LEMA DE ESTE BLOG...

LEMA DE ESTA BLOG: ... hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida. (Miguel Hernández)

SI LEER ES IMPORTANTE, LEER HISTORIA ES IMPRESCINDIBLE

Fernando Martínez Lopez,  secretario de Estado de Memoria Democrática, abrió el acto en homenaje y reconocimiento a los represaliados del franquismo 

He tenido la satisfacción de asistir al acto celebrado el pasado 13 de noviembre en Madrid, en el Ministerio de Transportes, en homenaje y reconocimiento a las trabajadoras y trabajadores del sector del transporte que fueron depurados, sancionados o apartados de sus funciones por motivos políticos o ideológicos durante la Guerra Civil y la cruel dictadura franquista.

El encuentro se enmarcaba en la celebración de los "50 años de España en libertad,1975/2025”, una iniciativa impulsada por el Gobierno de España a través de la secretaria de Estado de Memoria Democrática que, entre otros objetivos, trata de reconocer a las víctimas de la represión y dignificar su papel en la cimentación de los servicios públicos y la modernización del país.

El acto ha contado con las intervenciones del secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, y del subsecretario de Transportes y Movilidad Sostenible, Rafael Guerra Posadas. Además, han participado José María Díaz Retana, autor del libro Depurados de Obras Públicas”, y Francisco Polo Muriel, investigador de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles y autor de la tesis “La depuración del personal ferroviario durante la Guerra Civil y el franquismo (1936–1975)”.  Asimismo, han participado varios familiares de personas represaliadas, que han compartido la memoria y la historia de quienes sufrieron la muerte, la persecución y el exilio.

Con este encuentro, organizado por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, el Gobierno trata de reafirmar su compromiso con los valores de justicia y reparación y ha reconocido la deuda histórica con quienes defendieron la libertad y la democracia desde los servicios públicos en tiempos tan difíciles.

A mi entender ha sido un acto sencillo, pero a su vez cargado de cariño y emoción, pues las dos horas que ha durado ha estado lleno de testimonios que retratan la verdad de lo que supuso el golpe de estado franquista y la cruel dictadura, para las personas que no comulgaban con las ideas fascistas, así como el enorme retroceso que supuso la dictadura para España en lo relacionado con la educación, la cultura, la emancipación de la mujer, etc, etc. 

Los intervinientes dieron a conocer su saber, de un modo breve pero muy claro, en cuestiones, que están en la mente de todos, pero en un marco como este resultaban esclarecedoras, como, por ejemplo, el mantra de las derechas, “que hay que pasar página”, pues como ha pasado tanto tiempo no se debe hablar de fosas, ni de la memoria, ni represiones de hace tantos años, hay que olvidar todo aquello.

Fernando Martínez, en su intervención, con el desarrollo de un par de frases lo quedo claro: “Hablar de la memoria, es fortalecer la democracia, además de ser un acto de justicia”. “Para pasar páginas, primero hay que leerlas” y por último “Cada fosa que se abre se cierra una herida”. Meridianamente claro. 

Por su parte Rafael Guerra, en su intervención en el cierre del acto, recalco algo que los que peinamos canas siempre tenemos en la cabeza, sobre todo pensando en las jóvenes generaciones, la necesidad de leer para después reflexionar y opinar con conocimiento de causa y no dar una opinión con un breve video de 20 segundos. Él lo definió perfectamente: “Si leer es importante, leer historia es imprescindible”.

Francisco Polo, paisano, ferroviario y amigo, en su intervención dio una lección magistral de su tesis, con datos de la represión ferroviaria, que, a pesar del tiempo transcurrido, ponen aun los pelos de punta. La depuración afectó a 82.831 personas, un 88% del total de las plantillas de las diferentes empresas ferroviarias. Un 26% del total resultó afectado por sanciones de diversa índole: 6.782 fueron separados del servicio y despedidos mientras que 6.500 fueron sancionados con traslado de residencia y/o servicio. En este tema aconsejo a las personas que estén interesadas pinchen en este enlace. (Depuración del personal ferroviario).

Por su parte varios familiares de los represaliados han compartido brevemente la memoria de los que sufrieron la represión franquista. Todos ellos con dolor y tristeza, pero con valentía. A titulo de ejemplo quiero destacar dos de ellos.

