máxima representación de mi sindicato, (CCOO en el ferrocarril), sea una mujer: Pepa Páez Parada, una muy buena sindicalista y mejor persona y para mas señas, de Andalucía, al igual que la pionera Pepa Vázquez. Casualidades que da la vida: Y en fechas de una Pepa a otra Pepa solo van 45 años (1976/2021).

Y por supuesto estoy muy de acuerdo con ella (Pepa Páez) cuando en un acto público en Atocha, relacionado con el 8M, día Internacional de la mujer, el pasado año 2020, decía sobre la igualdad en el sector ferroviario:     

“El camino hacia la igualdad efectiva entre hombres y mujeres no es sencillo… como no lo han sido ninguno de los cambios sociales durante la historia, pero vamos dando pasos en la buena dirección. El sector ferroviario ha sido, históricamente, un ámbito donde las mujeres no lo han tenido fácil. A nadie se le escapa que el ferrocarril, desde sus inicios, ha limitado el acceso de las mujeres al empleo, pero precisamente por eso, no podemos restar valor a lo que hemos conseguido durante estos últimos años.

En este sector partíamos de un escenario desolador: El marco de relaciones laborales diseñado por RENFE era claramente sexista, ya que, entre otras muchas cuestiones, las trabajadoras eran obligadas, por su condición de mujeres, a la excedencia forzosa cuando contraían matrimonio o tenían vetado el acceso a determinadas profesiones.

A esto había que sumar que la mayoría de las personas que accedían lo hacían a través del ejército, donde sólo había hombres, y las Escuelas de Aprendices que, desde su creación en 1947 hasta 1979, vetaba el acceso de mujeres.

Comisiones Obreras fue una de las primeras organizaciones que incorporo en sus estrategias y organización la lucha de género. En 1976 se recogieron, en el anteproyecto del convenio colectivo, toda una serie de reivindicaciones que debían poner fin a la discriminación sexista de las trabajadoras ferroviarias, llamándose a una movilización general contra ella.

Muestra de esta implicación de CCOO en la eliminación de la discriminación por razón de género es que la primera mujer que formó parte, en 1976, de la Plataforma Negociadora, constituida por otros 24 hombres, militaba en nuestra organización…”. Un diez por el texto, claro y sencillo.

Para terminar por mi parte, solo comentar una cuestión que ya lo he dicho públicamente en más ocasiones. La última recientemente en la presentación del excelente libro “Ochocientos Brazos” (El movimiento obrero en el ferrocarril durante el franquismo) del historiador y además amigo Miguel Muñoz:

A lo largo de mi vida personal las mujeres me han enseñado mucho más cosas positivas que los hombres, comenzando por mi madre y terminando por mi compañera, con la que llevo conviviendo medio siglo, pero en lo sindical y sobre todo en el capitulo de la igualdad y la solidaridad, han sido muchas las mujeres sindicalistas las que me han dado clases magistrales y es aun cuando viajo en tren cuando veo a una Jefa de Estación o cualquier otra categoría, me emociono y es cuando más me acuerdo de los nombres de aquellas luchadoras pioneras ferroviarias en su lucha por la igualdad y solidaridad.

Creo y lo digo sin reproches, que de vez en cuando estas mujeres y muchas más que aquí no se han mencionado, se merecerían un necesario homenaje de CCOO, su sindicato, por su difícil lucha, aunque algunas como Pepa Vázquez o Mercedes Blanco, ya no puedan asistir por no estar con nosotros.

 

Francisco Naranjo Llanos

Ferroviario y Director de la Fundación Abogados de Atocha     

     

23 DE ABRIL, DÍA DEL LIBRO: “QUE FLOREZCAN CIEN ROSAS”

 


El 23 de abril, día del libro, para mi es el día de Pilar Blanco, pues desde hace muchos años siempre he relacionado este día con ella, pues aun recuerdo cuando  en la década de los años 90 del siglo pasado, entraba por la sede de CCOO de Madrid, en la calle de Lope de Vega de Madrid, cargada de libros,  escogidos con todo cariño en las librerías de viejo de la Cuesta de Moyano, para regalar a los que ella consideraba sus mejores amigos y amigas…Cuantas anécdotas agradables tenemos de esa gran compañera todos los que convivimos con ella.

 Pero quien es Pilar Blanco?

En los años sesenta llegaban muchos emigrantes de provincias para trabajar en Madrid, Pilar Blanco Villarroel era una de esas personas. Su intención sólo era trabajar en la capital pero con el tiempo triunfó. Los que hemos estado muchos años a su lado estamos seguros de ello.

 Ella llegó sin hacer ruido, despacito, sin prisas, sin alterarse y se encontró en un momento dado dentro de un polvorín político y sindical como fueron los últimos años de la dictadura y los años de la transición de la dictadura a la democracia en España.

