Grupo
de personas que han participado en el homenaje a Domingo Bartolomé |
Por mi parte esta ha sido mi intervención en dicho acto:
En
Sigüenza, su pueblo y el mío, se nos ha muerto como el rayo Domingo
Bartolomé, a quien tanto queríamos...
Un
manotazo duro, un golpe helado,
un
hachazo invisible y homicida,
un
empujón brutal le
ha derribado
He querido comenzar citando al gran poeta del pueblo Miguel Hernández, adaptando uno de sus poemas más conocidos: "Elegía a Ramón Sije", a la ocasión, porque me consta que Miguel Hernández era para Domingo uno de sus poetas favoritos, por no decir el que más.
Domingo se nos fue el fin de semana del 20 de noviembre a los 83 años de edad en esta ciudad. Nació en Alcázar de San Juan en 1939, pero se consideraba un seguntino de corazón, pues con poco más de 10 años ya vivía en Sigüenza. Y fue en estas tierras donde conoció a Amparo su querida compañera y fue en esta bonita ciudad, en la que se caso y aunque vivió en Madrid muchos años, fue en Siguenza donde desarrollo su sueño de toda la vida: su pasión por la música, participando activamente en la creación de la Banda de Música de Siguenza. Gracias por el homenaje que le ha realizado recientemente esa banda.
También en esta ciudad es donde ha sido concejal por Izquierda Unida en la legislatura 2015/2019. Agradezco a el equipo de Gobierno del ayuntamiento por haber decretado al día siguiente de su fallecimiento, un día de luto oficial en su memoria.
Hoy los compañeros de IU, de CCOO y del Foro por la Memoria de Guadalajara y otros muchos amigos, han programado este acto, en el que estoy orgulloso de haber tomado la palabra. Todo es poco lo que se haga por Domingo en su recuerdo y memoria.
Conocí a Domingo a mediados de los años 70 del siglo pasado, en los comienzos de las reuniones preparatorias del Pleno de Representes Ferroviarios, organismo unitario que creamos en RENFE para negociar el primer convenio colectivo, al margen del sindicalismo oficial verticalista. Convenio que se firmo en diciembre de 1976. Ya ha llovido desde entonces.
Desde aquellos primeros tiempos (Domingo, más que yo) pertenecíamos a ese grupo de compañeras y compañeros ferroviarios que luchábamos para mejorar las condiciones de vida de la clase obrera en el ferrocarril, hace ya cerca de cincuenta años. De aquellos tiempos y del primer congreso del sindicato ferroviario de CCOO celebrado en 1978, así como de la agrupación ferroviaria del PCE, he conservado una excelente amistad, con él y con su familia. Con Amparo, su compañera, fallecida en el 2005, hace ya 17 años, y con sus hijos Ernesto y Amparin. Incluso uno de mis hijos pasó algunos días de vacaciones en Sigüenza con ellos.
Cuando escribí estas lineas, recordaba a algunos queridos compañeros ferroviarios de aquellos tiempos que se nos han ido quedando por el camino y que se fueron en silencio, como Vicente Muñoz Frias, Jose Luis Martino, Benito Barrera, Pepe Alonso, Tomas Sebastian, Miguel Zurdo, Manolo Cachan de Madrid. Manolo Solis de Lerida, Emiliano Domínguez de Salamanca, Nuñez Neira de Santander, Pepa Vázquez y Manolo Navarro de Sevilla, Salvador Barea de Malaga, DEP todos ellos. Tristemente, ahora nos despedimos de Domingo Bartolomé.
Domingo era de esas personas que podía pasar desapercibida, pero siempre estaba allí, a las duras y a las maduras. Yo no le recuerdo de mítines, no era ese su perfil, pero si lo recuerdo cuando en los comienzo de los años 80, nos ponía las pilas, ejerciendo de secretario de organización para extender sus queridas CCOO a lo largo y ancho de la red ferroviaria, o cuando nos contaba la situación de las siempre escasas finanzas, a pesar de nuestra gran afiliación en las empresas del sector. Llegamos a tener 25.000 personas afiliadas durante sus mandatos como responsable de organización y finanzas del Sindicato Ferroviario de CCOO.
Cuento estas cosas relacionadas con el sindicalismo, pero saliéndonos de él, también podría recordar que le llamábamos “el músico”, por su afición a la música clásica y a otras artes, como por ejemplo su gran afición a lectura. En los tiempos de mis muchos años que he estado de responsable de comunicación en CCOO de Madrid, cada vez que pasaba por mi despacho Domingo era para preguntarme si el sindicato había publicado algún nuevo libro.
Recuerdo también que la primera vez que fui a la Unión Soviética me dio una clase magistral, con “pelos y señales”, de lo que podíamos ver en Moscú, Y no creáis que estaba allí todos los días, creo que viajó a Rusia una sola vez.
