1 de mayo de 2024 y los Martires de Chicago |
Por tanto, en estas fechas es un buen momento para recordar y homenajear, como cada año, los nombres de aquellos tres periodistas, Albert Parsons, August Spies y Adolf Fischer. El de aquel carpintero, Louis Lingg. Y de aquel tipógrafo, George Engel, que fueron condenados a muerte y ejecutados de forma inmediata por encabezar aquellas movilizaciones. Mientras Samuel Fielden, Oscar Neebe y Michel Schwab, eran condenados a cadenas perpetuas o numerosos años de cárcel. Estos 8 trabajadores quedarían para la historia del 1º de mayo como “Los mártires de Chicago”.
Estas fechas son buenos momentos
para acordarse de aquellas reivindicaciones de hace 138 años, que aspiraban a
una vida digna y un trabajo decente, han tenido un largo recorrido de avances,
pero también cargado de persecuciones, cárcel, dolor, tortura y muertes, bajo
acusaciones parecidas, a cargo de los poderosos, los ricos y su ejército de
pícaros plañideros, holgazanes y lanmeculos de los señoritos que no han dado un
palo al agua en su vida.
También es buen momento para
recordar que, pese a los años transcurridos, las formas de explotación de la
clase trabajadora siguen siendo básicamente las mismas, aunque se han
perfeccionado de tal manera que, al igual que en aquellos lejanos días, son
presentadas y asumidas como inevitables y hasta necesarias.
Y, sin embargo, la clase
obrera y trabajadora sigue existiendo, porque la explotación de las personas
trabajadoras no ha desaparecido. Es más, esa explotación se ha despojado de la
careta y se nos muestra en su más cruda realidad.
Si nos referimos a los
primeros de mayo en España, tendríamos que remontarnos a 1890 -134 años ya-
cuando se celebró por primera vez en nuestro país. El balance de aquel primer
1º de mayo español fue ambivalente. Al ser la primera movilización obrera
general el éxito fue indudable y, por lo tanto, los patronos como el gobierno
de aquel tiempo, comenzaron a ser conscientes que, a partir de entonces había
que tener en cuenta al movimiento obrero. Pero, también es cierto que el
balance de lo conseguido fue muy exiguo.
A pesar de ello, a partir de
entonces, los 1º de mayo se fueron celebrando año tras año con altibajos en
cuanto a la participación y a sus reivindicaciones y logros. La celebración
del Primero de Mayo en la España del primer cuarto del siglo XX se
desarrolló entre la autorización y la prohibición gubernamental y tuvo que ser
el 1º de Mayo de 1931 el que fue muy especial, porque se realizó a las pocas
semanas de la proclamación de la República y, sobre todo, porque fue la primera
celebración como fiesta oficial, decretada por el Gobierno de la República, a
propuesta de su Ministro de Trabajo, Largo Caballero.
En los recuerdos de la
historia es destacable también, el 1º de mayo de 1936, aunque la alegría duro
poco ya que pocos meses después llego golpe de estado franquista y la posterior
guerra in-civil. Fue un gran primero de mayo de unidad obrera y frente popular,
celebrado poco después de la victoria política del Frente Popular en febrero de
1936. Ese año se manifestaron en Madrid medio millón de personas. Las banderas
rojas se mezclaron con la tricolor de las republicanas.
Ese año, 1936, fue la última
vez que el movimiento obrero español se manifestó en paz y libertad del Primero
de Mayo, hasta 42 años después: 1978. Durante los tres años que duro la guerra
(1936-1939) los actos del primero de mayo fueron muy escasos, entre otras cosas
porque donde triunfo el golpe de estado lo primero que hicieron fue prohibir
cualquier tipo de movilización.
Concluida la guerra una orden
del 9 de marzo de 1940 ratifico la suspensión, hasta el año 1956 que el
ministro de los sindicatos verticalistas José Solís, después de una
visita al Vaticano, se adhirió al uno de mayo, como fiesta de San José
Obrero, “por solidaridad con la disposición de la Santa Sede” según
consta en la orden ministerial del 27 de abril de 1956.
A partir de esa fecha todos
los años la jerarquía católica y el régimen franquista organizaban los actos
correspondientes al 1 de mayo de san José Obrero con misas y discursos de los
jerarcas franquistas con la participación del sindicalismo vertical franquista,
inaugurándose las grandes exhibiciones sindicales en el estadio Santiago
Bernabéu, alternando actuaciones deportivas y folclóricas a cargo de coros y
danzas de la sección femenina con las culturales. Todo ello con gran difusión
de estos actos, prensa, radio, televisión, NO-DO.
