Quisiera
romper la pena secar tu llanto de ser,
Ser
libre como tus sueños y ver el día nacer.
Oscura
como la noche se acerca la soledad,
Y por
las calles se oyen palabras de libertad.
(Poema de Andrés García Madrid,
dedicado a Pedro Patiño)
Pedro Patiño Toledo era un obrero de la construcción militante activo de CCOO y el PCE que luchando por la libertad fue asesinado por la espalda por un disparo de un
guardia civil el 13 de septiembre de 1971, cuando se encontraba
repartiendo propaganda y pegando
carteles con los motivos de una huelga, junto a la carretera de Villaverde a
Leganés, en el polígono de Zarzaquemada. Ese día se iniciaba una huelga general
clandestina en la construcción convocada por CCOO, que duro seis días y que
paralizó por completo el sector en Madrid.
La Guardia Civil alegó que había sido un
"accidente”, pero todos los testigos dijeron que fue algo
intencionado y que el guardia civil que disparó tenía conocimiento de a quién
iba dirigido el disparo.
Pedro Patiño nació en plena guerra civil, el 10 de
noviembre de 1937, su padre fue ejecutado extrajudicialmente y su madre
condenada a muerte, pena que le fuera conmutada. La primera condena que sufrió dictada
en Consejo de guerra por delito de rebelión militar el 17 de febrero de 1959
fue de un año de prisión junto a otros seis procesados, cuatro de ellos, como
el propio Patiño según recogía la sentencia, “hijos de padres ejecutados
durante la guerra o la posguerra”.
El “delito” que se le atribuía en aquella primera ocasión era
imprimir propaganda clandestina que habían editado en “rudimentaria
multicopista” doscientos ejemplares de una hoja de reivindicación de derechos
laborales bajo la leyenda “Por una vida más digna, por un salario mínimo vital
de 100 pesetas con escala móvil”.
Según los antecedentes
que obran en la causa del Juzgado Militar Permanente, Patiño se refugió en
Francia en el año 1962 para evitar la persecución por “actividades comunistas
en el complot industrial de Villaverde-Getafe”, sumario 1324/1962, en la que
fue procesado por pertenencia al Partido Comunista y declarado en
rebeldía.
Regresó a España en 1968; fue detenido el 5 de marzo de
1969 durante el estado de excepción por asociación ilícita –era la misma causa
que había conocido la justicia militar- y absuelto en sentencia del Tribunal de
Orden Público de 12 de diciembre siguiente.
Como decía al comienzo de este breve artículo, el 13 de septiembre
de 1971 Pedro Patiño, según el atestado policial, murió por disparo del arma de
fuego que portaba un guardia civil, antes de las nueve de la mañana, en un
camino junto a la carretera de Villaverde a Leganés, cuando formaba parte de un
piquete de extensión del conflicto, junto a otros tres compañeros que visitaban
los tajos de la zona.
Los tres acompañantes de Patiño fueron condenados por el
Tribunal de Orden Público por delito de “propagandas ilegales” a las penas de
dos años de prisión y multa de diez mil pesetas, con arresto sustitutorio de
treinta días. Su defensa corrió a cargo del abogado Jaime Miralles.
Según la sentencia el resultando de los hechos probados
afirma la acción criminal: “arrojaron y esparcieron en obras y caminos indeterminado
número de hojas ciclostiladas, tamaño cuartilla, unas con el pie de Comisión Obrera
Provincial de la Construcción de CCOO…otras, pie del Comité de Madrid del Partido
Comunista de España”.
Y además en el texto de las octavillas se decía “Compañeros
se acerca la hora de la lucha. Del 13 al 20 de septiembre huelga general de la
construcción, todos a una, compañeros, para sacarle nuevamente de la cárcel (la
sentencia omitía el nombre del preso, se trataba de Francisco García Salve,
conocido como el cura Paco) y conseguir nuestros derechos!”.
La familia de Patiño tuvo que esperar hasta junio de 2009
-38 años después desde que se cometió el crimen- para que el Gobierno de turno expidiera
un reconocimiento escrito, solo personal, de que Pedro Patiño fue perseguido y
encarcelado injustamente “sin las debidas garantías por el ilegítimo Juzgado
Especial de Espionaje y Comunismo” y que murió “en defensa de su actividad
política”.
En su memoria y reconocimiento en la actualidad existen
varias calles en municipios madrileños como Getafe y Leganés, con su nombre, así
como diversos centros de formación ocupacional y sindical, como por ejemplo la
Escuela de Formación Sindical de CCOO de Madrid “Pedro Patiño”
Esta es la breve historia muy resumida de cómo fue
perseguido y como murió un militante obrero de los muchos que lucharon por
traer la democracia y la libertad a España.
Dolores Sancho, viuda de Pedro Patiño en el homenaje
que se realizo en Getafe en octubre de 2011.
El 4 de Octubre de 2011 tuve el honor y la satisfacción de coordinar el
homenaje que CCOO, el PCE y otras organizaciones le realizamos en el teatro Federico Garcia Lorca de Getafe hace
cinco años, con motivo del 40 aniversario de su asesinato, fecha cuando conocí personalmente
a su viuda, Dolores Sancho, y a varios de sus compañeros y amigos, solo
tengo que decir, alto y claro, que personas como Pedro Patiño o como los
Abogados de Atocha son los que de verdad lucharon y algunos de ellos murieron
para traer la democracia a España.
Por ello la memoria de personas como Pedro Patiño debe ser
reivindicada una y otra vez porque no
olvidar es la condición necesaria para
conocer el pasado, sacar conclusiones sobre el presente, para así mejorar el
futuro.
FRANCISCO
NARANJO LLANOS, director de la Fundación Abogados de Atocha y sindicalista de CCOO
Gracias compañero por refrescarnos la memoria de un camarada caído en la lucha por la democracia que hoy disfrutamos a pesar de los palos en la rueda que nos están poniendo los perros rabiosos que tenemos al lado.
ResponderEliminar