LEMA DE ESTE BLOG...

LEMA DE ESTA BLOG: ... hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida. (Miguel Hernández)

DOROTEO PEINADO, UN GRANDE DE LA HISTORIA DE CCOO, NOS HA DEJADO

 

Doroteo Peinado, en enero de 2014, dando las gracias por el premio Abogados de Atocha 

No es la primera vez que escribo de Doroteo Peinado, pero me temo que esta vez será de las ultimas, pues se nos ha ido con 92 años. Ayer viernes 28 de febrero de 2025 en el cementerio civil de la Almudena le dijimos adiós. Pero quien era Doroteo…

Doroteo Peinado Pérez es -era- una enciclopedia del movimiento obrero en España. Con sus 92 años de juventud acumulada a sus espaldas, para mí, siempre será el hombre de Pegaso en CCOO. En mi última y larga conversación con él, hace unos seis meses, de nuevo aprendí múltiples cosas que desconocía del movimiento obrero, de CCOO, de Pegaso y de él.

Este es, brevemente, el contexto donde se desenvolvió su historia sindical en tiempos de la dictadura franquista: A mediados de la década de los años 50 del siglo pasado empezaron a surgir en Madrid esporádicas comisiones de obreros para reclamar alguna modesta reivindicación ante las direcciones de las empresas. Su génesis fue la siguiente: Ante la necesidad ocasional de hacer alguna reivindicación y dada la obvia imposibilidad de que la gestionase toda la plantilla, los pocos que se atrevían a plantear las demandas se ofrecían voluntariamente a tomar la palabra en nombre de todos. En eso consistía la Comisión Obrera en sus comienzos.

Estas “comisiones” deben asociarse a la presencia de personas que, venciendo el miedo a las posibles represalias, realizaba el trabajo previo en sus empresas, formulando reclamaciones, estableciendo contactos de manera discreta y, finalmente, estaban dispuestos a actuar como portavoces de sus compañeros. Estas personas eran mayoritariamente militantes comunistas y activistas católicos.

En Madrid, al comienzo de la década de los años 60, algunos militantes de CCOO ya habían acumulado experiencia y recursos organizativos suficientes y esto daría como resultado la creación de la primera Comisión Obrera de alcance provincial: la Comisión de Enlaces y Jurados del Metal compuesta por 13 miembros, entre ellos Marcelino Camacho y Julián Ariza y por supuesto, aunque menos conocido Doroteo Peinado. Esta Comisión se creó en una asamblea realizada en la sede del sindicato vertical del metal, el 2 de septiembre de 1964, asamblea que está considerada como el hecho fundacional de las Comisiones Obreras de Madrid.

Y en todo esto, reitero, participo Doroteo Peinado, un joven metalúrgico que ingreso en la empresa Pegaso en 1957, empresa de más de 3000 trabajadores en aquellas fechas y en la que fue elegido en 1963 por sus compañeros enlace sindical. Se fue curtiendo de la mano del histórico Vicente Llamazares y asistiendo a las asambleas de la escuela de la Paloma y fue de los 13 elegidos para formar parte de la Comisión Obrera Provincial, comentada anteriormente.

En 1965 y como consecuencia de las movilizaciones en la empresa para conseguir un convenio digno Doroteo fue despedido de Pegaso en unión de otros sindicalistas y una treintena de trabajadores más. Su reingreso en Pegaso no se produjo hasta finales de 1977, al aplicarle la Ley de Amnistía de octubre de 1977.

Yo conocí personalmente a Doroteo años después, a finales de los 80 del pasado siglo.  Cuando él era responsable se Salud Laboral y yo de Comunicación en CCOO de Madrid y la verdad, que congeniamos muy pronto, entonces, después y hasta ahora. Son muchas historias que me vienen a la cabeza y que realizamos conjuntamente.

