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LEMA DE ESTA BLOG: ... hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida. (Miguel Hernández)

LA MINA EN LLAMAS


Un interesante documental sobre la lucha de 11 mineros por el derecho al trabajo.

El pasado 21 de junio participe en la premier del documental “La Mina en Llamas”, la obra de. Manuel Luis García Cuesta, 'Lito', que se estrenó en el Auditorio “Teodoro Cuesta” de Mieres. Un documental que recoge la historia de la lucha y encierro de once mineros en la Mina Llamas, hace más de 50 años, en Ablaña, en 1967, así como el sufrimiento de sus familias para ayudarles, en especial sus mujeres. Mi participación fue un empeño de Lito y al final me convenció y allí estuvimos disfrutando y emocionándonos.

El estreno fue un éxito: Lleno a rebosar, con más de trescientas personas que se congregaron en el auditorio de la Casa de Cultura de Mieres con motivo de la premier del documental, muchas de ellas de pie y aun así una treintena se quedaron fuera.

'Lito', en su intervención en el auditorio, ha reiterado que este documental es fruto del esfuerzo colectivo, agradeciendo a todas las personas que han colaborado de una forma u otra para hacerlo posible. Además, agradeció la colaboración del Ayuntamiento de Mieres y otras instituciones a esta iniciativa y destacó que se trata de un documental que pone en valor una historia de lucha minera por el derecho al trabajo, “una historia muy grande y nos parecía injusto que quedara en el olvido”.

La historia emociona y es sobre todo humana, está concebida como un ejercicio didáctico y formativo, dirigida en especial a las generaciones más jóvenes. Es muy cercana y está plagada de sufrimientos y dolores, sin olvidar que gracias a las penurias que sufrieron esas personas, hoy disfrutamos de los derechos y libertades que ellos no tenían. 

El autor llevaba más de dos años trabajando en el documental, y asegura que ver el resultado ha costado mucho. Ha sido una terquedad por su parte. Toco muchas puertas porque creía que la historia lo merecía, pero la gran mayoría se las cerraron. Aun así, se empeñó en sacarlo adelante y al final lo ha conseguido. Los que hemos mamado esos tiempos que cuenta este documental tenemos que agradecer a personas como Lito sus esfuerzos para que historias como estas no queden en el olvido.  

Es de destacar el papel que tuvieron en esta historia las mujeres y las familias de los mineros encerrados, que reaccionaron valientemente, con una osadía que no se puede imaginar, agrupándose y movilizándose públicamente para ayudar a sus maridos. No hay que olvidar que en aquel tiempo estábamos en plena y cruel dictadura franquista.

Por fin. Estas fueron las dos primeras palabras que pronunció Manuel Luis García, conocido popularmente como “Lito”, en cuanto agarró el micrófono en el auditorio de la Casa de Cultura de Mieres y se dirigió emocionado a las personas allí presentes. Estoy convencido que muchas de esas personas desconocían por completo la historia del encierro de 1967 en Mina Llamas que llevaron a cabo once mineros para protestar contras las listas negras franquistas y reclamar su derecho al trabajo.

Dos de ellos, Jose Garcia Paramo “Pin Pegarates” y Julio Bande de la Fuente, presentes en el acto de memoria y homenaje a sus luchas.

Lito siempre los tuvo muy presentes, porque su padre fue uno de los protagonistas, -al igual que a los dos supervivientes de aquel episodio histórico que le escuchaban atentamente desde primera fila del auditorio-, pero estaba convencido de que aquella hazaña olvidada de la clase trabajadora asturiana tenía que darse a conocer y llegar a mucha más gente. 

Entre otros, Jose Manuel Zapico, secretario general de CCOO de Asturias, Manuel Luis Garcia Cuesta, "Lito", Jose Garcia Paramo “Pin Pegarates”, uno de los encerrados en 1967  y yo mismo, al final de la premier "La mina en llamas", en Mieres (Asturias). 

