Antonio Montesinos. (Fotografía de Teresa Rodríguez). |
Hoy 31 de julio cumple 96 años mi compañero, amigo y gran abogado, Antonio Montesinos Villegas. El, conjuntamente con Pepe Jiménez de Parga, María Luisa Suárez y Pepe Esteban, puso en marcha el primer despacho de Abogados Laboralistas de España en Madrid, en diciembre de 1965, en la calle de La Cruz 16. Más adelante compartió bufete con varios letrados más, entre otros con Juan José del Águila, Manuela Carmena y Cristina Almeida.
A lo largo de su trayectoria profesional ha defendido a
cientos de trabajadores y vecinos en otras tantas causas ante el desaparecido
Tribunal de Orden Público y en numerosos juzgados. En la actualidad continua en
activo, además de ayudar a su hija Paz, también abogada
A partir de 1965 surgieron
despachos laboralistas colectivos en Madrid y en otros lugares de España. En
estos despachos no sólo se defendían asuntos laborales, sino también asuntos
penales ante el TOP, (Tribunal de Orden Público, creado por la Dictadura
Franquista), despidos, asuntos de desahucios, problemas de barrio, es decir
todo lo que necesitaba la inmensa mayoría de la población, explotada por el
franquismo.
Mi más sincera felicitación en tu 96 aniversario y que sigas cumpliendo
muchos más con esa salud y esas ganas de continuar ganando juicios para la
clase obrera y los más desfavorecidos, porque lo tuyo no es que seas mayor o
viejo, lo que te pasa a ti es que tienes juventud acumulada,
como otros amigos que conozco, como por ejemplo a mi amigo, cantautor
flamenco Manuel
Gerena, que a sus 77 años anda por los pueblos de España
invirtiendo arte como él siempre lo ha sabido hacer, dando el do de pecho y así
lleva 60 años. Esta raza de humanos como vosotros es irrepetible.
Como decía antes, Antonio
Montesinos, es pionero entre los letrados laboralistas de España. Nació el 31
de julio de 1926 en un pequeño pueblo de la provincia de Segovia a orillas del
río Eresma, -Carbonero de Ahusín- en donde su padre era Maestro, y como
él cuenta: “pero como también era republicano y anticlerical y no lo
disimulaba, durante la dictadura de Primo de Rivera, se le “recomendó” que
pidiera la excedencia”.
Como era hijo de una maestra y
un maestro nacional, estos ejercieron, entre otros destinos, en Casas de Cerro,
Alcalá de Júcar, Fuentealbilla y Madrigueras y en ellos vivió. Por cierto, que,
en este último pueblo, el de Madrigueras (Albacete), Antonio siempre nos recuerda,
“que tuvo una
gran alegría cuando, los alumnos de su padre lograron que una calle llevara su
nombre: Maestro Ramón Montesinos”.
Su primera relación con los
Tribunales la tuvo en 1943, cuando tenía 16 años. Acompañó a su padre a
presenciar el Consejo de Guerra en que juzgaban a su tío y a otros cuatro
presos más, por haber ayudado a reconstituir en Albacete el Partido Comunista
de España. La petición Fiscal dos penas de muerte. La sentencia, cinco penas de
muerte. Aquel día Antonio tomó la decisión de ser abogado para defender a los
trabajadores. “A mi tío lo fusilarían en las tapias del cementerio del Este
el 16 de marzo de 1943. Tenía poco más de 40 años y dejaba viuda y 4 hijos”.
Antonio estudió en los
Escolapios de Albacete y comenzó sus estudios de Derecho en Murcia, para continuarlos
en Valencia y Valladolid, donde se inició como pasante. Se dio de alta en el
Colegio de Orihuela y ejerció en esta ciudad y en Alicante, para colegiarse en
Madrid en 1956.