Lo primero que recuerdo fue la organización de las primeras jornadas de Salud Laboral que realizo CCOO de Madrid a finales de los 80. La situación económica de la USMR, no era muy boyante y costo trabajo convencer a los compañeros de las distintas federaciones regionales la importancia del acto que se iba realizar, con ponentes de importancia, carteles, dípticos, etc.. En definitiva, lo que suponía montar un evento que duro un par de días en el salón de actos de Lope de Vega, actual Auditorio Marcelino Camacho.

Pero se realizó, fue un éxito y un antes y un después de la Salud Laboral en la región madrileña, pues creo la semilla que hizo florecer la gran importancia que ha tenido la salud laboral en la organización sindical de las CCOO madrileñas y del estado. Y en este sentido no se puede olvidar a personas como Ángel Carcoba en la Confe y Goyo Benito, Manolo Chica, Carmelo Plaza, etc, que, en sus mandatos en CCOO de Madrid, le dieron un gran impulso, consolidando y ampliando la Salud Laboral en la región madrileña, pero también en España.

Después y con el tiempo Doroteo y yo fuimos colegas en “Comunicación”, ya que él fue responsable de esta área en la Federación Estatal de Jubilados y Pensionistas y yo continuaba con la misma responsabilidad en CCOO de Madrid. Por cierto, responsabilidad de la que dimitió en su día por la censura que sufrió la portada de la revista de Pensionistas, que él dirigía. Para reflejar la participación en un 1º de Mayo, decidió poner en la portada la fotografía de la Cibeles con la bandera republicana en su cúspide, que alguien coloca cada año con motivo del 1 de mayo. Aquel incidente nunca lo olvido. “Cosas veredes amigo Sancho”, que dicen que dijo Don Quijote.

También participó activamente durante varios años en la Comisión de Garantías de CCOO de Madrid y en otras muchas actividades del sindicato. No había manifestación, sobre pensiones, sobre educación, sobre sanidad, en los 1º de mayo, etc., que Doroteo y su gran amigo Máximo Diaz, no estuviesen por allí.

Últimamente y por motivos de movilidad, Doroteo salía menos y no lo veíamos patear las calles de Madrid, pero hace menos de un año, en abril de 2024, estuvo en un acto de reconocimiento al compromiso de CCOO con personas del ámbito de la salud y la seguridad en el trabajo en el que  Yolanda Díaz, Vicepresidenta del Gobierno  y Unai Sordo, secretario general de CCOO, le entregaron un reconocimiento, pues Doroteo Peinado, en su larga carrera sindical, además de ser, cofundador de CCOO  Pegaso,  del Metal de Madrid y de las CCOO madrileñas, fue un gran defensor de la seguridad y salud en el trabajo y por ello fue reconocido.

Doroteo Peinado en abril de 2024, reconocido por CCOO, entre Yolanda Diaz y Unai Sordo 

También fue galardonado con el premio de la Fundación Abogados de Atocha en 2014 a la Comisión de enlaces y jurados de la metalurgia madrileña de 1964, con motivo del 50 aniversario de su creación.

Nunca podré olvidar Doroteo, tu llamada por la tarde de un viernes de finales de los 90, -que por lo general se quedan pocas personas en los locales sindicales- dándome a conocer que a nuestra amiga Pilar Blanco le había dado un mareo, precedente de una grave enfermedad. Y aunque esa es otra historia, pues han pasado cerca de treinta años, hay cosas que nunca se olvidan.  

En fin, voy finalizando, son muchos años los que algunos hemos estado en el sindicalismo activo –yo no menos de 50- y son muchas las personas con las que se convive, pero como Doroteo Peinado no hay tantos. Así, que lo dicho amigo, compañero y camarada, aquí en la tierra te echaremos mucho de menos y a mí personalmente me quedas a deber la invitación a un buen cocidito madrileño, aunque no sea en el Lhardy, ese restaurante del que me has hablado tanto, pero que al no estar al alcance de los currelas como tú y yo y al final nunca hemos ido.