El documental está dividido en dos partes. La primera adopta la forma de una narración oral de un abuelo a su nieta, un cuento en el que aparecen cuevas, dragones, hadas, carbón y un “gran brujo enano”, encarnado por el dictador Francisco Franco. También se complementa con algunas escenas relacionadas con el encierro de los mineros y con la visualización de imágenes y documentos de archivo.  La segunda parte se centra en testimonios orales de los protagonistas, de sus familias y de otras personas relevantes o que tienen relación con la historia. Esperemos que las administraciones publicas de Asturias se hagan eco de este necesario documental y lo divulguen como se merece.

Un detalle de la importancia de este evento es el esfuerzo que hizo para estar presente el secretario general de CCOO de Asturias, José Manuel Zapico, que después de estar toda la mañana en Madrid, en la manifestación que reivindicaba un plan industrial, llegó a tiempo de ver el documental. Gracias Jose Manuel.

Según los medios de comunicación de la comarca, destacan dos testimonios: el de Miguel Bardem, hijo del director José Antonio Bardem, uno de los intelectuales españoles que enviaron una carta al gobernador civil Mateu de Ros, protestando contra la represión hacia los mineros asturianos y el mío propio, que además estuve presente durante el acto realizado en Mieres. Gracias por lo que me afecta.

Anabel Santiago en la premier "La mina en llamas", 
cantando "Santa Barbara Bendita"

Tras la proyección del documental, el acto tuvo un precioso colofón, con la actuación musical de la cantante Anabel Santiago, que interpretó en directo dos canciones icónicas de su repertorio. En primer lugar, “A la madre del minero”, que también forma parte de la banda sonora del documental y en segundo lugar, “Santa Bárbara Bendita”, el himno por antonomasia de la cuenca minera.

En mi participación, había traído a colación la frase del poeta francés Paul Éluard, adoptada como lema por la Fundación Abogados de Atocha: “si el eco de su voz se debilita, pereceremos”. La reacción de las trescientas personas que abarrotaban el auditorio mierense, visiblemente conmovidas por el documental y levantadas de sus asientos para entonar colectivamente con voz orgullosa el “Santa Bárbara Bendita”, demuestra que la obstinación de Lito no fue en vano: hoy el eco de la voz de los once de Mina Llamas resplandece más fuerte que nunca y está lejos de perecer.

 

Francisco Naranjo Llanos

Director de la Fundación Abogados de Atocha y sindicalista de CCOO.

Este articulo tambien lo puedes leer en Madridiario.es 

PROCESO 1001: 50 ANIVERSARIO

El 24 de junio de 1972, hace ahora 50 años, 10 de los sindicalistas que componían en aquellos momentos parte de la dirección de CCOO, - “los 10 de Carabanchel”- fueron detenidos en el convento de Los Oblatos en Pozuelo (Madrid) y encarcelados, procesados y condenados en el Proceso 1001, a 162 años de cárcel.

Por cierto, que hace unos días estuve en Los Oblatos para ver si nos daban permiso para hacer un acto allí, con motivo del 50 aniversario y con buenas palabras nos dijeron que no, pero a su vez él sacerdote que me atendió,  conto una anécdota, que sirve para conocer la violencia de la policía franquista por aquel entonces: Uno de los seminaristas, alemán por más señas, contaba días después que detuvieran a la dirección de CCOO allí reunida, que uno de los policías le había colocado el cañón de la metralleta a la altura del cuello, a la vez que lo tiraba al suelo. Como digo era un seminarista. En la actualidad es Obispo en una de las comarcas de Paraguay, según el Padre Rafael.       

Como decía, ahora se cumplen 50 años.  Los sindicalistas detenidos y encarcelados aquel día eran:

Marcelino Camacho Abad, Eduardo Saborido Galán, Nicolás Sartorius Álvarez de las Asturias, Francisco Acosta Orge, Luis Fernández Costilla, Francisco García Salve, Juan Muñiz Zapico, Fernando Soto Martín, Miguel Ángel Zamora Antón y Pedro Santisteban Hurtado.