En Madrid se integró en el
bufete de Gerardo Abad-Conde, que había pertenecido al Partido Radical,
quien le alquiló, a finales de 1965, el despacho de la calle La Cruz 16,
despacho, que como decía antes, sería el primero dedicado a asuntos laborales
de España.
Espacios para la lucha por la
libertad
Esos bufetes de abogados
fueron parte esencial en el desarrollo de las reivindicaciones y movilizaciones
obreras, en la dictadura franquista, ayudando en la negociación colectiva y
jugando un importante papel en la formación sindical. Su labor en las Magistraturas,
su trabajo asesor y vertebrador, convirtieron aquellos despachos laboralistas en
espacios para la lucha por la libertad. Antonio Montesinos fue pionero de esos
espacios de libertad.
Este compromiso llevo a muchos
de estos abogados a poner en juego sus carreras y seguridad personal en defensa
de los presos políticos y represaliados de la Dictadura. Sufrieron persecución
y cárcel e incluso la muerte, como ocurrió en el atentado de la ultra derecha, del
24 de enero de 1977 en Atocha 55.
Antonio tiene miles de
historias y anécdotas para contar. Yo solo me detendré en algunas de ellas.
En 1952 se dio de alta como
Abogado en el Colegio de Orihuela. Vivía en Torrevieja, con sus padres. Conoció
el mundo del trabajo por dentro: salineros, y pescadores. La vida era dura
tanto para unos como para otros. Los pescadores no tenían sueldo fijo. Iban a
la parte. Los salineros eran fijos discontinuos. Respecto de éstos últimos fue
el primer ERE que conocía, al eliminar la empresa centenares de puestos de
trabajo, al mecanizar la forma de cargamento de la sal en buques que llegaban
de todos los puntos del globo.
Esa toma de contacto con la
clase obrera fue una experiencia importante en la lucha por el socialismo y por
la solidaridad humana. Para Antonio esos trabajadores: “No eran sus
clientes, eran sus camaradas, y, por ello, sus amigos”.
Años después, en 1957, ya en
Madrid, uno de los primeros asuntos que llevo y del que se siente especialmente
orgulloso, fue la defensa de un condenado a 30 años de reclusión por haber
participado en escuchas colectivas de Radio España Independiente, en las
instalaciones de la Marina de Guerra en Cartagena. “Conseguí un indulto
particular apoyándome en una Ley de 1870. Le rebajaron seis años de prisión y
salió en libertad”.
A lo largo de más de 60 años
de abogado ha llevado innumerables casos colectivos e individuales, él nos
recuerda los casos, como el de Telefunken, el de los campesinos de Toledo, de
Pegaso, de Iberia, etc. La verdad que la vida de Antonio, con sus historias, da
para varios libros y lo mío es un humilde artículo de opinión en su 96
cumpleaños.
Desde su creación en 2004 es miembro del Patronato de la Fundación Abogados de Atocha. Siempre es un honor tener una persona de estas características que con su experiencia y su capacidad dan color y luz a las reuniones. La verdad que es un auténtico placer escuchar su voz y sus palabras. Yo, como otros miembros de la Fundación, no me conformo solo con sus palabras a los patronatos y nos hablamos por teléfono o nos citamos de vez en cuando con él para disfrutar de su presencia y sobre todo de sus palabras.
En 2014, cuando cumplió 88 años Antonio Montesinos, sus compañeros de la Fundación Abogados de Atocha le rindieron un merecido y entrañable homenaje. |
De 2014 a 2016 y con motivo de
la puesta en marcha de un programa de formación sindical de cursos y jornadas,
realizados por iniciativa de Javier Lopez Martin, secretario confederal
de Formación de CCOO, denominadas: “del Proceso 1001 a los Abogados de
Atocha”, en los que colaboraba la Fundación Abogados de Atocha, coincidí con
Antonio en varios de ellos y sin lugar a dudas él fue una de las estrellas de
esos cursos. Sus historias, claridad y don de palabra, pusieron en pie en
varias ocasiones, a los jóvenes integrantes de esos cursos y jornadas.