En un día como hoy solo me queda transmitir mis más sinceras condolencias a su familia, en especial a su hija Leonor y dar las gracias por todas las cosas que nos han enseñado el amigo Doroteo: En especial, la conciencia de clase, la honestidad y la honradez que te has comportado en la vida. Siempre te recordaremos camarada. DEP.

Francisco Naranjo Llanos, director Fundación Abogados de Atocha (2013-2024) y sindicalista de CCOO.

HASTA SIEMPRE COMPAÑERO FERNANDO SERRANO

Fernando Serrano y Antonio Ruda, dos amigos para siempre.

Iba a escribir una breve nota para el blog, como recuerdo y homenaje a Fernando Serrano Pernas, compañero y amigo, que fuera durante muchos años secretario general de las CCOO de la Construcción, fallecido hace unos días, pero me encontré con un entrañable relato, escrito con el corazón y con el coincido plenamente, de otro de los compañeros y amigos de Fernando y también mío: Antonio Ruda y he decidido que fuera su escrito y no el mío el que ocupará ese espacio en mi blog. Esto es lo que dice el amigo Ruda:

Desde...El Pozo del Tío Raimundo.

Hasta siempre compañero Fernando

En El Pozo estamos tristes y de duelo , se nos ha ido mi querido y admirado compañero y amigo Fernando Serrano Pernas, al que conocí en la lucha sindical al frente de las Comisiones Obreras (CCOO) de la Construcción.

Como decían los versos del poeta del pueblo, Miguel Hernández: Ha sido un manotazo duro, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal el que te ha derribado, compañero Fernando. Fue de madrugada la de ayer día 7 de febrero cuando la muerte levanto el vuelo, para quitárnoslo a su familia y nosotros sus amigos y amigas.

Hoy me acuerdo de un montón de imágenes, en las reuniones, en congresos, las asambleas y como no, siempre al frente del piquete, sin dejar a nadie atrás.

Fernando, tu meta fue llegar tranquilo y en paz contigo, con tu gente querida y tu conciencia a reunirte con Angelines, Ángeles Batanero, tu querida compañera a la que tanto querías y extrañabas desde que ella se marchó hace unos años.

Fernando Serrano y su compañera Angelines Batanero

Morirse es grave, pero ahora nos toca a los que nos quedamos aquí, tus hijos, Sonia y Fernando, tus nietos y nietas y tus amigos y amigas, cargar y bregar con lo ocurrido y con tu ausencia.

Por último, decirte que tu despedida fue como tu querías que fuera , con la gente que te quería, con una fuerte emoción, cariño y tu bandera de las Comisiones Obreras y unas palabras de Rafael López González, que recordó vuestra juventud.

Lo dicho... Fernando siempre estarás en mi recuerdo, en nuestro recuerdo, y siempre te vamos a extrañar mucho compañero.

Salud, Resistencia, Acción y Esperanza ...

Madrid, 8 de febrero de 2025

Antonio Ruda Valenzuela

50 ANIVERSARIO DE LA HUELGA DE ACTORES DE 1975

Juan Diego, fue uno de los actores que protagonizo la huelga de 1975 y recogió el galardón de la Fundación Abogados de Atocha 

En enero de 2015, hace 10 años, con motivo del 40 aniversario de la huelga de actores y actrices, realizada en febrero de 1975, la Fundación Abogados de Atocha concedió un merecido reconocimiento a aquellos pioneros de las movilizaciones y que supuso un antes y un después del colectivo. Para mí fue un honor presentar aquel preciado galardón. Estas fueron, más menos mis palabras en el acto donde se produjeron los reconocimientos mencionados.

Según los documentos a los que ha podido acceder nuestra Fundación, la huelga de actores del 4 al 12 de febrero de 1975 no se habría producido de no ser por una serie de antecedentes que marco el camino hacía esa gran movilización del colectivo de artistas, a los que se habían sumados incluso varios directores.

