LEMA DE ESTE BLOG...

LEMA DE ESTA BLOG: ... hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida. (Miguel Hernández)

LOS QUE LUCHAN CONTRA EL FUEGO


 “Vale más una tierra con árboles en los montes que un Estado con oro en los bancos”         
 (Alfonso Rodríguez Castelao)
Con varios integrantes de los operativos de extinción de incendios forestales, que asistieron al acto del 24 de enero, pertenecientes a las categorías de bomberos, agentes medioambientales, agentes forestales, etc 

El 24 de enero, como cada año, desde la Fundación Abogados de Atocha y CCOO de Madrid,  recordamos aquella nefasta noche del 24 de enero de 1977, en la que un grupo de pistoleros de extrema derecha entraron en el despacho de abogados laboralistas de Atocha 55 y masacraron a las nueve personas allí reunidas,  con el resultado de cuatro abogados y un sindicalista muertos y cuatro abogados más gravemente heridos.

Esto ocurrió  hace 46 años y desde entonces, todos los años a primera hora de la mañana de cada 24 de enero, una delegación de CCOO de Madrid y desde su creación en 2005, la Fundación Abogados de Atocha, visitamos  los cementerios de Carabanchel y San Isidro y realizamos una ofrenda floral en la plaza de Antón Martín, junto al simbólico “Abrazo” del gran artista, ya fallecido, Juan Genovés.  

Después, a media mañana, da comienzo al tradicional acto conmemorativo de homenaje y reconocimiento, en el Auditorio Marcelino Camacho de  CCOO de Madrid, en el cual la Fundación Abogados de Atocha, desde hace 19 años, hace entrega de los premios y reconocimientos a las personas y entidades que hayan llevado o lleven en su trabajo el ADN de los de Atocha, es decir la lucha por la democracia,  la justicia, la paz y la libertad.

Este año 2023,  el reconocido premio Abogados de Atocha, en su decima novena edición, ha sido concedido a Los operativos de extinción de incendios,  por el importante papel que desempeñan sus integrantes y su labor, no siempre valorada ni reconocida.

Este colectivo está formado por multitud de estamentos gubernamentales y categóricas profesionales, tanto en la sociedad civil como militar, entre los que se encuentran, entre otros, Protección Civil, Fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, Brigadas de refuerzo, Cuerpos de bomberos, Bomberos forestales, Agentes forestales, Agentes medioambientales, Retenes forestales, Medios aéreos, Unidad Militar de Emergencia (UME)…Todos ellos  son reconocidos con este galardón y a todos la Fundación les agradece su meritoria y en muchos casos peligrosa labor.

La Fundación Abogados de Atocha ha pretendido este año, al otorgar este premio,  reconocer a todos ellos y homenajear su riguroso y en una gran mayoría de casos, heroico trabajo, pero también dar un toque de atención a la sociedad y a los poderes gubernamentales para su necesaria y urgentísima mejora, así como la necesidad de concienciar y educar a las nuevas generaciones en el cuidado del medio ambiente a través y de forma especial, de la prevención.

En este breve video se puede ver, -con la voz en off de la reconocida artista multidisciplinar Amparo Climent- el homenaje a los operativos de extinción de incendios forestales que la Fundación les ha dedicado.

Homenaje a los que luchan contra el fuego 

En definitiva un año más, desde las CCOO de Madrid y desde la Fundación Abogados de Atocha, en el 46 aniversario de aquel atentado que quiso frenar el tránsito de la dictadura franquista a la democracia, hemos querido recordar y homenajear a nuestros queridos Abogados de Atocha,  reiterando la cita del poeta francés Paúl Eluard: "Si el eco de su voz se debilita pereceremos", pero también poner en valor el trabajo de esas personas que en nuestro país luchan contra el fuego y que componen Los operativos de extinción de incendios

Los galardones fueron recogidos, por el bloque del colectivo militar y de las fuerzas armadas que entre otras labores,  se dedican a la lucha contra el fuego, por el teniente coronel Alberto Modino Iturralde, Jefe del Batallón BIEM-I de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y por el bloque civil, el agente medioambiental de la Xunta de Galicia, Alejandro Rodríguez Pazos y el bombero forestal de las Brigadas de Refuerzo de Extinción de Incendios Forestales (BRIF) de Cuenca, Carlos Martin Martin.

