Por azares del destino he coincidido hace unos días
con la hermana de una mujer ferroviaria luchadora, pionera en el ferrocarril:
Pepa Vázquez, la primera mujer -mejor dicho, la única- que participo en la
negociación del primer Convenio Colectivo de RENFE en 1976.
Como consecuencia de ello comencé a rascar en la memoria la década de los años 70, del siglo pasado. En concreto el año 1976, cuando un grupo de activistas ferroviarios comenzábamos a pergeñar una plataforma reivindicativa para intentar conseguir negociar el primer convenio colectivo en RENFE.
Un año antes, en 1975, se celebraron las últimas elecciones sindicales del vertical (sindicalismo franquista), elecciones en las que las candidaturas apoyadas por CCOO alcanzaron muy buenos resultados para enlaces sindicales, pero con las zancadillas que ponían los caciques del franquismo era prácticamente imposible llegar al Jurado de Empresa, que era el órgano que negociaba las cuestiones laborales.
Así las cosas y con una militarización de por medio decretada en enero de 1976, en RENFE y otras empresas, realizamos un amplio periodo de asambleas de base para elaborar la plataforma reivindicativa y elegir representantes, al margen del Sindicato Vertical, que finalizo en noviembre de ese año, con la elección de una Comisión Negociadora, comisión que negoció con la dirección de RENFE, firmando el primer convenio colectivo de esta empresa el 20 de diciembre de 1976.
Y en esa Comisión Negociadora de 25 miembros, había una mujer JOSEFA VÁZQUEZ VÁZQUEZ, “Pepa Vázquez”, Informadora de Sevilla Plaza de Armas, de 25 años, estudiante de derecho, carrera de abogada que finalizo al comienzo de los años 80 y que ejerció tanto en Sevilla como en Alicante, lugar de donde volvió a su Andalucía, para morir en la primavera de 2020, a la edad de 70 años, no está claro si por efectos de la maldita pandemia. DEP Pepa.
Por aquel entonces se contaban con los dedos de una mano las mujeres que participaban en lo que denominamos en aquellas fechas “Pleno de Representantes Ferroviarios”, organismo unitario creado al margen del Jurado de Empresa y de esas pocas era ella, Pepa Vázquez, la que más destacaba en las reuniones, una joven y simpática sevillana de 25 años. Yo por entonces tenía 30. Hay que tener en cuenta que hablamos de 1976, un año después de morir el dictador.
Recuerdo por aquellas fechas a más compañeras, a Minerva García de Madrid, a Teresa Hernández de Contratas Ferroviarias, a Amparo de Valencia, a Otilia de Barcelona, Mercedes Blanco de Zamora y por supuesto la más conocida, María Jesús Álvarez, de Madrid.
Decía Pepa Vázquez, en el boletín “Carril” de los ferroviarios en CCOO, en su numero de enero de 1977, “que una de las cuestiones que había que desarrollar urgentemente, del Convenio recién firmado, era la necesidad de eliminar la discriminación de la mujer en cuanto a puestos de trabajo, entre el personal masculino y el femenino”. Qué razón tenía Pepa y lo que costo esa reivindicación, a pesar de tenerlo escrito para desarrollar y aun lo que falta para que sea real. Al menos, hasta dos años después, en 1979, no salió la primera convocatoria de ingreso en las categorías vetadas para mujeres: Factores, Ayudantes de Maquinistas, Especialistas de Estaciones, etc
Hay que tener en cuenta que a las mujeres en RENFE solo se les permitía trabajar en puestos de oficinas, de informadoras, de limpiadoras y para de contar y encima merced a una Ley Franquista en la que el Estado "liberaba a la mujer casada del taller y de la fábrica", obligaba por decreto a la mujer a dejar la empresa si contraía matrimonio.
Demencial todo, pero real. Y fue gracias a la lucha de mujeres como Pepa Vázquez y otras las que consiguieron suprimir esos corsés y otros. Es verdad que CCOO y los hombres del sindicato siempre las respaldábamos, pero de “aquella manera” y lo dice uno que lo vivió en directo.
