Resistiré, para seguir viviendo.
Soportaré los golpes y jamás me rendiré.
Y aunque los sueños se me rompan en pedazos,
Resistiré, resistiré...
(Estrofas de la canción Resistiré de Carlos Toro,
popularizada por el Dúo Dinámico)Como en cada casa en estos días de encierro, al que llaman “confinamiento”, uno tiene tanto tiempo, de fijarse en casi todo, a través de las redes sociales, las TV, las emisoras de radio, etc. etc. , se encuentra con información de todo tipo al minuto.
Como resultado del análisis de
esas informaciones, te encuentras con personas trabajadoras, que hoy por hoy está en alza y además con todo
merecimiento, como son los servicios sanitarios en su conjunto, médicos,
enfermeras, etc. Lo dicho, con todo merecimiento. Además a las 8 de la tarde de
todos los días, desde que estamos en Estado de Alarma, le dedicamos un
merecido aplauso.
Después, esta destacando en los
últimos días, solo llevamos 8 de confinamiento, los servicios públicos
esenciales, bomberos, metro, cercanías, limpieza viaria, desinfección, etc.
etc. Merecido también.
También los cuerpos de seguridad
y servicio a los ciudadanos. Bomberos, Policías, Guardia Civil y hasta el
Ejército -con pequeñas excepciones- se está comenzando a ver con buenos ojos.
También van ganando enteros en estas fechas, poco a poco, las cajeras y
reponedores de supermercados. Ya iba siendo hora.
Bien, todo bien, se lo merecen
todos ellos, pero para que nos demos cuenta de lo que es la sociedad, incluida
la progresista, os cuento: Al estar uno confinado
las 24 horas del día y de la noche (no me gusta la palabreja de confinado, pero
es la que hay), uno recibes llamadas telefónicas, pocas pero las hay y muchos
Wasats, personales y de grupo. Más de grupo que personales. Eso es lo malo de
estar en muchos grupos.
Pues bien, de algunas de las variadas
llamadas recibidas, describo la conversación de dos de ellas:
--Que tal, como vais.
--Bien, bien y tu…
--Yo bien, tele trabajando desde casa
--Han cerrado las oficinas ¿
--No, no del todo, pero han quedado muy pocos, alguno de mantenimiento,
la recepción, algún informático y poco más.
-- Vale, vale, un abrazo y que todo vaya bien.
Otra llamada:
--Que tal estáis
--Bien, bien y vosotros…
--Pues encerrado en casa desde que suprimieron las clases
--Y no va nadie al colegio (privado para más señas)…
--Si, si, la directora, una secretaria, alguno de mantenimiento y un
cocinero.
--Ahh, muy bien pues me alegro que sigáis bien.
Como habéis podido observar en
ninguna de las dos conversaciones que describo como ejemplo, se habla de la
limpieza de las oficinas o del colegio y no es que no limpien, es que las
limpiadoras son invisibles para el resto del personal. Digo limpiadoras porque
la inmensa mayoría que trabajan en estas labores son mujeres. Y su trabajo es
de los más necesarios, por no decir imprescindibles siempre, pero sobre todo en
los días que actualmente vivimos. Un trabajo que consiste especialmente,
hablando sencilla y llanamente, en limpiar las
mierdas que van dejando otras personas.
Igual o similar situación podría
decir del personal de Ayuda a Domicilio y Empleadas de Hogar, una forma genérica de denominar a las criadas de toda la vida, pero
parece ser queda más fino decir ayuda a domicilio y empleadas de hogar.
En fin, creo que ahora, que con
esta crisis pandémica del coronavirus que nos ha invadido, que parece que muchas personas se han vuelto
más solidarias, cuando a las 8 de la tarde de todos los días, salgamos a
nuestras ventanas a aplaudir a los del gran servicio sanitario que tenemos, nos
acordemos –aunque sea mínimamente- de esas invisibles mujeres y algunos hombres,
que limpian Hospitales, Oficinas, Locales, Colegios, Ministerios, Consejerías, Comunidades,
Ayuntamientos, etc, y también muchos
hogares de nuestro querido país llamado España.
Canción Resistiré
Gracias compañeras del servicio
de la limpieza, por estar ahí siempre. Que quede claro, mis aplausos de esta
tarde y la canción Resistiré, al igual que en días anteriores, va también por vosotras…
Francisco Naranjo Llanos
Me gusta mucho el texto, esta genial y los ejemplos de las conversaciones, donde no se mencionan a las limpiadoras, son un puntazo para la reflexión. Gracias por acordarnos de nosotras
ResponderEliminarJo, que bonito y conciso, merece un aplauso. Le diré a mi compañera que lo he calificado con un 10. Gracias Francisco por el detalle y por lo que nos toca.
ResponderEliminarEsta muy bien, haber si con esto se las tiene más en cuenta a las que nunca mencionan
ResponderEliminarYa se verá si la sociedad cambia algo cuando todo esto acabe
Una buenísima apreciación, real como la vida misma. Toda la vida luchando por la visibilidad y reconocimiento de estos colectivos, gracias Paco un abrazo enorme
ResponderEliminarJesús Fernández Béjar