Arriba a la izquierda, Alejandro Rodríguez. Abajo, segundo por la izquierda el teniente coronel Alberto Modino y abajo, en la derecha Carlos Martin.

Todos ellos dieron las gracias a la Fundación por los premios, destacando en sus intervenciones, otras cuestiones importantes. El teniente coronel Alberto Modino, comento que a pesar de que hay tendencia creciente de reducirse la cifra de incendios forestales, se han duplicado las hectáreas quemadas, pasando de 130.000 hectáreas en 2021 a 268.000 en 2022,  finalizando su intervención dedicando  el galardón recibido, a los bomberos, a los agentes forestales y resto de los colectivos a pie de tajo, “a los que no salís en TV ni en la radio, pero estáis ahí con vuestras mangueras, con vuestros puntas de lanza… y sobre todo con vuestra actitud ante las llamas”   

Por su parte Carlos Martin, bombero forestal, comento que solo en 2022 han muerto cinco compañeros realizando trabajos de extinción: Daniel, Eugenio, Victoriano, Ángel y Santi, y quería recordarlos en este acto, “pues sobre todo para ellos  es este premio”.

Alejandro Rodríguez, agente medioambiental, comenzó su intervención con la frase que comienza este articulo: "Vale más una tierra con árboles en el monte que un Estado con oro en el banco", frase de su paisano político y escritor, Alfonso Rodríguez Castelao, finalizando Alejandro dando las gracias a la Fundación Abogados de Atocha por el reconocimiento y resaltando “que premios como este, dan mucho ánimo al colectivo que lucha contra el fuego”.

Podía continuar escribiendo más ampliamente de este 46 aniversario y del premio que este año la Fundación Abogados de Atocha ha otorgado a los que luchan contra el fuego, pero solo quiero terminar diciendo, que a pesar de las muchas las veces que he presentado este acto, -de las 19 ocasiones que hemos entregado estos premios- estoy emocionado y plenamente satisfecho, por haber contribuido, con “mi pequeño granito de arena”, a hacer más visible un colectivo tan solidario y tan  importante para nuestro país, además de conocer más en profundidad el trabajo tan improbó, como es el que realizan las personas de estos colectivo. Así lo digo y así lo certifico con esta humilde columna de opinión dedicada a eso héroes que salváis la naturaleza y muchas vidas con vuestro trabajo y esfuerzo.

Francisco Naranjo Llanos, director de la Fundación Abogados de Atocha y sindicalista de CCOO.   

ABOGADOS DE ATOCHA: SIMBOLOS DE LA LUCHA POR LA LIBERTAD

12 aniversario Abogados de Atocha, 24 de enero de 1989, (Cementerio Carabanchel )
Desde hace ya 46 años, cada 24 de enero, se recuerda y homenajea el aniversario de los Abogados de Atocha, esos mártires de la libertad que fueron vilmente masacrados el 24 de enero de 1977 en el despacho laboralista de Atocha 55, Madrid.

Como es históricamente conocido ese día un grupo de pistoleros de extrema derecha irrumpieron en el despacho de los abogados laboralistas de CCOO y del PCE situado en el número 55 de la calle Atocha en Madrid y ametrallaron a las nueve personas allí presentes. Fallecieron los abogados, Javier Sauquillo Pérez del Arco, Javier Benavides Orgaz, Enrique Valdelvira Ibáñez, Serafín Holgado de Antonio y el sindicalista Ángel Rodríguez Leal. Resultaron gravemente heridos los abogados Alejandro Ruiz-Huerta Carbonell, Dolores González Ruiz, Luís Ramos Pardo y Miguel Sarabia Gil.

Lo dicho hasta ahora es sabido por todos aquellos que conozcan un poco la historia reciente de este nuestro país, pero a mi me gustaría hablar de cómo vivimos algunos esos días tan borrascosos para el estado español.