Uno de los antecedentes considerados más importantes fue que en 1972, cuando Concha Velasco y Juan Diego estaban actuando como interpretes principales, representando en el Teatro Lara de Madrid la obra de Antonio Buero Vallejo, “La llegada de los dioses”, se les ocurrió reclamar al empresario del Teatro un día de descanso a la semana, la respuesta fue inmediata: despedirlos y sustituirlos por otros. (Julita Martínez y Manuel Galiana)

A partir de esa fecha algunos actores y actrices, entre ellos Concha y Juan, comienzan a reunirse en cafés, locales nocturnos, etc., discutiendo los problemas de su profesión y la manera de solucionarlos decidiendo organizarse tal como ya hacía el movimiento obrero, vecinal, universitario, cultural, etc.

Nombraron comisiones y redactaron reivindicaciones y si bien algunas de estas reivindicaciones se fueron asumiendo, después no eran cumplidas por parte de los empresarios. Esto hizo que se incrementaran las reuniones entre el colectivo y se comenzasen a realizar asambleas cada vez más numerosas.

Después de este periodo de contactos, reuniones y asambleas, en diciembre de 1974 se nombra una Comisión al margen de los Enlaces Sindicales del Vertical del franquismo. La conocida por aquel entonces, «comisión de los once», de la que habla el video adjunto.

Llegamos al 4 de febrero de 1975. A mediodía Jaime Campany, responsable del sindicato vertical, jerarca franquista del ramo, comunica a los representantes de los trabajadores, que el sindicato no reconoce a la Comisión de los 11 y no se reunirá con ellos.

A las cinco de la tarde de ese mismo día, una Comisión voluntaria formada por los actores y actrices, Concha Velasco, María José AlfonsoAna BelénTina Sainz, Francisco Valladares, Germán CobosJosé SacristánLola GaosJesús Sastre y José María Escuer ,  se presentaron en la Delegación Nacional de Sindicatos para reunirse con el Ministro Alejandro Fernández Sordo.

El ministro rechazo de inmediato la Comisión alegando que eso sería tanto como cargarse el sistema sindical. Volvieron inmediatamente a la asamblea y después de informar de la reunión con el Ministro, por aclamación de los presentes decidieron ir a la huelga esa misma tarde.

Pusieron de inmediato en marcha el dispositivo de información y esa misma tarde ya se declaraban en paro los actores y actrices de la mayoría de los teatros de Madrid. Igualmente, aunque algo más tarde, la mayoría de los teatros de Barcelona comenzaron a secundar los paros. Y otros colectivos como muy bien refleja el video adjunto.

Video resumen premio Abogados de Atocha 2015 al colectivo de actores de la huelga de 1975

En los días siguientes se recibieron mensajes de solidaridad y apoyo de la Unión de Actores Ingleses, la Asociación de trabajadores de Cine y Televisión de Suecia, la Unión Sindical Alemana de Radio, Televisión y Cine, los sindicatos del espectáculo de México y Holanda, el sindicato de actores italianos y los artistas e intelectuales portugueses, etc. Incluso los dirigentes de CCOO del Proceso del 1001, desde la cárcel de Carabanchel, con Marcelino Camacho a la cabeza, enviaron su mensaje solidario a los artistas. 

El día 8 de febrero, el teatro Bellas Artes, en el cual la compañía de Juanjo Menéndez representaba la comedia “Los peces rojos”, seguía abierto. Un grupo de actores y artistas había acudido antes de la función de tarde para explicar los motivos de la huelga y la situación a sus compañeros. Es decir, de piquete informativo. La comisión estaba formada por Tina Sainz, Enriqueta Carballeira, Rocío Dúrcal, Flora María Álvaro, Yolanda Monreal, Antonio Malonda, Pedro Mari Sánchez, y José Carlos Plaza.