Wenceslao Romero de Castilla, fue jefe de estación en Mérida (Extremadura), nació en Montijo en 1894 y fue ejecutado por el franquismo en Mérida en 1936. En palabras de su nieto Pedro Romero de Castilla: “El ignominioso levantamiento de 1936 le segó la vida. Una bala bárbara truncó la vida de mi abuelo y le dejó pegado a la tapia del mismo cementerio donde reposaba su padre Francisco. Tenía sólo 42 años y luchaba por un mundo más justo”

Marina Pita De la Vega, como trabajadora de Renfe fue víctima laboral del franquismo. Gabriela Cañas, hija de Marina Pita, lo describe así de claro: “Fue obligada por la dictadura a dejar su puesto de trabajo en Renfe en los años 50 por el mero hecho de contraer matrimonio y no pudo recuperar su plaza hasta años después de aprobada la Constitución de 1978”. Con esas pocas palabras esta dicho todo.

De izquierda a derecha Paco Polo, Paco Naranjo y Miguel Muñoz

En fin, voy terminando. Comenzaba esta crónica con la palabra “satisfacción” y quiero terminarla igual, pues para mí, a pesar de lo sentido y triste que ha sido el recordar en este acto, a esas miles de hombres y mujeres que sufrieron la represión franquista, el poder escuchar a los familiares de los y las represaliadas y el coincidir con personas como Paco Polo Muriel y Miguel Muñoz Rubio, dos grandes historiadores, además de amigos, que han escrito y siguen escribiendo, tanto y bien de la historia humana ferroviaria con rigurosidad,  me produce una gran satisfacción, no por mí, sino sobre todo porque estoy convencido que  las nuevas generaciones de jóvenes se lo van a agradecer.

Francisco Naranjo Llanos, director Fundación Abogados de Atocha (2013-2024) y sindicalista de CCOO.

36 AÑOS SIN DOLORES IBARRURI, "PASIONARIA"

 

Vasca desde la raíz 
luchó como el viento del Cantábrico,
amó a los mineros, a los obreros y campesinos;
es resistente como el hierro de Gallarta y
venerable como un roble de mi valle natal...

(Blas de Otero)

El 12 de noviembre de 2025, hace 36 años que falleció en Madrid, Dolores Ibárruri, “Pasionaria” y esta breve crónica es en su recuerdo y homenaje. Pero quien fue esa mujer. A continuación, intento contarlo.

No se llamaba Dolores, ni tampoco Pasionaria, pese a que por ese nombre la conoce la historia, sino Isidora, que así la inscribieron en el Registro Civil un día de diciembre de 1895: Isidora Ibárruri Gómez, hija de Antonio, el Artillero, porque ése era su oficio en la mina de Gallarta, en Vizcaya, y de Dolores Gómez, una castellana que le pasó el nombre. 

Lo de Pasionaria el nombre le vino por su lengua de fuego y también por firmar con ese seudónimo de guerra en dos periódicos de combate: El minero vizcaíno y La lucha de clases. La primera vez durante una Semana Santa, según ella “para ponerme a tono con las fechas". 

Su personalidad y verbo enérgico comenzó a hacerse oír en la gran huelga de Asturias de 1917. En 1920 ingresó en la Agrupación Socialista de Somorrostro, que ese mismo año se transformó en Agrupación Comunista. Asistió como delegada al primer congreso del PCE, en 1923. En la conferencia de Bilbao en 1930 fue elegida miembro del Comité Central. Al siguiente año la encarcelan en Madrid por primera vez, "por actividades propagandísticas", la liberaron tras una huelga de hambre. 

En 1932 asistió en Sevilla al cuarto congreso del PCE, primero celebrado de forma pública, donde es elegida, junto con José Díaz, miembro del Comité Central. Poco después la vuelven a encarcelar y nuevas huelgas para reivindicar el estatuto de presa política. En 1034, año de su puesta en libertad fue elegida miembro del Comité Ejecutivo. En 1935 viajó a París para asistir al Primer Congreso Mundial de Mujeres contra la guerra y el fascismo. Por aquel tiempo comenzó a colaborar en el órgano de información del PCE, Mundo Obrero. 

En las elecciones generales del 16 de febrero de 1936 consiguió un escaño por Asturias. En los debates en el Congreso se enfrentaba con gran ímpetu verbal a Calvo Sotelo. Esta fue una de sus arengas: "Hay que encarcelar a los terratenientes que lanzan a la miseria y al hambre a los campesinos; hay que encarcelar a los que con un cinismo sin igual, llenos de sangre de la represión de octubre, vienen aquí a exigir responsabilidades por lo que no se ha hecho..." 

No es posible hablar de la guerra del golpe de estado franquista y posterior Guerra Civil española, sin mencionar a Dolores Ibárruri, cuyas soflamas se convirtieron en la voz que llamaba a los republicanos a no rendirse.

