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LEMA DE ESTA BLOG: ... hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida. (Miguel Hernández)

EN EL CUMPLEAÑOS DE MIGUEL GONZÁLEZ ZAMORA

 

Hoy 20 de octubre de 2025, el abogado Miguel González Zamora, hubiera cumplido 81 años si no hubiera sido porque una cruel enfermedad le quito la vida el 30 de noviembre de 2018, hace ya siete años.

 ¿Pero quién fue Miguel González Zamora? Miguel, de origen extremeño, nació en Berzocana, un pueblecito de Cáceres y realizó sus primeros estudios en el seminario de Plasencia. Después, ya en los años sesenta del siglo pasado, se trasladó a Madrid, lugar donde estudió y finalizo la carrera de derecho.

Pocos años después y tras algunas andanzas juveniles por Mauritania, y por París, regresó a España ingresando en la clandestina Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT) y en el despacho laboralista de la calle Lista (Ortega y Gasset) cuya titular era Paquita Sauquillo. Allí tomó contacto con la realidad de la lucha obrera asesorando a los enlaces sindicales y militantes antifranquistas de CCOO.

Miguel, como otros muchos conocidos abogados y abogadas de su generación, como fueron los Abogados de Atocha, mantuvo una trayectoria de vida que hoy en día es desconocida para una buena parte de las generaciones más jóvenes que alientan su rebelión contra una situación de injusticia y desigualdad, pensando que la transición española fue un proceso de debilidad de los ideales progresistas. Cuestión totalmente incierta y aunque Miguel y otros y otras, no añoran ni presumen de aquellas luchas antifranquistas, es de justicia resaltar su compromiso militante con la clase obrera y sobre todo del sindicalismo de clase de CCOO.

Con ocasión de su fallecimiento, el amigo Juan Moreno, también extremeño como él y yo, escribió un artículo, que es una referencia necesaria para conocerlo mejor (Miguel gonzalez Zamora, abogado militante CCOO). En su historia personal Miguel atravesó varias fases. Como decía antes, además de estudiar derecho en la década de los sesenta y estar en el mayo francés “comprobando que debajo de los adoquines de las calles no estaba la arena de la playa”, fue militante de la ORT y entró de abogado en el despacho de Lista y ya en los años setenta, con otro gran abogado, Juan Canet, se trasladó un tiempo a Extremadura y creo un despacho en Don Benito (Badajoz).

En el desarrollo de CCOO como sindicato sociopolítico y de clase -ya en democracia-   Miguel tuvo un papel importante como abogado de la recién nacida Confederación, pues fue el responsable del Gabinete Técnico Confederal de CCOO, hasta 1984, que por desavenencias con la dirección del sindicato a la negociación del AES le hicieron abandonar CCOO. Pocas años después volvería al sindicato y se situaría en el ámbito de las relaciones internacionales, un campo en el que había ya mostrado su experiencia y habilidad en las sesiones de la OIT a las que acudía en la delegación de CCOO.

Conjuntamente con Juan Moreno, Miguel, tuvo un papel relevante en la consecución del objetivo decisivo para CCOO de lograr su ingreso en la Confederación Europea de Sindicatos (CES), un ingreso obstaculizado demasiado tiempo sobe la base de un comportamiento sectario e interesado de los sindicatos de obediencia socialdemócrata.

En su última etapa, presidió la Comisión de Garantías Confederal, el órgano que da efectividad a la democracia interna sindical y en el que una vez más dio pruebas de su firmeza en el respeto del pluralismo ideológico sindical. También fue asesor de la Secretaría General de CCOO, en tiempo de Ignacio Fernández Toxo.

Yo tuve el placer de conocer a Miguel en un período muy intenso de mi propia vida. Seria finales de 1975, primeros de 1976, cuando recién elegido enlace sindical, en las ultimas elecciones del vertical (mayo de 1975), un grupo de compañeros ferroviarios reclamamos las diferencias económicas del valor de las horas extras realizadas. Primero quise ir al despacho laboralista de Atocha 55, pero había demasiadas personas en las colas y me indicaron que había otro despacho cercano a la Plaza de Felipe II y allí me encaminé.

Me atendió muy amablemente Miguel y a él le entregue una centena de reclamaciones. Me comento volviera unos meses después para ver como iba el tema. Volví, pero en aquellos tiempos tan revueltos en el despacho de Lista, ya no estaba Miguel y me enviaron al de Goya. Al final no me llevo él el caso, me lo llevo una compañera abogada que no recuerdo su nombre.

Mi amistad continuó y al cabo de poco tiempo, ya en los años ochenta, coincidimos en el Consejo de Redacción de Gaceta Sindical, la revista Confederal de CCOO, dirigida por el inolvidable Manolo Morales, entre otros grandes compañeros y compañeras de la abogacía laboralista. También en Extremadura coincidí con Miguel, pero en temas más relacionado con la política que en el sindicalismo.

En fin, personas como él, merecen esta y otras columnas que hablen de él, pues son nuestros referentes, referentes que no debemos olvidar. Yo solo decirte, además del consabido DEP, que estes donde estes, feliz cumpleaños amigo y gran abogado y mejor persona: Miguel González Zamora.

Francisco Naranjo Llanos, director Fundación Abogados de Atocha (2013-2024) y sindicalista de CCOO.

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