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LEMA DE ESTA BLOG: ... hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida. (Miguel Hernández)

LOLA EN LA MEMORIA

Enero fue un mes fatídico en la vida de Lola Gonzalez Ruiz: el 20 de enero de 1969 asesinaron a su novio, Enrique Ruano, el 24 de enero de 1977 se perpetró el atentado de Atocha 55 en la que murió su marido, Javier Sauquillo y el 27 de enero 2015, falleció ella como consecuencia de un cáncer de pulmón.

Dolores González Ruiz, más conocida por Lola, fue una abogada laboralista, superviviente de los asesinatos de los Abogados de Atocha en 1977.

Lola nació en León en 1946 y murió en Madrid el 27 de enero de 2015. ​ La injusta historia de Lola comenzó en 1969. Como estudiante de derecho, estuvo siempre ligada a los movimientos antifranquistas. En enero de ese año 1969, Lola fue detenida junto al que entonces era su novio, Enrique Ruano, por la Brigada Político-Social franquista por arrojar a la calle propaganda de "las comisiones obreras",  según la versión policial, 

El caso de Enrique Ruano es tristemente conocido por todos. Tras ser torturado durante tres días, fue cruelmente asesinado tirándole por una ventana desde un séptimo piso. La policía de la época lo calificó como suicidio  y así lo extendió también la prensa franquista.

A pesar de esta adversidad, Lola lo pudo superar y continuó con su trabajo como abogada laboralista y su militancia en el PCE y en CCOO, ambas organizaciones ilegales hasta bastante después de la muerte de Franco.

El mes de enero de 1977, ya casada con Javier Sauquillo, también abogado laboralista, a la vida de Lola le tenían preparado otro grave golpe. El 24 de enero,  ocurrió el atentado de Atocha 55, despacho de abogados vinculado al PCE y a CCOO.

Un comando de extrema derecha acudió la noche de ese 24 de enero al despacho laboralista de la calle Atocha 55. Los asesinos colocaron contra la pared a los asistentes y ametrallaron a quemarropa a las nueve personas allí presentes.

Enrique Valdelvira Ibáñez, Luis Javier Benavides Orgaz, Serafín Holgado de Antonio, y Ángel Rodríguez Leal, fallecieron en el acto. Lola, quedó gravemente herida junto a su marido, Javier Sauquillo Perez del Arco, que fallecería al día siguiente. Junto a Lola, quedaron también gravemente heridos Luis Ramos Pardo, Miguel Sarabia Gil y Alejandro Ruiz Huerta Carbonell, el único que hoy en día continúa con vida y que es el actual presidente de la Fundación Abogados de Atocha.

Estos atentados supusieron un antes y un después en la transición española. El 26 de enero de 1977, más de cien mil personas acudieron a decir adiós a los fallecidos de Atocha 55, en un clima de silenciosa indignación, y con toda seguridad el atentado y la manifestación posterior, aceleró los cambios políticos necesarios hacia la democracia en nuestro país.

Los que conocieron a Lola tras el atentado fascista recalcan que tardó años en recuperarse físicamente, pero quedó psicológicamente afectada de por vida, pero a pesar de ello ella siguió luchando por sus ideales políticos y sociales. Militando en el PCE y en sus CCOO y trabajando en varios despachos de abogados laboralistas de CCOO, así como en la Comunidad de Madrid.

Cuando CCOO de Madrid puso en marcha la Fundación Abogados de Atocha, en mayo de 2004, formo parte de su primer Patronato y en sucesivas renovaciones continúo participando en él. Cuando murió en 2015, era la presidenta de honor de la Fundación.  

Yo por las fechas del atentado a los Abogados de Atocha era un joven sindicalista de RENFE y conocía el despacho de Atocha 55 por algunos compañeros del transporte que se reunían allí. Viví aquellos atentados con enorme intensidad y porque no decirlo, con miedo, con mucho miedo.

Pero más que del 24 de enero, mi mas claro recuerdo es del 26 de enero, día del entierro de los compañeros asesinados. Para mí ha sido la más impresionante y emotiva movilización silenciosa que he asistido en mí vida y he asistido a cientos. Aquellos miles y miles de hombres y mujeres, aquella tensión contenida, aquel silencio, sólo roto ya en el cementerio, con algunas vivas a los muertos y por el canto de la internacional, fue algo que el pueblo de Madrid, el país entero, nunca olvidará.

A partir de esas fechas desde CCOO y después, a partir del 2004, conjuntamente con la Fundación Abogados de Atocha, todos los años, los 24 de enero, hemos continuado rindiendo homenaje y recuerdo a esos mártires de libertad que fueron y son los Abogados de Atocha.

Años después, conocí personalmente a los, sobrevivientes de aquel atentado criminal: Miguel Sarabia, Luis Ramos, Alejandro Ruiz-Huerta y Lola Gonzalez.

Con todos ellos tuve una excelente relación, ya que desde que me incorpore a CCOO de Madrid  en julio de 1987 como responsable de Comunicación, era una de las personas que se encargaba de la organización de los actos de recuerdo y homenaje, que año tras años, hemos realizado y el primero que allí estaba era Miguel Sarabia, todos los años, hasta su muerte en 2007, dispuesto a prestar su voz y su palabra para sin altavoces  dirigirse a los cientos de personas que acudían tanto al cementerio de Carabanchel,  como al portal de Atocha 55.  Así que con Miguel fue el primero con quien intime. Estoy hablando del 11º aniversario y vamos por el 45.


Década de los 90, un 24 de enero cualquiera en Atocha 55. Miguel Sarabia dispuesto
 a intervenir ante los asistentes al acto

Después y en especial a partir del 25 aniversario, en 2002, ya conocí a los demás sobrevivientes, Luis, Alejandro y Lola, todos ellos grandes personas, pero  reconozco que con la que mas empatía tuve fue  con Lola. Seguro que, por múltiples motivos, pero quizás por mi parte pensando en lo que habría sufrido Lola por el asesinato de sus dos amores malogrados por los fascistas. El caso es que mantuve una buena amistad con ella. Es mas creo que fui la ultima persona que hablo con ella desde el Patronato de la Fundación. Me explicó:

En enero de 2015, 38 aniversario de los Abogados de Atocha, el Patronato acordó premiar a la jueza María Servìni, la jueza de la Querella Argentina contra los crímenes del franquismo y reconocer a los actores Juan Diego y Concha Velasco que recogerían el galardón en representación de los artistas que protagonizaron la Huelga de Actores de 1975. Pues bien, cuando me puse en contacto con Juan Diego para comunicarle el reconocimiento, este lo primero que hizo es preguntar por Lola Gonzalez y que, si iba a estar en el acto del 24 de enero, día que entregamos los premios. Y seria, mas menos el 20 de enero cuando llame a Lola para comentarle la conversación con Juan Diego y preguntarle si iba asistir al evento del 24 y ella me contestó que estaba un poco delicada pero que intentaría estar, cuestión que no pudo, pues unos días después, en concreto el 27 de enero fallecía.

Breve video en homenaje de la Fundación Abogados de Atocha a Lola Gonzalez Ruiz en 2016 

En fin, querida Lola, estés donde estés DEP,, quizás con tus cenizas mirando al mar en Santander..., pero que sepas que siempre te recordaremos, te tendremos en nuestra memoria y estaremos contigo, pues como dice la escritora Isabel Allende
: “La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme siempre estaré contigo”,

 

Francisco Naranjo Llanos

Director de la Fundación Abogados de Atocha

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