A partir de la década de los
sesenta, del siglo pasado, con la revitalización del movimiento obrero en
especial a través de las Comisiones Obreras, comenzó a generarse una nueva
dinámica en relación con la celebración del 1º de Mayo. El día anterior, es
decir, el 30 de abril, se establecía como jornada de lucha con paros cortos,
boicots al transporte colectivo de las grandes empresas y minutos de silencio
en los comedores de las fábricas
Y fue a partir de 1962,
después de las huelgas mineras de la primavera y hasta 1976 cuando en España
dibujaría una curva ascendente de conflictividad laboral, incluidos los 1º de
mayo. Por ejemplo, en el 1º de mayo de 1967 en Madrid miles de trabajadores se
dieron cita en Gran Vía, recorriendo de arriba abajo y al revés las amplias
aceras de esa calle madrileña. En 1975 y 1976, en un contexto sin precedentes
de la conflictividad laboral en España se dio un paso más desafiando en la
calle a las autoridades el 1 de mayo de manera masiva.
Las organizaciones sindicales,
después de más de 40 años prohibidas, fueron legalizadas el 27 de abril de
1977. Por entonces ya habían sido legalizados los partidos políticos. A pesar
de ello el Gobierno de Adolfo Suarez prohibió las manifestaciones del 1º
de Mayo de ese año, a lo largo y ancho de la geografía española.
Ese mismo día, por la tarde,
se había organizado una fiesta campestre en el Pinar de las Siete Hermanas en
la Casa de Campo, fiesta que tuvo un carácter pacífico hasta que al final de la
tarde intervino de nuevo la policía. La jornada de aquel 1º de mayo de 1977, ya
con los sindicatos legalizados, se saldó con varios heridos graves, más de
doscientos heridos de diversa consideración y centenares de detenidos en el
conjunto de España.
Fue en 1978 cuando de verdad
realizamos un 1 de mayo en libertad y democracia. Los medios de comunicación
destacaron la normalidad ciudadana con la que trascurrió la conmemoración y en
la que participaron centenares de miles de personas. Todo en un ambiente
general de entusiasmo.
Recuerdo que hace ya varios
años Emilio Gabaglio, un gran dirigente sindical italiano, que
fuera durante más de una década, secretario general de la CES (Confederación
Europea de Sindicatos), en una de las ocasiones que estuvo en Madrid, nos
contaba a un amplio grupo de sindicalistas, una anécdota sobre la importancia
del 1º de Mayo para la clase obrera.
Decía, que iban dos
trabajadores camino de una manifestación del Primero de Mayo, con sus banderas
rojas al viento y uno de ellos le pregunta al otro:
-Cuantos 1º de Mayo crees tú que vamos a
necesitar para conseguir las dignas y justas reivindicaciones de la clase
obrera…
-Con toda seguridad: todos, compañero, todos…
Qué razón tenía Emilio Gabaglio
y esas dos personas en su charla: Las reivindicaciones obreras son eternas. Hay
que manifestarse, unas veces para conseguir logros y otras para que no te los
quiten y el 1º de mayo de cada año es el día clave para ello.
Este año 2024, convencido
estoy, que va ser de nuevo un gran 1º de Mayo, la clase obrera va a seguir
recorriendo las calles con las cientos de manifestaciones que se realizaran en
toda España, reivindicando el pleno empleo. menos jornada, mejores
salarios. Y teniendo en cuenta lo que está pasando con la justicia en
nuestro país, se ha incluido la defensa de la democracia y por supuesto
seguiremos reclamando Paz en todo el mundo, desde las guerras más conocidas,
como es el caso de la originada por la invasión de Ucrania y el genocidio en
Palestina, como otras muchas que están silenciadas o son poco o nada conocidas.
En el caso de Madrid, la
manifestación principal, la convocada por CCOO y UGT, está previsto recorrer el
centro de la ciudad, a las 12 h, desde Gran Vía (esquina c/ Alcalá) a
Plaza de España. Allí estaremos una vez más.
Termino: Lo digo con orgullo,
en esos 47 años, que van de 1977 a 2024, -de los botes de humo al Gobierno
de Coalición-, solo he faltado una vez a la cita del Primero de Mayo y fue
por temas familiares y la obligada por la Covid 19 y este año voy a estar ahí,
como siempre, acordándome de la acertada anécdota que
contaba Emilio Gabaglio, pues todos los primeros de mayo
son necesarios para avanzar o para al menos no retroceder de los logros
conseguidos. Si eras persona trabajadora, allí te esperamos.
Francisco Naranjo Llanos,
director de la Fundación Abogados de Atocha y sindicalista de CCOO.
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