El atentado fascista de ese lunes negro, venía precedido por la huelga en el transporte interurbano, la muerte el 23 de enero del estudiante Arturo Ruiz por disparos de un grupo de ultraderecha, “los guerrilleros de Cristo Rey” y el fallecimiento el 24 de enero de Mari Luz Nájera por impacto de un bote de humo de la policía, “los grises”, como decíamos entonces. Ese mismo día, por la noche, un grupo de pistoleros perpetra la que fue denominada por los medios de comunicación como La Matanza de Atocha.

Teniendo en cuenta que el que esto escribe en aquellos momentos era un joven sindicalista de RENFE y conocía el despacho de Abogados de Atocha, así como a algunos compañeros del transporte que se reunían allí, viví aquellos sucesos con enorme intensidad y, porque no decirlo, con miedo, con mucho miedo. En esas fechas mis dos hijos tenían, uno cinco años y el otro no había cumplido los tres.

Recuerdo que, al día siguiente, el 25 de enero de 1977, mantuvimos una reunión en la estación de Príncipe Pió del denominado “Pleno de Representantes Ferroviarios”, organismo unitario de los trabajadores de RENFE, una representación asamblearia, al margen del Sindicato Vertical Franquista.

En aquella reunión, después de mucho debate, -siempre teníamos muchas horas de debate-, además de condenar el atentado y convocar huelga en el ferrocarril para el día siguiente -26 de enero- en respuesta al atentado fascista, elegimos a dos compañeros para que comprasen unas coronas y las llevasen donde pudieran, pues en esos momentos ni siquiera se sabía si iba a haber ceremonia y entierro público. Uno de los elegidos fue el que esto escribe.

Al día siguiente, 26 de enero, día del entierro, compramos las coronas cerca de donde nos reunimos, al lado de la estación de Madrid Príncipe Pio y a medio día nos encaminamos al lugar de donde comenzaba la ceremonia del entierro.  Íbamos en el coche de mi compañero, -se llamaba y se llama Santiago Rueda- pero como Madrid no estaba para ir en coche, muy pronto lo aparcamos y cargamos con las coronas.

Una para cada uno por las calles de Madrid y, aunque no nos fijábamos mucho, creo que la gente nos miraba raro. La cosa cambió cuando llegamos a la calle de Alcalá-Gran Vía, donde ya había otras personas que hacían lo mismo que nosotros. Jamás en mi vida he tenido tanto tiempo una corona de flores en las manos. Más de dos horas y no exagero nada.

Aquel entierro seguramente ha sido la manifestación más multitudinaria conocida en España durante la transición democrática, manifestación que colapsó la ciudad entera. No sé quien dijo sobre la manifestación: “El silencio dolía más que los disparos. Los claveles fluían como un manto de sangre”. Para mí ha sido la más impresionante y emotiva que he asistido en mí vida, aquellos miles y miles de hombres y mujeres, aquella tensión contenida, aquel silencio, solo roto con algunas vivas a los muertos y por el canto de la internacional, (ya en los cementerios de la Almudena y Carabanchel) fue algo que el pueblo de Madrid, el país entero, nunca olvidará.

Después, muchos años después, conocí personalmente a los, sobrevivientes de aquel atentado criminal: Lola González, Miguel Sarabia, Luís Ramos y Alejandro Ruiz-Huerta. En los últimos años se nos han ido Luís, Miguel y Lola. Solo nos queda Alejandro.

Estas cuatro personas, conjuntamente con los cuatro abogados y un sindicalista asesinados por los fascistas, son y continuaran siendo iconos de la lucha por la libertad y por la democracia en nuestro país y símbolos de la transición de la dictadura a la democracia en España.

En mayo de 2004 y en el marco del 8º Congreso regional, CCOO de Madrid, a propuesta de su secretario general, Javier Lopez, aprobó y puso en marcha la Fundación Abogados de Atocha, con el fin fundamental de mantener viva la memoria y resaltar los valores de paz, justicia y libertad que representaban aquellos compañeros abogados laboralistas que dieron la sangre y cinco de ellos la vida, para que nuestra generación pudiéramos vivir en democracia y libertad.

