LEMA DE ESTE BLOG...

LEMA DE ESTA BLOG: ... hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida. (Miguel Hernández)

LA MATANZA DE ATOCHA

El bolígrafo de Alejandro y la agenda de Ángel.
El entierro de Los Abogados de Atocha en la Plaza de Colon (Madrid)
En estas fechas se conmemora el aniversario de los "Abogados de Atocha", esos mártires de la libertad que fueron vilmente ametrallados por un comando fascista en Atocha 55, en lo que se denomino La Matanza de Atocha.

Como es conocido, pero no esta demas recordar, el 24 de enero de 1977, un grupo de pistoleros de extrema derecha irrumpieron en el despacho de abogados laboralistas de CCOO y del PCE situado en el número 55 de la calle Atocha en Madrid y ametrallaron a las nueve personas presentes. Fallecieron los abogados, Javier Sauquillo, Javier Benavides, Enrique Valdelvira, Serafín Holgado y el sindicalista Ángel Rodríguez Leal. Resultaron gravemente heridos Alejandro Ruiz Huertas, Mª Dolores González, Luís Ramos y Miguel Sarabia.

Creo, que todo lo dicho anteriormente, es más o menos conocido por aquellos que hayan profundizado minimamente en la historia de este país, pero yo había cogido la pluma hoy para hablar del bolígrafo de Alejandro Ruiz-Huerta y de la agenda de Ángel Rodríguez Leal. Temas seguro, bastante menos conocidos.

Conocí, o mejor dicho oí hablar de Alejandro y de Ángel, al igual que la gran mayoría, a raíz del brutal atentado de aquella semana trágica para la democracia en nuestro país, semana que posteriormente Juan Antonio Bardem, la inmortalizo en su película  “7 días de enero”.

Después, muchos años después, conocí personalmente a Lola González, Miguel Sarabia, Luís Ramos y Alejandro Ruiz-Huerta, todos ellos sobrevivientes de la Matanza de Atocha, como se le llamo durante muchos años a aquel atentado terrorista. Cuatro personas que, conjuntamente con los cinco asesinados, son iconos de la lucha por la libertad y por la democracia en nuestro país, después de 40 años de dictadura franquista.

Sobre Alejandro y la importancia de su bolígrafo, se lo he oído contar en varias ocasiones, pero así lo escribe el propio Alejandro: “Yo evite la muerte aquella noche, en primer lugar, porque el cuerpo sin vida de Enrique Valdelvira cayó encima del mío y tapó mis zonas vitales.. Antes, en la primera oleada de disparos me dieron un tiro en el esternón, pero tuve la suerte de que la bala dio en el bolígrafo que llevaba en la camisa, un Inoxcrom“.

Alejandro en la actualidad ejerce de profesor de Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho de Córdoba y es el Presidente de Honor de la Fundación “Abogados de Atocha”.

Con motivo del 25 aniversario, publico un libro sobre aquellos sucesos, titulado: "La memoria incómoda",  Los Abogados de Atocha 1977/2002,  Recientemente ha editado otro libro, titulado. “Los ángulos Ciegos”. Una perspectiva crítica de la transición española, 1976-1979.

En cuanto a Ángel Rodríguez Leal, fue a través de su hermano José Luis, cuando fui conociendolo. Ángel. Había sido represaliado y despedido de Telefónica y trabajaba en el despacho laboralista como administrativo.

Aquel aciago día, por la mañana, Ángel había acudido para reclamar sus derechos al sindicato vertical franquista, donde se celebraba una reunión del transporte (Telefónica estaba encuadrada en el área de Comunicaciones y Transporte), y allí se encaró con Francisco Albadalejo, que era secretario del Sindicato Provincial del Transporte y que después fue uno de los condenado por los crímenes de Atocha. Allí estaban, también, los pistoleros que acudieron por la noche al despacho de Atocha y acribillaron a tiros a todos los presentes.