De ella fue el grito de "¡Los fascistas no pasarán!", como cierre de su llamamiento a la defensa de la República desde Unión Radio, el 19 de julio de 1936. Algunas citas de sus discursos, como “Más vale morir de pie que vivir de rodillas” o su “¡No pasarán!” forman parte del imaginario colectivo. Su papel de símbolo popular la convirtió en protagonista de poemas de Pablo Neruda, Rafael Alberti. Miguel Hernández, Blas de Otero, etc.

Tras la derrota del Frente Popular se exilió en la Unión Soviética. En 1942, a la muerte de José Díaz, le sucedió en la secretaría general del PCE, cargo en el que se mantuvo hasta 1960, para pasar a ocupar el cargo de presidenta, sustituyéndola en sus funciones, Santiago Carrillo.

Tras la muerte de Francisco Franco y el final de la dictadura y comienzo de la transición democrática, en 1977, volvió a España y fue elegida de nuevo diputada por Asturias en las primeras elecciones democráticas, aunque su papel fue ya más simbólico que real . El 12 de noviembre de 1989, con casi 94 años moría en Madrid, siendo enterrada en el cementerio civil de La Almudena, lugar donde descansa.

Dolores Ibárruri, fue una gran mujer que dedico toda su vida a la causa del comunismo y a la defensa de los más débiles, al "Unico Camino", título del libro de memorias, publicado en 1962 y reeditado en numerosas ocasiones, también escribió otros libros, tales como: "Me faltaba España" y "Pasionaria, la lucha y la vida".

Homenaje en su 90 aniversario. Madrid 8 de diciembre de 1985

Recuerdo que asistí al homenaje en su 90 cumpleaños, en el Palacio de Deportes de Madrid y me quedé sobre todo con su voz, esa gran voz, que durante muchos años tronó por un mundo mejor, con esa voz y la palabra, que combatió por unos ideales como la igualdad de la mujer y los derechos de los más oprimidos. Quince mil personas se dieron cita en aquel homenaje para aplaudir a una mujer que es por derecho propio un símbolo de la clase obrera, del feminismo y de la lucha por la libertad. Ese día, «Pasionaria» no dejó de cantar. Eran himnos revolucionarios, coplas mineras. 

Recientemente, Mario Amorós, periodista y amigo, ha escrito una excelente biografía ¡No pasarán! Biografía de Dolores Ibárruri, Pasionaria, una obra que detalla la vida de la icónica líder comunista española. Esta biografía es considerada una de las más completas sobre ella debido a su uso del archivo personal de Dolores Ibárruri y otros documentos inéditos. Merece la pena leerla.

También en estas fechas que escribo esta columna esta de estreno, en los cines de nuestro país, un estupendo documental sobre Pasionaria, de otra gran amiga, la actriz y artista multidisciplinar, Amparo Climent, titulado "Dolores Ibárruri. Pasionaria", documental que ofrece un retrato íntimo, profundo y humanizado de Dolores Ibárruri, explorando su vida desde sus humildes orígenes en las minas de Vizcaya hasta convertirse en una líder mundial en la lucha por los derechos de los trabajadores y la democracia. Hay que verlo.

Quiero finalizar este breve recuerdo y homenaje a esta gran mujer con unas frases de su libro, “Memorias de Pasionaria”: "Si toda mi vida he luchado, si me he consagrado a una idea para mí maravillosa, la idea del comunismo, cómo retirarme a "descansar", si el camino que nos toca recorrer es aún muy largo". Os dejo también un video-documental de Tino Calabuig, titulado "Despedida a Pasionaria" que es una verdadera preciosidad.

Francisco Naranjo Llanos, director Fundación Abogados de Atocha (2013/2024) y sindicalista de CCOO.   


P.D.- Pasionaria nació en Gallarda (Vizcaya) el 9 de diciembre de 1895 y murió en Madrid el 12 de noviembre de 1989. 

15 AÑOS SIN MARCELINO CAMACHO

En ultimo adiós a Marcelino Camacho, por la calle de Alcalá de Madrid, el 30 de octubre de 2010.

Ya estás aquí de pie;
Inquebrantable aliento de nosotros;
Y que dirán ahora los que ayer
Te cubrían de lodo
Cuando habla la razón
No cabe la revancha ni el rencor.
(Estrofa de la canción “Marcelino, que Víctor Manuel  dedico a Marcelino Camacho)

Marcelino Camacho Abad, nació en La Rasa, (Soria), el 21 de enero de 1918 y murió en Madrid a la edad de 92 años, el 29 de octubre de 2010. Hijo de Guardagujas y de Guardabarrera, trabajo cerca de un año en el ferrocarril, en la línea de Valladolid a Ariza, en concreto en la estación de Osma-La Rasa (Soria). Ingreso de Aspirante a Factor en 1935 y fue el golpe de estado de julio de 1936 el que hizo que Marcelino no fuera ferroviario de pleno derecho.