Desde entonces, a 19 años vista, la Fundación ha reconocido y premiado a un buen número de personas e instituciones que reunían esos requisitos. Este video recoge sintéticamente los premios y reconocimientos otorgados en este periodo de tiempo:

En este año 2023, el Patronato de la Fundación ha decidido otorgar el reconocido premio Abogados de Atocha, en su decima novena edición, a Los operativos de extinción de incendios forestales, por el importante papel que desempeñan sus integrantes y su labor, no siempre reconocida.

Este colectivo está formado por multitud de estamentos y categóricas profesionales, tanto en la sociedad civil como militar, tales como: Protección Civil, Fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, Brigadas de refuerzo, Cuerpos de bomberos, Bomberos forestales, Agentes forestales, Agentes medioambientales, Retenes forestales, Medios aéreos, Unidad Militar de Emergencia (UME), etc, etc. Todos ellos son los premiados y ha todos les agradecemos su meritoria labor.

En fin, para finalizar y no extenderme más, solo comentar que desde la Fundación Abogados de Atocha vamos a continuar con el ánimo y la noble intención de preservar el recuerdo y la memoria de los 9 de Atocha 55, así como reconocer siempre a las personas e instituciones que han luchado o luchan por los derechos y las libertades.

Francisco Naranjo Llanos es director de la Fundación Abogados de Atocha y sindicalista de CCOO.

LA SEMANA NEGRA DE LA TRANSICIÓN

Imagen del entierro de los Abogados de Atocha (26.1.1977)

La próxima semana -del 23 al 29 de enero de 2023-  se cumplen 46 años de lo que los políticos, historiadores y periodistas consideraron “la semana negra de la transición”, nefastos días, en los que sucedieron varios acontecimientos, que más que en cualquier otro momento de aquel periodo, hicieron que la incipiente apertura democrática, después de la dictadura franquista, se viera seriamente en peligro.

El más cruento de los atentados de aquellas fechas fue el de la noche del 24 de enero de 1977, cuando un comando de extrema derecha, asesino a cinco personas en el despacho laboralista de la calle Atocha 55 de Madrid, e hirió de gravedad a otras cuatro, en un atentado fascista que conmocionó a una España que se encontraba en aquellas fechas en el comienzo de la transición hacia la democracia.

Brevemente, estos fueron los hechos más significativos de aquella nefasta semana: 

Domingo, 23 de enero de 1977

Fue asesinado Arturo Ruiz García, un estudiante de 19 años, que acababa de participar en una manifestación pro amnistía no autorizada en el centro de Madrid.

Al final de la movilización, sobre las 12,00 h, dispersados por las cargas policiales, los manifestantes huyen en varias direcciones. El grupo en el que se encontraba Arturo se topa en la calle de la Estrella con cuatro pistoleros de extrema derecha. Uno de ellos, al grito de "Viva Cristo Rey", abre fuego contra ellos y alcanza en el corazón al joven estudiante.

Lunes, 24 de enero de 1977

A primera hora de la mañana, el GRAPO que mantenía retenido desde diciembre de 1976 al presidente del Consejo de Estado, Antonio María de Oriol y Urquijo, secuestran a las puertas de su casa al teniente general Emilio Villaescusa, presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar.

A medio día, a la altura de Callao, en una de las manifestaciones estudiantiles convocadas por el asesinato del estudiante Arturo Ruiz el día anterior, un bote de humo de la policía alcanza en la cabeza a Mari Luz Nájera, de 20 años, alumna de tercer curso de Políticas y Sociología. Tras el impacto, entra en coma y muere horas después en la Clínica de la Concepción.

Arturo Ruiz y Mariluz Nájera 

Sobre las diez y media de la noche; un comando de extrema derecha irrumpe en el despacho laboralista de CCOO y el PCE, del número 55 de la calle Atocha de Madrid, preguntando por Joaquín Navarro, un dirigente de CCOO, que había participado en una huelga de transportes en Madrid.