Todos ellos fueron encarcelados y juzgados un año y medio después -20 de diciembre de 1973- por el Tribunal del Orden Público, (TOP), tribunal de represión franquista y condenados a un conjunto de 162 años de prisión, por el mero hecho de estar reunidos hablando de la necesidad de luchar por la libertad sindical y la democracia en España. (Asociación ilícita al pertenecer a CCOO dijeron los del TOP).

Estas fueron sus condenas: para Saborido 20 años y seis meses, para Marcelino 20 años, para Sartorius y García Salve 19 años, para Soto y Muñiz Zapico 18 años, para Paco Acosta, Zamora, Santiesteban y Fernández Costilla 12 años.

Con motivo de la conmemoración de estos 50 años, CCOO va a realizar diversos actos para homenajear a estas personas, pero sobre todo para recordar lo que costo la llegada de la libertad y la democracia a nuestro país, después de más de 40 años de cruel dictadura franquista. El primero de estos actos se celebrará en Madrid el próximo 24 de junio.

De los diez compañeros mencionados ya no están con nosotros cinco de ellos: Marcelino Camacho, Luis Fernández Costilla, Francisco García Salve, Juan Muñiz Zapico y Fernando Soto.

Tuve la suerte y también la edad de conocer a todos ellos, a excepción de Fernández Costilla y Muñiz Zapico, que murieron muy jóvenes. A  Marcelino Camacho, , Garcia Salve y Fernando Soto, incluso les dedique en su día un breve recuerdo  en su homenaje. Pinchando en sus nombres se puede leer.   

Del resto que voy a decir: Todos ellos son grandes referentes del movimiento obrero en nuestro país. Que puedo decir de Nico Sartorius, Miguel Angel Zamora, Pedro Santiesteban, Paco Acosta y Eduardo Saborido. Solo contare, que en especial y a partir de la conmemoración del 40 aniversario, en 2013, año que la Fundación Abogados de Atocha le concedió su preciado premio anual, por un cumulo de circunstancia tuve la suerte de intimar algo más con ellos, participando en diversos actos y cursos a delegados y delegadas sindicales jóvenes a lo largo de varios años por toda España, del 2014 al 2016.

Cursos que se realizaron a iniciativa de la secretaria confederal de Formación de CCOO, cuyo responsable era por entonces Javier Lopez Martin, persona que impulso los cursos y jornadas denominadas “del Proceso 1001 a los Abogados de Atocha”. Lastima que después estos actos tuvieran tan poca continuación.

De Asturias a Extremadura, de Galicia al País Valencia, de Cataluña a Andalucía, pasando por Cantabria, Aragón, Castilla la Mancha y Madrid, es decir una parte importante de la geografía de nuestro país, impartiendo historia del movimiento obrero y en especial de nuestras queridas CCOO a más de 1.600 delegados y delegadas sindicales, ávidos de aprender y conocer la historia de su sindicato participando activamente en estos actos. Claro que el equipo de “profesores” de los encausados en el llamado Proceso 1001, era de lujo: Saborido, Acosta, Sartorius, Santisteban y Miguel Ángel Zamora.

Pero para hablar del Proceso 1001 y de los Abogados de Atocha, -otro de los hechos históricos ocurridos en nuestro país, de gran trascendencia política y social- participaron también personas que vivieron directamente aquellos momentos, como Alejandro Ruiz-Huerta, superviviente del atentado de Atocha 55 y presidente de la Fundación Abogados de Atocha y otros abogados laboralistas, tales como Manuela Carmena, Cristina Almeida, Héctor Maravall, José María Mohedano y Antonio Montesinos. Por supuesto hubo mas personas participantes, pero solo quería destacar a algunas de ellas.

Un ejemplo a destacar de estos “profesores” ha sido Antonio Montesinos, abogado que puso en marcha el primer despacho laboralista de nuestro país, en 1965, conjuntamente con María Luisa Suárez, Pepe Esteban y José Jiménez de Parga, el de “Cruz 16”. Antonio Montesinos, con más de 90 años de edad, participo en más de media docena de actos. Más que mayor, a mi entender, Antonio es y sigue siendo, una persona con la juventud acumulada.