A raíz del golpe de estado, junto a otros ferroviarios, cortó las vías del tren para impedir el avance franquista. Durante los tres años de la guerra civil lucho en el bando republicano. Al finalizar la guerra fue juzgado por ir voluntario a defender la República y condenado a trabajos forzados en diferentes lugares. En 1944 se fuga y se marcha a Argelia, donde conocería a Josefina Samper con la que se casaría en 1948.

En 1957, tras ser indultado, regresó a España y comenzó a trabajar de metalúrgico en la Perkins. Fue elegido representante sindical de los trabajadores de su empresa y fue uno de los impulsores de las CCOO clandestinas. Por sus actividades sindicales y políticas fue encarcelado a partir de 1967 en varias ocasiones. Salió indultado a finales de 1975, tras ser condenado en el Proceso 1001, o “Los diez de Carabanchel”, proceso judicial, en el que la dictadura franquista juzgó a la dirección nacional de CCOO, condenando a sus dirigentes a 164 años de prisión.

Aun en la clandestinidad, el 11 de julio de 1976, en la Asamblea Nacional de CCOO en Barcelona, constatada la imposibilidad de crear un sindicato unitario, que era la propuesta de CCOO, se decide dar el paso de movimiento a organización sindical y se propone la creación de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras y pocos meses después se elige a Marcelino Camacho coordinador general del sindicato.

Las resoluciones de la Asamblea de Barcelona, culminó, en junio de 1978, con el primer congreso de CCOO, congreso en el que fue elegido como secretario general Marcelino Camacho, cargo que ostentó hasta 1987. Después y hasta 1991 continuo en la dirección confederal como presidente de honor.

Como decía antes, Marcelino falleció el 29 de octubre de 2010, siendo velado en el Auditorio que lleva su nombre (salón de actos de CCOO de Madrid), y al día siguiente miles de personas le dijimos hasta siempre en la Puerta de Alcalá de Madrid, lugar donde los primeros años de la democracia terminaban los 1º de mayo. El mismo lugar donde Marcelino dio durante varios años sus mejores mítines sindicales.

Aquel sábado lluvioso, en que le dimos el último adiós, una marea de chubasqueros rojos avanzó lentamente por las calles de Madrid hasta llegar a la Puerta de Alcalá donde se gloso la lucha del histórico sindicalista por los derechos de la clase obrera. (Ver video pichando aquí ).

Aparte de la afinidad ideológica y sindical con Marcelino, visto desde el lado humano, en mi caso había otro plus añadido, el profesional: ser o proceder de familia ferroviaria une mucho.

Como comentaba, Marcelino se crio en una casa del ferrocarril, le llamaban "casilla", en la estación Osma-La Rasa. Su padre trabajó de guardagujas y su madre de guardabarrera. Marcelino estuvo de aspirante a factor. Mi padre también trabajo de guardagujas y también me críe en una casa, “casilla”, del ferrocarril extremeño, e ingrese en Renfe de factor. Y también me cabe el honor de haber contribuido a que aquella “casilla”, donde Marcelino vivió en la infancia y parte de la adolescencia, la pudiera disfrutar ya de mayor con su querida familia, en especial con su simpar y gran mujer Josefina Samper.

Son muchas las ocasiones que he coincidido con Marcelino, tanto en el sector ferroviario, como en otros lugares comunes del sindicato o en los cientos de movilizaciones que los sindicatos de clase han protagonizado en nuestro país y en mi caso sobre todo en Madrid.

Para un breve artículo de opinión tampoco se trata de dar pelos y señales de todas y cada una, pero recuerdo con mucho cariño una manifestación que realizamos en Bruselas los ferroviarios europeos en defensa del ferrocarril en abril de 1985.

Salíamos de la estación de Madrid-Chamartín a las tantas de la noche y allí sorpresiva y agradablemente nos encontramos a Marcelino que sin previo aviso, media hora antes de arrancar el tren, fue a despedirnos y desearnos lo mejor en nuestro viaje.