El sindicalista no estaba y los pistoleros, sin mediar palabra, abren fuego contra las nueve personas que se encontraban en esos momentos en el piso. Mueren cuatro abogados: Enrique Valdelvira, Javier Sauquillo, Luis Javier Benavides y Serafín Holgado y el sindicalista represaliado de Telefónica Ángel Rodríguez Leal; otros cuatro abogados resultan gravemente heridos: Lola González, Luis Ramos, Miguel Sarabia y Alejandro Ruiz-Huerta.

Martes, 25 de enero de 1977

Asambleas sindicales convocadas de urgencia en los centros de trabajo en las que los cuadros de las aun ilegales CCOO y dirigentes del clandestino Partido Comunista de España se esfuerzan en calmar los ánimos y en convencer a los trabajadores de que la ultraderecha aprovechará cualquier error para forzar una involución y por tanto hay que actuar con inteligencia y no provocar altercados.

Miércoles, 26 de enero de 1977

El entierro de los abogados asesinados en Atocha se convierte en una multitudinaria manifestación silenciosa de más de 150.000 personas. El PCE se hace cargo de la seguridad y la marcha transcurre sin incidentes en un emocionado y emotivo silencio.

Viernes, 28 de enero de 1977

Poco antes del mediodía, los GRAPO asesinan en Madrid a dos policías armados, Fernando Sánchez Hernández y José María Martínez Morales, que se encontraban de servicio en una sucursal de la Caja Postal en el barrio de Campamento de Madrid. Le dispararon un tiro en la sien a cada uno y les remataron en el suelo. Pocos minutos después en otra oficina de la Caja Postal, en este caso en el distrito de Villaverde, dos terroristas de los GRAPO ametrallan a bocajarro a dos guardias civiles, asesinando a uno de ellos, José María Lozano Sainz, de 22 años.

Sábado, 29 de enero de 1977

Funerales en honor de los dos policías y el guardia civil asesinados la víspera en el hospital militar Gómez Ulla de Madrid. A la salida de los féretros comienzan a escucharse gritos contra el Gobierno; el teniente general Manuel Gutiérrez Mellado y vicepresidente del gobierno pide silencio, mientras arrecian los gritos de "¡Franco, Franco, Franco!" y las acusaciones de traidores a los miembros del Gobierno.

 Breve resumen película de Juan Antonio Bardem "Siete días de enero"

Enero de 2023: 46 años después     

A muchas de estas personas que dieron su sangre y algunos su vida por alcanzar la democracia en nuestro país, a pesar de los años transcurridos,  se les sigue recordando año tras año con actos de recuerdo y homenaje. Por parte de la Fundación Abogados de Atocha, la próxima semana, el martes 24 de enero y otros días cercanos, se van a realizar  una serie de actos en Madrid y en otros pueblos de nuestra Comunidad, conmemorando el 46 aniversario de aquellos abogados laboralistas que fueron masacrados por un comando fascista, que quería impedir que no hubiese democracia en nuestro país. El único "mal" que hacían aquellos abogados asesinados y heridos,  era defender a los más débiles, al movimiento vecinal y al movimiento obrero.

Estos días, como ya lo hemos hecho en innumerables ocasiones, además de honrar su memoria, una vez más tendremos que pronunciar alto y claro: “Atocha, hermanos, nosotros no olvidamos” y la frase del poeta Paul Éluard: “Si el eco de su voz se debilita, pereceremos”

Francisco Naranjo Llanos, Director Fundación Abogados de Atocha

LOS REYES MAGOS DE LOS AÑOS 50

Con mi hermano y mis primos en Merida (Extremadura) en los años 50 del siglo pasado.

Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.

Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.

(Poesía “Las abarcas desiertas ” de Miguel Hernández)

A mí, de verdad verdadera, siempre me han gustado más los Reyes Magos que Papa Noel, pues los veía más auténticos, mas nuestros. Eso del hombre gordo vestido de rojo lo veía muy lejano. Tan lejano que cuando yo era niño, que es cuando más te gustan los reyes, no recuerdo ni siquiera que existiera el tal Papa Noel. Donde se pusieran Melchor, Gaspar y Baltasar y sus camellos, que se quitara los demás.

