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En la mañana del frio sábado 4 de marzo le dimos el ultimo adiós en el Tanatorio de la Paz de Tres Cantos., en Madrid. DEP compañero y amigo Jaime., tu capacidad para ejercer la abogacía y tus enseñanzas siempre se quedaran con nosotros y serán recordadas por los demócratas de este país.
Si alguna persona quiere profundizar en quien fue Jaime Sartorius, solo tiene que acudir a la hemeroteca o se dé una vuelta por los periódicos o las redes sociales.
Yo para comenzar este breve y necesario artículo de opinión, escrito a 24 horas de su fallecimiento -me cuesta pronunciar la palabra muerte, porque Jaime siempre estará con nosotros- lo he hecho y no he encontrado a nadie que le critique, pues como he titulado Jaime ha sido siempre una persona que siempre ha tenido una meta: Las libertades, la justicia y la paz.
Solo con leer lo que escribió en su día Antonio Baylos, en 2016, en vísperas de un homenaje en el Circulo de Bellas Artes, de los muchos que se merecía Jaime, estaría dicho todo;
“Jaime Sartorius es parte de la historia viva de este país. De su historia democrática, la de aquellas personas que han trabajado tanto y en condiciones tan duras contra la dictadura, por traer la democracia y la libertad a la mayoría de la población. Su trayectoria vital es impresionante. Los archivos de su despacho – y las trazas de los derechos peleados y afirmados a través de los expedientes jurídicos de tantas personas – se pueden hoy consultar en la Fundación 1 de Mayo de CCOO.”
Pero no está dicho todo, hay más, mucho más, Jaime es un referente para toda una generación de Abogados y Abogadas, pero también para la clase obrera y de personas de a pie, como por ejemplo yo mismo. Lo conocí personalmente no hace mucho más de 20 años, cuando desde CCOO de Madrid, estábamos preparando el 25 aniversario de los asesinatos de los Abogados de Atocha, en los comienzos de este siglo. Debo confesar que me impresiono. Ya sabía de sus capacidades, pero tenerlo sentado a tu lado, contando deliciosas anécdotas de la historia de dos juicios tan importantes para la democracia, como son el Proceso 1001, juicio celebrado en diciembre de 1973 y el de los Abogados de Atocha, celebrado en 1980 y justo hoy 4 de marzo, se cumplen 43 años del día que se dicto sentencia contra los encausados del juicio de Atocha 55.
Una de las cosas que me fascino de Jaime, fue su contagiosa pasión por la paz, el bien común y la libertad. Algunos nos quedábamos extasiados al escuchar sus correrías por Europa y Estados Unidos en 1973 reclamando a poyo y solidaridad para los encausados en el Proceso 1001, consiguiendo que hubiera numerosas muestras de apoyo a los del 1001 y de condena al franquismo.
Recuerdo que nos decía que incluso el famoso actor Marlon Brando se había comprometido a asistir al juicio de los del 1001, así como otras muchas personas influyentes. Los jueces españoles de entonces, que eran fachas, pero no tontos, fijaron las fechas del juicio con muy poco tiempo para impedir que muchas personas no pudieran ajustar sus agendas y viajes a los días del juicio.
Otra cuestión que recuerdo con nitidez, es cuando Jaime contaba, sobre el juicio de los Abogados de Atocha, cuando el juez Gómez Chaparro, le concede un permiso a uno de los encausados por los asesinatos (Lerdo de Tejada) por el motivo de “tener que asistir a la comunión de su sobrino”. Por supuesto no volvió a la cárcel.. Jaime tuvo una entrevista con el juez Gómez Chaparro para pedirle explicaciones y a pesar de su carácter tranquilo y sosegado, le dijo “es Vd un hijo de puta”.
En
fin podría seguir contando cosas de Jaime, todas buenas, pero para
un breve y rápido repaso de lo que fue Jaime para
sus compañero y para la historia de España,
me quedo con la frase de
Alejandro Ruiz-Huerta, el único sobreviviente que queda de los
Abogados de Atocha y actual
presidente
de la Fundación Abogados de Atocha, cuando
se entero de su fallecimiento, nos comento:
“Jaime
era un gran compañero, una luz en la transición y en la democracia.
Su recuerdo permanecerá en cada esfuerzo común por la justicia y
la libertad”Cuatro abogados de los ocho de la acusación particular en el juicio de Atocha 55: Rato, Mohedano, Jaime Sartorius y Bono en 2010. Foto de Fran Lorente..
Poco más que decir. Finalizo con la última estrofa del verso del gran poeta del pueblo Miguel Hernández, a su amigo Ramón Sijé, en esta ocasión dedicada a Jaime Sartorius:
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas
compañero del alma, compañero.
Francisco Naranjo Llanos, director Fundación Abogados de Atocha y sindicalista de CCOO
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