Por la noche, tras concluir su trabajo, Ángel entró en un bar con unos amigos. Se estaba tomando una cerveza, cuando se acordó de que había olvidado en el despacho su ejemplar de Mundo Obrero, el periódico oficial del PCE, y subió a recogerlo, Eran las 10,50 horas de la noche. Ángel ya no volvió con sus amigos.

Con Alejandro Ruiz-Huerta y otros compañeros de CCOO en el cementerio de Carabanchel en uno de los aniversario de los Abogados de Atocha.

Minutos después de esa hora, dos ultras habían llamado a la puerta del bufete, mientras otro vigilaba desde la escalera. Ángel les abrió la puerta y ellos preguntaron por Joaquín Navarro, un dirigente  de CCOO que había destacado como uno de los principales promotores de la huelga del transporte. Uno de aquellos ultraderechistas reconoció a Ángel Rodríguez como el joven, que por la mañana, se había enfrentado en el sindicato vertical a su jefe, Francisco Albadalejo.

Fue solo hace unos años, en la conmemoración del 30 aniversario, cuando el hermano de Ángel, José Luís Rodríguez Leal, me dijo, que en la agenda que llevaba Ángel, aquella nefasta noche, figuraba mi nombre y teléfono y que si conocía a su hermano.

Teniendo en cuenta que Ángel era trabajador represaliado de Telefónica y yo sindicalista de Renfe, podía ser, seguro que hable con Ángel, pero no lo recuerdo y eso que viví aquellos sucesos con intensidad, incluso yendo al entierro, acompañado por otros compás de RENFE, portando un par de coronas de flores, en nombre del denominado Pleno de Representantes Ferroviarios, organismo unitario de los trabajadores de Renfe por aquel entonces.

Aquel entierro, seguramente ha sido la manifestación más multitudinaria conocida en España aún hoy en día, manifestación que colapso la ciudad entera. No se quien dijo sobre la manifestación: "El silencio dolía más que los disparos. Los claveles fluían como un manto de sangre ". Para mí ha sido la más impresionante y emotiva que he asistido en mí vida, aquellos miles y miles de hombres y mujeres, aquélla tensión contenida, aquel silencio, solo roto con algunos vivas a los muertos y por el canto de la internacional, -ya en el cementerio- fue algo que el pueblo de Madrid, el país entero, nunca olvidara.

Ángel, fue enterrado en el cementerio de la Almudena y  años después trasladado al cementerio de su pueblo, Casasimarro (Cuenca). Un día, sobre estas fechas, hace ya mas de diez años, estuvimos en su pueblo, acompañando a las autoridades regionales y locales en la inauguración de un parque, en su recuerdo. 

Aquella agenda, con mi nombre y mi teléfono, que solo hace unos años, que supe de su existencia, quizás la olvide, pero a los Abogados de Atocha y a Ángel Rodríguez Leal, ese compañero, sindicalista y trabajador, represaliado de Telefonica, uno de los mártires de la libertad, asesinado por un comando fascista, residuo de la dictadura franquista, solo porque defendia los derechos de los trabajadores, me acordaré siempre.

Francisco Naranjo Llanos
Director de la Fundación Abogados de Atocha

NOCHEVIEJA ESPECIAL EN LA ESTACION DE IMPERIAL

Antigua estación de RENFE de IMPERIAL (cerrada en 1987).

 Yo no olvido al año viejo
Porque me ha dejao' cosas muy buenas
Ay, yo no olvido al año viejo
Porque me ha dejao' cosas muy buena

… Me dejó una chiva, una burra negra
Una yegua blanca y una buena suegra

(Canción El año viejo)


Era un 31 de diciembre de los finales de los años 60 del siglo pasado. Acababa venir de Extremadura a trabajar de Factor de  Circulación (Jefe de Estación en estaciones pequeñas), a la estación de ferrocarril de Imperial en Madrid, con poco más  de 20 añitos y esto es lo que pasó, o al menos es lo que yo recuerdo que me paso. De verdad verdadera...