Entre las múltiples anécdotas positivas que podría contar de él y con él, recuerdo una que me impacto. Seria a finales de los años 70 (1978/79) y eran las fiestas de Aluche y en ella conocí personalmente a Simón Sánchez Montero y a su mujer Carmen Rodríguez Campoamor, una entrañable pareja de “rojos”, que estaban atendiendo la barra de la Caseta del PCE. Nos habían invitado otra entrañable pareja, también de “rojos”, que vivían en ese barrio: Domingo y Amparo y fueron ellos los que nos presentaron a Simon y a su compañera Carmen.
Por si alguno de los presentes no lo sabe, Simón Sánchez Montero, fue uno de los máximos responsable del PCE tanto en la clandestinidad como ya siendo legales. Por aquel entonces era Diputado por Madrid en el Congreso, elegido en la lista del PCE en las primeras elecciones generales democráticas celebradas en 1977, poco después de la dictadura franquista, y me llamo la atención que todo un “señor diputado” estuviese en la barra de la caseta del partido despachando tiques de bebidas y comidas. La verdad que había oído y leído tanto y también de él que este detalle me impacto en positivo.
También estaba allí Carmen Rodríguez, su eterna compañera de fatigas, recuerdo que haciendo tortillas. Y no estaban allí para “hacerse la foto”, si no currando como unas personas más en beneficio de la agrupación del PCE de Latina. Como al parecer no decía Cervantes en su Quijote; “Cosas veredes, amigo Sancho”.
En otra ocasión, en 1983, cuando decidimos realizar el III congreso del Sindicato Ferroviario en Cádiz, pensamos en Rafael Alberti para que nos hiciera un dibujo alusivo al tema, al celebrarse el congreso en la ciudad donde nació el poeta. Fue dicho y hecho, Domingo se encargó de realizar las gestiones para mantener una reunión con el artista, creo recordar que a través del poeta Carlos Álvarez. En una de las fotos de este video esta el cuadro de Alberti que he comentado.
Y hablando de legados, la gran mayoría actas, documentos, fotos y otros materiales de carácter histórico del sector ferroviario que están depositados en la Fundación 1º de mayo de CCOO se deben a la labor de recopilación y de “hormiguita” de Domingo. Su sentido de la organización en beneficio de lo colectivo no tenia limites.
He sentido mucho su fallecimiento. Ya sé que es ley de vida eso de vivir y morir, pero a veces uno nunca lo espera. Mis más sentidas condolencias a sus hijos Ernesto y Amparin, sus nietos y demás familia.
En fin, voy terminando. Quiero finalizar mi intervención con esta cita de Bertolt Brecht, aunque algo manida, necesaria en este caso:
Hay
hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un
año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años, y son muy
buenos.
Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los
imprescindibles.
Domingo era de estos últimos: “Imprescindible”. Un abrazo amigo Domingo. Y estés donde estés, “compañero del alma, compañero”, descansa en paz camarada, que te lo has “currao”.
Siguenza, 17 de diciembre de 2022
Francisco Naranjo Llanos, Director de la Fundación Abogados de Atocha y sindicalista ferroviario de Comisiones Obreras.
Gracias Paco, me fue imposible acudir ya que tuvimos una actuación de teatro en Burgos.
ResponderEliminarLe tenía mucho cariño, fue uno de mis maestros sindicales junto a ti y tantos compañeros de la época de P. Pío.
Un abrazo y felices fiestas
En una época donde lo falsario, lo impostado y lo postizo impera se nos fue un HOMBRE auténtico, de pies a cabeza.
ResponderEliminarEcharé de menos su socarroneria, su bonhomía, su templanza.
Y su paciencia conmigo.
Camarada, no te despido porque me acordare de tí muy a menudo.
Tu ejemplo es impagable. No pedías nada que tu no hicieras. A las 7:30 en el Comité, la mejor hora para hablar contigo y darte "el parte". Sin "medallas", sin propaganda, trabajo callado y eficiente.
ResponderEliminarCon este escrito has realizado un homenaje póstumo a Domingo Bartolomé muy digno de su persona y muy bien documentado por tí...
ResponderEliminarPuede resultar un tanto cursi por mi parte, pero es lo que siento y por tanto así lo comparto: en mis inicios en las CCOO ferroviarias, tuve la suerte de encontrarme con auténticos sindicalistas, gentes trabajadoras, honradas y a la vez llenas de cariño, de bondad… Pudiera decirse que fueron unos padres para mi. Han pasado más de 40 años y la vida o ese Dios en el que creo, del mismo modo que los puso en mi camino, se los va llevando. Eso si, al igual que en el caso de mi admirado y querido Domingo Bartolomé Pinar, sus recuerdos, sus enseñanzas, sus historias y experiencias… permanecen intactas. Gracias miles a todas y todos, a los que estáis y a los que han partido ya. ¡Que gran legado! Gracias Paco por haber sido una vez más ese puente que nos une. Un abrazo enorme
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