Un ejemplo de “nuestro apoyo” a la mujer por aquel entonces: El 7 y 8 de octubre de 1977 celebramos en Madrid el primer congreso del Sindicato Ferroviario de CCOO. Elegimos -se eligieron- del conjunto del Estado 50 personas para la Comisión Ejecutiva: 48 hombres y 2 mujeres. (María Jesús Álvarez y Teresa Hernández). El Consejo Estatal Ferroviario de CCOO lo componían 140 personas: 135 hombres y 5 mujeres (María Jesús de Madrid, Teresa de Contratas ferroviarias, Otilia de Barcelona, Amparo de Valencia y Concepción de Barcelona). Por supuesto el porcentaje de mujeres sindicalistas era pequeño, pero tanto…
Años después fuimos avanzando en el camino y hasta la fecha, fecha que por cierto para mi es una satisfacción y lo digo con orgullo que la persona que ostenta la máxima representación de mi sindicato, (CCOO en el ferrocarril), sea una mujer: Pepa Páez Parada, una muy buena sindicalista y mejor persona y para mas señas, de Andalucía, al igual que la pionera Pepa Vázquez. Casualidades que da la vida: Y en fechas de una Pepa a otra Pepa solo van 45 años (1976/2021).
Y por supuesto estoy muy de acuerdo con ella (Pepa Páez) cuando en un acto público en Atocha, relacionado con el 8M, día Internacional de la mujer, el pasado año 2020, decía sobre la igualdad en el sector ferroviario:
“El camino hacia la igualdad efectiva entre hombres y mujeres no es sencillo… como no lo han sido ninguno de los cambios sociales durante la historia, pero vamos dando pasos en la buena dirección. El sector ferroviario ha sido, históricamente, un ámbito donde las mujeres no lo han tenido fácil. A nadie se le escapa que el ferrocarril, desde sus inicios, ha limitado el acceso de las mujeres al empleo, pero precisamente por eso, no podemos restar valor a lo que hemos conseguido durante estos últimos años.
En este sector partíamos de un escenario desolador:
El marco de relaciones laborales diseñado por RENFE era claramente sexista, ya
que, entre otras muchas cuestiones, las trabajadoras eran obligadas, por su
condición de mujeres, a la excedencia forzosa cuando contraían matrimonio o
tenían vetado el acceso a determinadas profesiones.
A esto había que sumar que la mayoría de las
personas que accedían lo hacían a través del ejército, donde sólo había
hombres, y las Escuelas de Aprendices que, desde su creación en 1947 hasta
1979, vetaba el acceso de mujeres.
Comisiones Obreras fue una de las primeras
organizaciones que incorporo en sus estrategias y organización la lucha de
género. En 1976 se recogieron, en el anteproyecto del convenio colectivo, toda
una serie de reivindicaciones que debían poner fin a la discriminación sexista
de las trabajadoras ferroviarias, llamándose a una movilización general contra
ella.
Muestra de esta implicación de CCOO en la
eliminación de la discriminación por razón de género es que la primera mujer
que formó parte, en 1976, de la Plataforma Negociadora, constituida por otros
24 hombres, militaba en nuestra organización…”. Un diez por
el texto, claro y sencillo.
Para terminar por mi parte, solo comentar una cuestión
que ya lo he dicho públicamente en más ocasiones. La última recientemente en la
presentación del excelente libro “Ochocientos Brazos” (El movimiento obrero
en el ferrocarril durante el franquismo) del historiador y además amigo
Miguel Muñoz:
A lo largo de mi vida personal las mujeres me han enseñado mucho más cosas positivas que los hombres, comenzando por mi madre y terminando por mi compañera, con la que llevo conviviendo medio siglo, pero en lo sindical y sobre todo en el capitulo de la igualdad y la solidaridad, han sido muchas las mujeres sindicalistas las que me han dado clases magistrales y es aun cuando viajo en tren cuando veo a una Jefa de Estación o cualquier otra categoría, me emociono y es cuando más me acuerdo de los nombres de aquellas luchadoras pioneras ferroviarias en su lucha por la igualdad y solidaridad.
Creo y lo digo sin reproches, que de vez en cuando estas mujeres y muchas más que aquí no se han mencionado, se merecerían un necesario homenaje de CCOO, su sindicato, por su difícil lucha, aunque algunas como Pepa Vázquez o Mercedes Blanco, ya no puedan asistir por no estar con nosotros.
Francisco Naranjo Llanos
Ferroviario y Director de la Fundación Abogados de Atocha
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