Estos son mis recuerdos de aquellos los minutos interminables de aquel final de año y comienzos del siguiente:

-Quedan diez minutos para que sean las doce de la noche y lógicamente para que den las doce campanadas y así pasar al próximo año.

-Ya tengo preparadas las uvas, espero que no me pase como el año pasado que me quedaron dos sin tomar. Las voy a contar de nuevo, no vaya a ser que ponga de más o de menos. Están las doce. A ver si hoy no me lió con los cuartos.

-Me doy cuenta que a mí alrededor esta todo apagado, oscuro y silencioso, solo muy lejos se escucha un breve rumor. Voy a subir la radio para escuchar mejor el sonido de las campanadas de la Puerta del Sol. Ya solo quedan cinco minutos.

-Recuerdo las horas que han pasado hasta llegar a este momento. Llegue a las ocho de la tarde, como todos los días, mi compañero de relevo me estaba esperando. Le firmo la entrega del servicio. No hay novedades. El último tren paso hace ya dos horas y no se espera ninguno más hasta después de las doce. Hoy hay previsto pocas circulaciones.

A los compañeros del turno que tendrían que entrar conmigo ahora, les dije ayer que no vinieran a currar hasta después de las uvas. Otros dos que cambian su turno a las diez de la noche, se irán dentro de un rato. Todos ellos tienen planes para esta noche. Unos piensan tomar las uvas en una fiesta con los amigos,  otro dice que va a ir a la Puerta del Sol. La mayoría pasaran la fiesta en familia.

-Yo no tenía ningún plan previsto. Estamos en 1969. Mi familia y mi novia están en Extremadura. Mis compás se habían buscado su rollo para hoy y a mí me ha tocado el turno de noche y encima a doce horas, de ocho a ocho y tiro porque me toca. Así que disfruten ellos. Yo como ya tenía asumido que tendría que trabajar esta noche tan especial, pues me alegro por ellos. Casi todos también tenían que estar aquí conmigo, pero ya que estoy yo, les he dicho a unos que vengan tarde y a otros que se vayan temprano… y que se diviertan por mí. 

-Quedan tres minutos para las doce y la radio cada vez se oye peor. Ahora mismo se escucha la canción de Rosa Morena, mi paisana, "Échale guindas al pavo". Le subiré el sonido de nuevo. Espero que no se quede sin pilas. Ya lo que me faltaba. Sería el colmo después de la cena que he tenido. Bueno es un decir... pues tampoco he comido tan mal. El mayor problema el sabor a lata recién abierta. Quizás tuve que abrir las latas antes, pero a lo hecho pecho.

-La verdad es que los pimientos rellenos, una vez que los calenté, al margen del sabor a lata, tampoco estaban tan mal y las sardinas un poco bastas, quizás tuve que comprar caballa, pero ya no es tiempo de lamentarme. El vino estaba también bueno. Mosquea un poco que el tapón no fuese de corcho, solo llevaba un plastiquillo como tapón, así  que no sé, no sé. En fin no le daré más vueltas. Además  piensa que es una noche más, con la única diferencia es que hoy es un año y dentro de unos momentos otro.

-Bueno insisto, no le des más vueltas, que ya están a punto de dar las campanadas. Tengo las doce uvas preparadas y el botellín de sidra en su punto. Yo creo que está bastante fría. Nevera no tengo, pero como la puse al fresco cuando llegue a las ocho, tiene que estar bien fresquita. Su marca no es conocida, no es “el Gaitero”, pero me han dicho que es de lo mejorcito del mercado.

-Joder, quedan apenas sesenta segundos para las doce y la radio casi no se oye. Encima ya no se puede subir más el sonido. Con una mano me lo acercaré a la oreja y con la otra me tomare las uvas. Después brindare con la sidra.