Cuando estaban dialogando con sus compañeros llego la policía “los grises” y sin mediar palabra fueron detenidos y trasladados a la Dirección General de Seguridad, Los que no estaban fichados fueron liberados aquella misma noche, ya de madrugada, los demás, los señalados por pertenecer al PCE, días más tarde. Estas detenciones sellaron la puerta de la protesta y la huelga termino el día 12 de febrero, pero a partir de entonces ya nada fue igual en estos colectivos.

Por supuesto que no quede ninguna duda que el reconocimiento por parte de la Fundación Abogados de Atocha fue al colectivo de actores y actrices que protagonizaron aquellas movilizaciones y primera gran huelga durante el franquismo y con Franco aun vivo.

Pero a nuestro juicio consideramos que debían ser Concha Velasco y Juan Diego los que recogieran el galardón, por haber sido ellos los precursores y el detonante que con el tiempo estallo dentro del letargo de las gentes del espectáculo. Sin el despido de Concha y Juan en el año 72, la huelga de febrero de 1975, -hace ya 50 años-, creemos que no se hubiera llevado a cabo. (Al final fue Juan Diego quien recogió el galardón, pues Concha en esos días se encontraba indispuesta. Ya ninguno de ellos esta con nosotros. DEP, ambos). 

Yo por mi parte nada más, solo reiterar la importancia de aquellas movilizaciones y recordar al histórico abogado, gran persona y buen amigo, José Luis Núñez (Patri), que en aquellas fechas era la cara jurídica de los huelguistas y que también tomo la palabra en aquel entrañable acto.

Francisco Naranjo Llanos, director Fundación Abogados de Atocha (2013/2024) y sindicalista de CCOO

 

 

 


LA MATANZA DEL CERDO EN EXTREMADURA

La matanza del cerdo. El desangrado (foto cogida de internet. Autor desconocido).

A raíz de la tertulia que semanalmente se tiene los sábados en el Canal Extremadura Radio, programa GenteCorriente, dirigido por Javier Llanos y conducido por Raquel Bazo, tertulia en la que participo habitualmente y en la cual en esta ocasión -el sábado 1 de febrero- hemos hablado de la matanza del cerdo en Extremadura, así que voy a escribir esta crónica sobre esa tradición milenaria y en especial sobre mis recuerdos sobre ese tema.

Ya he escrito en varias ocasiones en este blog sobre mis vivencias en Proserpina, pequeña estación de ferrocarril, situada en la línea de Aljucén a Cáceres, a unos 15 Km de Mérida. Esta vez me voy a centrar sobre todo lo que rodea al día de la matanza del cerdo y lo que suponía de acontecimiento familiar, casi siempre de alegría, e incluso de fiesta.

La historia de la matanza del cerdo está ligada a la del ser humano desde hace ya millones de años, desde que se domesticó al jabalí, hace más de 5000 años. Se tienen pruebas de que ya los pueblos celtas realizaban esta práctica, aunque no se pueda concretar exactamente su origen. 

En España, se cree que los fenicios introdujeron los primeros cerdos que se mezclaron con los jabalíes que ya existían en el norte, dando lugar a la raza celta, y en la parte central y sur de la península, dieron lugar a las razas ibéricas. 

La matanza del cerdo en todos los casos tenía una misma finalidad, que era abastecer a la familia, sobre todo en el medio rural, de carne con la que pasaban todo el invierno. Al ser alimentos ricos en grasas y proteínas, proporcionaban una buena base para poder tener una alimentación lo suficientemente buena para que el invierno no fuese tan duro.  

En general, la matanza del cerdo, siempre tuvo un carácter festivo, de alegría. Se reunía a todos los familiares y se invitaba a vecinos y amigos a echar una mano, ya que el proceso debía ser rápido y había mucho trabajo, por lo que se necesitaban muchas manos para realizarlo en el menor tiempo posible. 

Mis recuerdos personales se remontan a los años 50 del siglo pasado. Yo tendría entre 8 y 12 años, así que lo veía todo con esa inocencia infantil que hace ver todo de color de rosa. En fin, vamos al grano:  La matanza se hacía en pleno invierno, en los meses de diciembre o enero y lo primero que recuerdo era la llegada de familiares y amigos más íntimos la tarde anterior al gran acontecimiento del día siguiente para comenzar y adelantar las faenas necesarias del evento. Mi abuela y mis primas Nieves e Inés, nunca faltaban.