Trabajó de metalúrgica en la que siempre fue su empresa, aunque ya no existe: Isodel, una empresa del metal situada en Méndez Álvaro y que vivió muchas movilizaciones y una autentica crisis en los años 1975/1980 que finalizó con el cierre total... Allí estaba ella de enlace sindical, al lado de dirigentes sindicales que les llevaban años de experiencia sindical, luchando por sus compañeros de Isodel y del metal para conseguir las mejores reivindicaciones para la clase trabajadora.

No hay que olvidar que en aquella época se podían contar con los dedos de la mano las mujeres que se dedicaban a representar sindicalmente a los trabajadores. Pilar era una de ellas.

Pero a Pilar le gustaban las palabras, así que cuando definitivamente cerraron la empresa, en la década de los  80, terminó periodismo y fue una periodista de raza. Cuando comenzó a colaborar en CCOO de Madrid al comienzo de los 90, apenas existía el gabinete de comunicación como tal y fue ella, conjuntamente conmigo, quien más contribuyo  a que nuestro sindicato, CCOO, con mayúsculas, se diera a conocer entre los medios de comunicación de la Comunidad Autónoma Madrileña, además de colaborar con la revista  Unidad Obrera y posteriormente con el periódico Madrid Sindical.

Cuando en el año 2000, por motivos de procesos congresuales en el sindicato, se hizo cargo de la dirección de Madrid Sindical -periódico de CCOO de Madrid- acababa de volver de una larga baja laboral por una grave operación, de la cual en su recuperación tuvo incluso que aprender a  hablar, andar y leer correctamente.

Le dio algo de miedo no responder al reto de mantener el prestigio que había adquirido Madrid Sindical, pero supo sobreponerse a sus miedos y sus dudas y superó ese reto con sobresaliente. Todos los que trabajábamos con Pilar lo sabemos muy bien y los lectores del periódico también. Ahí están en las hemerotecas y los cerca de 7 años y más de 70 números editados bajo su dirección para demostrarlo. En esto también  triunfo plenamente.

Pero donde sin duda, donde más triunfo, fue en los valores de la vida: sin prisas, sin ruidos, sin alterarse, despacito, iba desgranando su filosofía social y política; la justicia, la libertad, el ecologismo, el apoyo a los más débiles, sus lecturas, sus libros. No hacía una sola crítica de un libro, para su querida página de Madrid Sindical, "Agenda", hasta que lo leía  y releía reiteradamente..

Sus más de cien columnas de la última página del Madrid Sindical, primero firmando como Pilar Blanco y después con el seudónimo de Clara Pérez, o Feli Gutiérrez, como homenaje a sus abuelas, dan muestra de su pensamiento sindical, social y político sobre los temas y las personas. Todas estas columnas están recogidas en el libro póstumo “Que florezcan cien rosas” ( puedes leerlo en este enlace... libro ), editado por CCOO de Madrid en abril de 2007, y que sus compañeros y especialmente sus compañeras, le dedicaron en su memoria. El título del libro es copia de uno de los artículos de Pilar dedicado a Dolores Ibarruri “La Pasionaria”.

Cuando llegaba el 23 de abril -día mundial del libro- siempre regalaba varios libros para algunos amigos y compañeros, sobre todo para recordarnos que teníamos que ver menos la TV y leer más libros. Tenía también razón en esa aseveración.

Pilar, metalúrgica, sindicalista y periodista, triunfo, en todo lo que se propuesto, excepto en una cosa: la lucha contra el cáncer, la cruel enfermedad que se la  llevo por delante.

Pero incluso en este doloroso trance, ella, Pilar, con la seriedad y dignidad que le ha caracterizado toda su vida, pidió a su familia y amigos poder ir a descansar para siempre  en el patio de la casa de su pueblo, al lado del olivo, rodeada de peonías y azucenas y cerca del lilo centenario.

En él años 2008, un año después de su muerte,  CCOO de Madrid, a través de la Fundación Sindical de Estudios, creo un premio a la Comunicación Sociolaboral, premio que lleva el nombre de una gran persona, Pilar Blanco, que era sindicalista y periodista y que sintetizaba como pocos la pasión por la lucha de la clase trabajadora y por la comunicación veraz, honesta y de interés general.

Mi compañera Isabel con Pilar Blanco en el Campamento de Sintel, en la Castellana en el 2001

En su recuerdo y homenaje, el  Premio Pilar Blanco, a la comunicación socio laboral, se entrega todos los años entorno a estas fechas, y es un reconocimiento de CCOO de Madrid y de la Fundación Sindical a los medios y a los profesionales de comunicación, que se han distinguido por divulgar noticias de interés social y laboral. Lástima que por la maldita pandemia llevemos dos años que no se da, pero seguro que al año que viene lo recuperaremos.

En fin esta es la breve historia de Pilar, esa gran luchadora de la clase obrera y gran periodista de raza, pues en un día como hoy –día internacional del libro- es necesario recordar personas como ella y  libros como “Que florezcan cien rosas” continúen floreciendo.

 Francisco Naranjo Llanos

Director de la Fundación Abogados de Atocha y sindicalista de CCOO