En la estación de Madrid-Chamartín, en abril de 1985. De izquierda a derecha, Marcelino Camacho, Manuel Fernández Aller, Francisco Naranjo y otros y otras compañeras del sector ferroviario 

Algunas personas pensaran, que “era su obligación” o quizás “que tontería”, pero en aquellos años que el Secretario General del primer sindicato de este país fuera a despedir a un grupo de jóvenes sindicalistas ferroviarios era lo más. Personalmente aún se me humedecen los ojos cuando lo recuerdo y nunca lo he olvidado. Seguro que el centenar de ferroviarios, la mayoría sindicalistas, que íbamos en aquel tren, tampoco.

Igualmente, tampoco olvidare y lo recuerdo con mucho afecto, que desde que nos conocimos en el primer congreso de los ferroviarios de CCOO en 1978, Marcelino, cada vez que nos veíamos siempre, aunque hubieran pasado más de 30 años, me hacia la misma pregunta: ¿qué tal los ferroviarios?

En la última etapa de su vida iba frecuentemente a verlo, acompañado por mi compañera Isabel. La última vez que estuvimos en su casa, aun en vida de Marcelino, fue en junio del año 2010, pocos meses antes de su fallecimiento. Todo el mundo que los conoció a Marcelino y Josefina, sabe que son entrañables y su mayor preocupación es que te sientas a gusto y feliz en el rato que estes allí. Lo que más le disgusto a Josefina aquel día es que no tuviera magdalenas, sus famosas magdalenas, que en otras ocasiones nos ponía con el café, fuera la hora que fuese.

Marcelino estaba como siempre, con el periódico “El País” encima de la mesa camilla, subrayando las noticias que consideraba interesantes, pero por esas fechas no pasaba de las primeras páginas. En esa época en la portada estaban todas las noticias importantes para él.

Con Marcelino y Josefina, en su casa, en junio de 2010.
Josefina Samper, la compañera de toda la vida de Marcelino, nos hablaba de todo lo que había pasado en los últimos días, de la casa y de su nuevo barrio, en Majadahonda (Madrid), que, aunque le gustaba, no acababa de acostumbrarse, después de tantos años de vivir en su Carabanchel, en un tercero sin ascensor, pero por problemas de movilidad de Marcelino se tuvieron que mudar lo más cerca posible de sus hijos.

Lo que, si era para Josefina “santo de su devoción”, de esta nueva casa, -aunque fuera atea-, era la cocina. Muy satisfecha nos la enseñaba y decía orgullosa: “algunas veces incluso comemos en ella”. Para comprender el entusiasmo de Josefina hay que tener en cuenta que esta cocina tendría unos seis metros cuadrados y ellos venían de Carabanchel, de su casa de toda la vida, construida en los años sesenta, de menos de 60 metros cuadrados en total, cuya cocina como era lógico iba en proporción.

Para conocer el perfil humano de estas dos grandes personas tan cercanas y cordiales, creo que, con un par de pinceladas, es suficiente. A mí siempre me impactaron los dos, de ahí que nunca he concebido a Marcelino sin Josefina y tampoco a Josefina sin Marcelino, A partir de su fallecimiento Josefina no tenía a Marcelino, pero nos tuvo a un montón de amigos y amigas.

Para finalizar, recordar para que todos y todas lo tengamos en cuenta, -según nos contó Josefina, en la despedida a Marcelino en la puerta de Alcalá-, que con motivo de la visita de una vecina al hospital donde falleció unos días después, la mujer se quejaba de algo que la había pasado, Marcelino con un hilo de voz le dijo: "Si uno se cae, se levanta inmediatamente y sigue adelante".

Guardo como un tesoro orgullosamente, los libros de Marcelino "Charlas en la prisión" y “Confieso que he luchado”, especialmente por las cariñosas y encantadoras dedicatorias, porque Marcelino no era de las personas que dedican un libro con la clásica frase " con afecto a fulanito, etc, etc", no, no, Marcelino te lo dedicaba escribiendo media pagina, pensando en ti, en lo que había vivido contigo y si además te daba un consejo, mejor que mejor, con la dedicatoria escrita con una caligrafía firme y fuerte que ya nos gustaría tener a la mayoría de nosotros.

En fin, termino: DEP, querido compañero y amigo Marcelino, ejemplo de sindicalista, gracias por todo lo que nos enseñaste en vida, eras una gran persona, que has pasado a la historia como un referente de lucha obrera por la libertad y la democracia de nuestro país, pero también por lo mucho que luchaste por defender a las personas más desfavorecidas. Puedes estar seguro que aquí en la tierra siempre te recordaremos.

Francisco Naranjo Llanos, director Fundación Abogados de Atocha (2013-2024) y sindicalista de CCOO.