En uno que realizamos en
Oviedo (Asturias), preguntado de cómo surgieron los despachos laboralistas,
Antonio contesto con estas sencillas palabras: “Los obreros se habían
organizado, sobre todo en CCOO; los abogados teníamos que organizarnos”. Y
en aquellos años, -hablamos de los años 60 del siglo pasado-, aparte de
defender a los obreros en los juzgados, para él “fue un abrazo entre los
obreros y los intelectuales”. Al referirse al momento actual y la crisis,
dijo que “el capital siempre pretende obreros esclavos y para defendernos es
necesario unidad y solidaridad” y emplazó a los delegad@s sindicales
jóvenes a “luchar también por crear conciencia de clase entre las personas
de su entorno”.
Hace unos meses le pregunte por
su salud. Me dijo que bien, pero que se había dado un golpe en la rodilla al
subir por una escalera y que le obligaban a llevar bastón. Yo le comenté que
eso que te ha pasado es por no llevarlo y el me contesto: “No llevo el
bastón, porque ir con bastón es de viejos”. Así es el espíritu de Antonio.
En estos días de finales de
julio, que escribo este artículo, lo llame para felicitarle por su cumpleaños e
interesarme por su salud. Él se encuentra bien, aunque triste por el reciente fallecimiento
de su hermana Pilar. (DEP). En fin y como decía al comienzo, a pesar de sus 96
años, convencido estoy de que Antonio Montesinos Villegas, es mucho más joven
de lo que su DNI dice, como tiene una juventud acumulada, puede parecer algo
más mayor, pero Antonio sigue siendo joven y seguro que, por muchos años, así
que sin más ¡¡SALUD Y REPUBLICA CAMARADA ANTONIO¡!
Francisco Naranjo Llanos.
Director de la Fundación Abogados de Atocha y sindicalista de CCOO.
Gracias a ti, amigo y compañero Paco, y a otros como tu, que sabíais que os acechaban las torturas y las prisiones del franquismo, creasteis un sindicato como CCOO, que supo vencer en su lucha por la libertad.
ResponderEliminarQuerido Antonio, ya lo he dicho públicamente por las redes sociales. Yo sólo he sido un aprendiz, que he tenido la edad -y la suerte- de haber conocido a maestros, como tu, como Marcelino, como María Luisa, como Pepe Jiménez de Parga, (que incluso fue jefe de Isabel, mi compañera), etc ...y haber convivido con vosotros .
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ResponderEliminarEmoción y alegría por haber compartido desde la distancia inquietudes y luchas paralelas, gracias a tod@s los que dejaron los mejores años de su juventud por ver y conquistar un país más justo social y políticamente. Gracias Francisco Naranjo Llanos por compartir este articulo, y gracias por todo lo que tu también has aportado que no es poco, Un abrazo.
Hay personas que merecen este y otros muchos reconocimientos. Antonio Montesinos, Cipriano García (tu padre), Marcelino Camacho, etc, son algunos de ellos. Yo sólo soy un aprendiz, que he tenido la suerte de conocerlos y convivir con ellos. Un abrazo Paco y gracias por tu comentario.
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ResponderEliminarSi, he compartido con el maestro, no hace mucho, charlas formativas para los delegados de las CC.OO., los alumnos se quedaban embobados, un fuerte abrazo Antonio.
Gracias Paco Naranjo, por no olvidar los cursos formativos. Con Antonio Montesinos, lo pasamos bien, los delegados jovenes nos abrazaban, fué emocionante.
ResponderEliminarAbogado defensor de mi padre, Gabriel Ramos Aparicio ante el Tribunal de Orden Publico en 1972. Buen abogado y gran compañero, ¡¡¡ Muchisimas Felicidades!!! y........a por los 100. Un abrazo muy especial y cariñoso.
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