-Se acabo el año viejo, un año fatal y ya estamos en el nuevo,  con nuevas ilusiones y nuevas perspectivas. Las uvas me las he tenido que tomar a voleo pues se apago la radio.

-Vale, vale, “nuevas perspectivas”,  pero  yo aquí más solo que la una, brindando y hablando solo, con la mierda de sidra que me han vendido y encima está caliente, sabe a meao y decían que era buena. La radio ya no se oye y mis compañeros seguro que pasándoselo pipa con sus amigos y su familia y encima aun tardaran más de una hora en venir, aunque no debería quejarme, porque yo mismo les dije que no tuviesen prisa.

-Para más INRI, al margen de las flojas luces de la estación, que parece que estamos en un camposanto, el entorno esta cada vez más oscuro y silencioso. Ya ni ruidos de fondo. Solo falta que viniese alguien desconocido y que me pegara un susto “de muerte” para terminar la noche.

-Joder, ya son la una de la noche, yo aquí más solo que la una,  un día como hoy cinco horas solo y los compañeros no acaban de llegar. Ni compás ni nada,  vaya cara más dura.  Se van a enterar estos cuando vengan. Vaya horas de venir a trabajar. La sensación de soledad y las lágrimas de rabia, que me han rodado por las mejillas, “para ciento y un año” que no me van a volver a salir, al menos solo. 

-No y cien veces no, ni compañerismo, ni hostias. Si hay que joderse nos jodemos todos y no solo el pardillo y  gilipollas de turno. Hasta aquí hemos llegado. A partir de mañana al que llegue tarde le abro expediente. Se acabo.!!. “Una y no más dijo Santo Tomas”.

En fin, ya saben mis queridos lectores que la memoria es frágil y según como tengas el estado de ánimo recuerdas las cosas de una manera  u otra, pero de verdad verdadera -más o menos- esto es lo que recuerdo que ocurrió aquella Nochevieja de hace ya muchos años en aquella pequeña estación de contorno ferroviario madrileño llamada IMPERIAL, conocida también como la estación de "Las Pulgas",  cerrada en 1987 y posteriormente derribada cuando se realizó la operación urbanística del Pasillo Verde. 



Francisco Naranjo Llanos, director de la Fundación Abogados de Atocha y sindicalista de CCOO.

ANIVERSARIO DE DOLORES IBARRURI, "PASIONARIA"

(Vasca desde la raíz 
luchó como el viento del Cantábrico,
amó a los mineros, a los obreros y campesinos;
es resistente como el hierro de Gallarta y
venerable como un roble de mi valle natal, Orozco).

                                                        Blas de Otero 

No se llamaba Dolores, ni tampoco Pasionaria, pese a que por ese nombre la conoce la historia, sino Isidora, que así la inscribieron en el Registro Civil un día de diciembre de 1895: Isidora Ibárruri Gómez, hija de Antonio, el Artillero, porque ése era su oficio en la mina de Gallarta, en Vizcaya, y de Dolores Gómez, una castellana que le pasó el nombre. 

A Pasionaria el nombre le vino por su lengua de fuego y también por firmar con ese seudónimo de guerra en dos periódicos de combate: El minero vizcaíno y La lucha de clases. La primera vez durante una Semana Santa, según ella “para ponerme a tono con las fechas". 

Brevemente quiero reflejar en esta entrada un pequeño resumen de su biografía:
Su verbo enérgico comenzó a hacerse oír en la huelga de Asturias de 1917. En 1920 ingresó en la Agrupación Socialista de Somorrostro, que ese mismo año se transformó en Agrupación Comunista. Asistió como delegada al primer congreso del PCE, en 1923. En la conferencia de Bilbao en 1930 fue elegida miembro del Comité Central. Al siguiente año la encarcelan en Madrid por primera vez, "por actividades propagandísticas", la liberan tras una huelga de hambre. 