Bueno, teniendo en cuenta que yo procedo de un pequeño pueblo de Extremadura y vivía en una estación de ferrocarril, aun mas pequeña y en aquella época no existía TV ni redes sociales, era lógico que no lo conociera. Lo máximo una radio, radio que no recuerdo que hablara de Papa Noel, si de lo Reyes Magos y tambien de lo bien que vivíamos en España, en especial por los muchos pantanos que teníamos a lo largo y ancho de nuestra querida España.

Y nos gobernaba un gallego, un fascista llamado Franco, que lo único recuerdo de el, en aquellos tiempos de los años 50, era su voz aflautada y lo mucho que le gustaba pescar, ademas de inaugurar pantanos.

Para comprender la importancia que tenia para los niños de aquella época la venida de los Reyes Magos, hay que contar primero los juguetes que teníamos los niños para divertirnos en aquellos años. Seguro que en algunos lugares los habría pero al menos en el nuestro y en el entorno que nos rodeaba eran sobre todo trenes de juguete, pero no cualquier tren, eran trenes hechos por latas de conservas, en especial de latas pequeñas de sardinas.

Eran los años de la primera mitad del siglo XX, los llamados de posguerra, predominaban en nuestra sociedad las clases populares, lo que significaba que la escasez de medios económicos era muy generalizada; por eso, no teniendo acceso a la compra de juguetes, si había “necesidad” de agudizar el ingenio y los niños y niñas no dejaron de jugar, surgen entonces los juguetes de “fabricación casera”. 

Volviendo a lo de los Reyes Magos, había cogido la pluma -es un decir- pues uno ya escribe directamente en el ordenador, entre otras cosas porque tiene menos falta de ortografía que la pluma y además tiene sinónimos, cuestión que no tiene tampoco la pluma, digo que había cogido la pluma para contar lo que los Reyes Magos a mí me traían, un año sí y otro también, al menos hasta donde me alcanza la memoria.

El regalo que más recuerdo en aquellos años de los cincuenta era una caja de lápices de colores, marca Alpino, eso sí de docena, pero cortos, que para mi eran largos, lo de cortos me entere muchos años después, lapiceros que aunque parezca mentira me duraban hasta el año siguiente. Y eso que a veces venían acompañados con un pequeño afila lápices, cuestión que era interesante pero perjudicial, pues de tanto afilarlos se acaban antes. Y eso era todo por ese año.

Otros años recuerdo que además de los consabidos lápices me dejaban una pequeña cajita de mazapán redonda y dentro había un dulce en forma de culebra, que en principio daba un poco de miedo pero luego con lo rica que estaba perdía uno cualquier precaución. Jo, los años que los reyes me dejaban dos cosas era el niño más feliz del mundo.

Los años que los reyes nos traían un estuche de madera, -plumier, le decíamos-, era ya la re ostia…

Ahh, y estos regalos que comento me los traían después de pasarte todo el día anterior preparando el agua para los reyes, el heno para los camellos, le dejaba incluso la chimenea encendida por si venían fríos, etc., etc.

Y no me digáis que era poco y que lastima de niños, que en ese sentido mucho peor era lo que pasaba y me contaba mi suegra, que en sus tiempos de niña, los reyes le traían todos los años “un duro de plata”, una moneda de cinco pesetas grande, con la que mi suegra -niña- disfrutaba jugando el día de reyes todo el día. Pero el problema era que al día siguiente ya no tenía el duro de plata, pues los reyes habían vuelto y se habían llevado el duro hasta el año siguiente. O sea le habían dejado un regalo temporal, como muchos de los contratos de trabajo que “disfrutamos” ahora.

En fin, que queréis que os diga: En aquellos años 50 sí que eran importantes y esperados los Reyes Magos y no ahora, que yo creo que se han vuelto incluso clasistas, pues para algunos niños le traen un montón de juguetes y a otros no les traen nada, incluso ni carbón, ...bueno tengo que reconocer que al igual que entonces, para que vamos andar discutiendo.


Francisco Naranjo Llanos, Director Fundación Abogados de Atocha y sindicalista de CCOO.