De todos los participantes, me gustaría destacar la emotividad, a la hora de relatar el entorno sociopolítico y el atentado de Atocha 55, de Alejandro Ruiz-Huerta. Y aunque es de sobra conocido, me sigue impresionando, la facilidad de palabra y a su vez la profundidad de lo que dice, en las intervenciones de Nicolás Sartorius, la frescura y cercanía del lenguaje de Cristina Almeida, la seriedad y convicción en los planteamientos de Pedro Santisteban, la rigurosidad de Paco Acosta, la facilidad para contar anécdotas dramáticas, pero con mucho sentido del humor, de Eduardo Saborido y por último la gran memoria histórica de Antonio Montesinos.

En aquellos actos, además del tema protocolario de los cursos, lo fundamental era dar a conocer la historia del movimiento obrero, los valores del sindicalismo de clase, como pudo desarrollarse el sindicato en unas condiciones tan difíciles…, como fue la dictadura franquista…, los despachos de abogados laboralistas…, lo que supuso para la democracia en España el atentado de Atocha 55, etc, etc. Todas ellas preguntas que era y es imprescindible responder. 


Canto juglar que narra la detención de la dirección CCOO en 1972 en clave de humor.

Video sobre el "Proceso 1001"

Por ello, en los actos, nos centramos en dos hechos históricos: El Proceso 1001 y los Abogados de Atocha, hechos ocurridos en 1972 y 1977. Cinco años de diferencia y un nexo en común: la lucha por la libertad, la democracia y la justicia social. Y que mejores profesores que las propias personas que protagonizaron esos hechos, algunos de ellos fundadores de las Comisiones Obreras en plena dictadura franquista.

En fin, tendría mucho que decir y contar de todo lo que aprendí conviviendo con ellos, verdadera historia viva de nuestro país, pero para un breve artículo de opinión para recordar a estos héroes que lucharon por la libertad y la democracia de nuestro país y no “la libertad de beber cervezas”, creo que es suficiente. Sólo me gustaría finalizar diciendo que tanto para los encausados y condenados a 162 años prisión del Proceso 1001, como a los Abogados de Atocha, dedicarle la frase del escritor francés Paul Elurd:: "Sí el eco de su voz se debilita, pereceremos".  

 

FRANCISCO NARANJO LLANOS

Director de la Fundación Abogados de Atocha y sindicalista de CCOO.

Esta cronica tambien se puede leer en Madridiario.es 

JULIAN ARIZA (*): HISTORIA DE UN COMPROMISO

De izquierda a derecha. Jose Luis Martino de Jugo, Marcelino Camacho,
Julian Ariza, Nico Sartorius y Paco Naranjo (Década de los 80)

La pasada semana se presento en Madrid, el libro, biografía, del histórico sindicalista, Julian Ariza: EL PRECIO DE LA LIBERTAD (Recuerdos de un antifranquista), un precioso libro de 270 pagina, de editorial Catara.

Y en la presentación del libro estuvimos cerca de medio millar de personas, pues más que la presentación de un libro -que también- aquello se convirtió en un homenaje, más que merecido, a una persona que ha dedicado su vida al sindicalismo de clase y a la izquierda política. Trabajando desde los 12 años y militando desde muy temprana edad, a sus actuales 87 años, se merece ese y otros muchos homenajes y por supuesto a que se lea su recién editado libro.

Libro que prácticamente me he leído en cuatro días y debo reconocer que me ha gustado bastante, pues por los avatares de la fortuna esta semana he estado confinado en casa por el maldito Covid. Eso sí con relativas molestias, gracias a las vacunas que tengo puestas, pero fastidiado sin poder moverme.

Son muchas cosas que ya conocía de las que cuenta Julian en su libro, pues llevo también mas de medio siglo en CCOO y he asistido a muchas reuniones del Consejo Confederal y a todos los congresos confederales, pero no es lo mismo estar en “el patio de butacas, que, en el escenario, o en los camerinos” como Julian ha estado.