En 1932 asistió en Sevilla al cuarto congreso del partido, primero celebrado de forma pública, donde es elegida, junto con José Díaz, miembro del Comité Central. Cárcel de nuevo y nuevas huelgas para reivindicar el estatuto de presa política. En el año de su puesta en libertad, fue elegida miembro del Comité Ejecutivo. En 1935 viajó a París para asistir al Primer Congreso Mundial de Mujeres contra la guerra y el fascismo, cuya sección española había creado Irene Falcón. Por aquel tiempo comenzó a colaborar en Mundo Obrero. 

En las elecciones del 16 de febrero de 1936 consiguió un escaño por Asturias. En los debates en el Congreso se enfrentaba con violencia verbal a Calvo Sótelo, "Hay que encarcelar a los terratenientes que lanzan a la miseria y al hambre a los campesinos; hay que encarcelar a los que con un cinismo sin igual, llenos de sangre de la represión de octubre, vienen aquí a exigir responsabilidades por lo que no se ha hecho..." 

No es posible hablar de la guerra de España sin mencionar a Dolores Ibárruri, cuyas soflamas se convirtieron en la voz que llamaba a los republicanos a no rendirse. De ella fue el grito de "¡Los fascistas no pasarán!", como cierre de su llamamiento a la defensa de la República desde Unión Radio, el 19 de julio de 1936. Algunas citas de sus discursos, como “Más vale morir de pie que vivir de rodillas” o su “¡No pasarán!” forman parte del imaginario colectivo. Su papel de símbolo popular la convirtió en protagonista de poemas de Pablo Neruda, Rafael Alberti. Miguel Hernández, Blas de Otero,….

Tras la derrota del Frente Popular se exilio en la Unión Soviética. En 1942, a la muerte de José Díaz, le sucedió en la secretaría general del PCE, cargo en el que se mantuvo hasta 1960, para pasar a ocupar el cargo de presidenta, sustituyéndola en sus funciones, Santiago Carrillo.

Tras la muerte de Franco y el final de la dictadura, en 1977, durante la transición democrática, volvió a España y fue elegida de nuevo diputada por Asturias en las primeras elecciones democráticas, aunque su papel fue ya más simbólico que real . El 12 de Noviembre de 1989, con casi 94 años moría en Madrid, siendo enterrada en el cementerio civil de La Almudena.



Dolores fue una gran mujer que dedico toda su vida a la causa del comunismo, al "Unico Camino", titulo del libro de memorias, publicado en 1962 y reeditado en numerosas ocasiones, también escribió otros libros, tales como: "Me faltaba España" y "Pasionaria, la lucha y la vida".

Yo asistí  al homenaje en su 90 cumpleaños, en el Palacio de Deportes de Madrid, -la foto que ilustra esta crónica es de ese día- y me quede con su voz, esa voz que durante muchos años lucho por un mundo mejor y sobre todo esa voz que peleo por unos ideales como la igualdad de la mujer y los derechos de los más oprimidos. Quince mil personas se dieron cita para homenajear a una mujer que es por derecho propio un símbolo de la clase obrera, del feminismo y de la lucha por la libertad. Ese día, «Pasionaria» no dejó de cantar. Eran himnos revolucionarios, coplas mineras. 

También  estuve en su ultimo adiós  en la plaza de Colon en Madrid y quiero finalizar este breve recordatorio, con unas frases de Dolores Ibárruri, en “Memorias de Pasionaria”: 
"Si toda mi vida he luchado, si me he consagrado a una idea para mí maravillosa, la idea del comunismo, ¿cómo retirarme a "descansar", si el camino que nos toca recorrer es aún muy largo?".

Pasionaria (Gallarta, 9 de diciembre de 1895 - Madrid, 12 de noviembre de 1989), 

P.D.- Os dejo un video-documento de Tino Calabuig, titulado "DESPEDIDA a PASIONARIA" que es una  verdadera preciosidad:  


RONTEKY