Esa tarde y el mismo día de la matanza era una fiesta. Currando sí, pero a su vez divirtiéndonos. Los problemas surgían por la noche, a la hora de acostarnos, pues éramos muchos para las pocas camas que teníamos. La mayoría dormían en unos colchones que se tendían en el suelo de las habitaciones de la casa. Una casa pequeña, hecha de ladrillo de adobe, de unos 60 metros cuadrados, con un par de habitaciones, sin luz eléctrica ni agua corriente y los WC eran todo el amplio campo de encinas del entorno de la vivienda.

Aun de noche, pero ya de madrugada, nos alumbrábamos con quinques de aceite y con lámparas de carburo, ya que no teníamos luz eléctrica. Eso dentro de la casa. Fuera, se encendía una gran fogata que servía de luz para dar comienzo a la matanza, siempre realizada por un matarife “profesional”, que según recuerdo hacía que el animal sufriera lo menos posible, cuando el matarife acertaba a la primera. Cuando no acertaba o se ponía nervioso, los gritos de dolor del cerdo eran estremecedores. No gruñían, chillaban.  Yo era raro el año que no lloraba a lagrima viva al escuchar sus gemidos.

Aunque en general mis recuerdos eran de fiesta y alegría, reconozco que en mi casa la matanza era un medio de subsistencia, una necesidad, para que durante prácticamente todo el año nos abasteceríamos de alguno de los productos del cerdo. Siempre hacíamos, mondongo, morcilla patatera, chorizo rojo y blanco, huesos y sobre todo tocino, mucho tocino. Jamones y lomos no hacíamos pues esos eran artículos de lujo. Su carne la utilizábamos para hacer los mejores chorizos.

Con mi prima Inés, en el pueblo de Esparragalejo, años 50 del siglo pasado. (Fotografía archivo personal)

Todos los miembros de la familia, desde los abuelos, primas y hasta los más pequeños, ayudaban y aportaban en la medida de lo posible para que todo saliera perfectamente. Desde pelar ajos a encender la fogata. Mi labor de cuando yo tenía 12 o 13 años, era ir en bicicleta, con mi hermano, al pueblo de Esparragalejo con una pieza del cerdo para que el veterinario nos diese el Vº.Bº, para su consumo. Creo que llevamos un trocito de lengua o entraña.

Durante el año criábamos y engordábamos dos cochinos, casi siempre encerrados en la zahúrda, de los cuales sacrificábamos uno de ellos. El otro lo vendíamos ya engordado y lo que nos pagaban nos servía para los gastos de la matanza y para que, en febrero o marzo del año siguiente, comprar un par de gorrinos ya grandecitos. Entre 10 y 15 kg de peso.

Por cierto, recuerdo con absoluta nitidez, que cuando íbamos mi padre y yo montados en un asno al pueblo a comprarlos, a la vuelta mi padre iba andando y los cerditos en una parte del serón y yo en el otro lado. Como contrapeso mi padre metía unas piedras en uno de los huecos del serón, para compensar mi peso y el de los gorrinos. En alguna ocasión rodábamos por los suelos los lechoncitos y yo, al resbalarse el serón para uno de los lados.

Burro con serón (fotografía cogida de internet. Autor desconocido)

En fin, estos son retazos de mis recuerdos personales de la matanza del cerdo, pero no quisiera terminar sin el deseo que esta tradición milenaria perdure, aunque sea como atractivo turístico en los muchos pueblos extremeños que sus familias pudieron subsistir gracias a esas matanzas que he comentado. Merece la pena recordar también estas historias.

Francisco Naranjo Llanos, director Fundación Abogados de Atocha (2013/2024) y sindicalista de CCOO.