En las páginas de este libro, Julian va haciendo, con suma elegancia para no pisar muchos callos, repaso de los acontecimientos cruciales de su vida: la fundación de las Comisiones Obreras, la relación con Marcelino Camacho, su detención por la Brigada Político-Social y su paso por la cárcel de Carabanchel, su apoyo a Santiago Carrillo, la legalización de los partidos políticos durante la Transición y las grandes huelgas; en suma, su experiencia política y sindical, en la que va desgranando sus convicciones, lealtades y decepciones.

Pero la gran importancia que tiene este libro, entre otras cuestiones, es que Julian las ha vivido muy de cerca -no se las han contado- y su testimonio es único a las alturas del tiempo que vivimos. Seguro que se podrá discrepar con algunas cosas que cuenta, pero son sus recuerdos. Recuerdos de una persona honrada y honesta, que ha tratado de poner negro sobre blanco su historia sindical y política, en un texto fácilmente legible y a mi entender lo ha conseguido.

Conocí a Julian Ariza en la década de los años 70 del siglo pasado -ya ha llovido=, en los primeros convenios colectivos de RENFE, pues cuando teníamos problemas, es decir cuando llevamos varias huelgas en el ferrocarril y no veíamos salida, tirábamos de “mama confe” y ellos, Marcelino, Nicolas Sartorius o Julian, casi siempre uno de los tres, nos buscaban una salida, con sus consejos o sus gestiones. Eran nuestros ángeles de la guarda sindicales.

Ahora cuando he leído su libro, cuantos recuerdos le vienen a uno a la cabeza, pues en el caso de Julian hay tantas similitudes. Mi padre también fue albañil, pero termino siendo ferroviario. Yo también hice Maestría Industrial en Merida, pero en la rama de la madera, pero ingresé muy joven en Renfe. Eso si mi despertar sindical y político fue muchísimo más tarde que el suyo.

En fin, volviendo al libro, un libro que merece una profunda reflexión y una reflexiva lectura de las cosas que han venido ocurriendo tanto en el campo del sindicalismo de clase como en la izquierda política, sobre todo para no incurrir en el futuro en errores que después son muy difícil de enderezar.

Por cierto, qué razón tiene Julian de alertar del peligro, tanto en política como en sindicalismo, del adanismo, (Hábito de comenzar una actividad cualquiera como si nadie la hubiera ejercitado anteriormente). Es decir, aquellos que creen que la “revolución” solo la saben hacer ellos, cuando cogen una responsabilidad. Los demás, mejor dicho, las anteriores, nunca han sabido hacer nada y lo poco que han hecho lo hicieron mal. Cuantos ejemplos habremos visto algunos a lo largo de tantos años de militancia.

El pasado 7 de mayo, con Julian Ariza, dedicándome un ejemplar de su reciente libro.

En fin, que muy bien Julian. Gracias por haberte atrevido a publicar tus recuerdos sin pelos en la lengua y termino, como no pude ser de otra manera, aconsejando comprar y leer el libro de Julian Ariza, persona que quizás no ha sido un héroe, pero si es un gran ser humano. No os arrepentiréis de leer su libro.

 FRANCISCO NARANJO LLANOS  

 Director de la Fundacion Abogados de Atocha y sindicalista de CCOO.

 

- (*) Julian Ariza Rico: Sindicalista y político español. Nació en 1934. Comenzó a trabajar como delineante en la fábrica Perkins, donde conoció a Marcelino Camacho. Junto a él sería uno de los fundadores de Comisiones Obreras (CC OO), impulsadas principalmente por el Partido Comunista de España (PCE), del que fue militante desde 1963. Dirigente comunista próximo a Santiago Carrillo, fue expulsado del PCE en 1985 junto al sector liderado por Carrillo, formando el Partido de los Trabajadores de España-Unidad Comunista, del que fue dirigente hasta que en 1991 la formación eurocomunista se integró en el PSOE. En el seno de la dirección de CC OO lideró la minoría carrillista durante esta época. Fue asimismo consejero y vicepresidente del Consejo Económico y Social de España, adjunto a la Secretaría General de CC OO durante el mandato de José María Fidalgo y presidente de la Fundación 1º de Mayo.

P.D.- Este articulo también está publicado en Madridiario.es