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LEMA DE ESTA BLOG: ... hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida. (Miguel Hernández)

INGRESO EN RENFE DE MILITAR EN PRACTICAS DE FFCC

La mejor fórmula de acordarse de lo que se vive a lo largo de los años es contemplar una imagen. Enseguida te viene a la memoria lo que hay detrás de la foto y en su entorno.

En Cuatro Vientos (Madrid) 1965

Veo esta foto y recuerdo cuando fui a Madrid con 18 años a examinarme para el ingreso en RENFE, a través del Regimiento de Movilización y Prácticas de ffcc. Iba sobre todo con muchas ganas de conocer Madrid, pues era la primera vez que salía de mi querida tierra extremeña y pocas ganas  de aprobar el examen.

Pero cosas de la vida, conocí poco Madrid, pues solo estuve un par de días. Me aloje en casa de mi primo Paco, que vivía por la zona de Arguelles y lo que más recuerdo fue la Plaza de España y resulta que aprobé los exámenes para ingresar en RENFE de Factor. Hice las prácticas en Madrid, Córdoba, Granada y Mérida a lo largo de cuatro años.

Lo de Madrid no fueron practicas ferroviarias, fue mili, pura y dura. Las de peor recuerdo. Ingrese el 1 de abril de 1965 y estuvimos en Cuatro Vientos unos tres meses, que a mí me parecieron años. De este tiempo lo que más recuerdo fue lo de un Cabo 1º, que se subió con sus botas encima de mis pies, con deportivas, porque no tenía el ángulo correcto entre pies. El dolor y daño que me hizo nunca lo he podido olvidar. Entre misas y prácticas militares se pasaron los tres meses.

La segunda etapa, ya con prácticas y textos ferroviarios, fue en Córdoba, durante unos 8 o 9 meses. De ahí si salimos preparados para hacer de Factor en cualquier estación de ffcc. Mis recuerdos no son malos. Teníamos al Capitán Águilas, una persona a la que se le tenía un miedo tremendo. Solo saber que estaba a punto de llegar se echaba todo el mundo a temblar, sobre todo por los castigos, eran malos o peores, dependiendo del humor que viniese.

Pero reitero, no tengo mal recuerdo. Entre que me dedicaba a estudiar para sacar la mejor nota posible para poder pedir las mejores plazas que salieran al final del curso y la posibilidad de ir los fines de semana a Mérida se me paso el tiempo. Éramos 48 en el curso. Yo llegue con el numero 23 y finalice con el 7, con las notas acumuladas por meses,  así que me fui a hacer las practicas de Factor a Mérida, que es donde está hecha la foto que encabeza esta crónica.   

En el tiempo que estuve en Granada, en el cursillo de Factor de Circulación, tampoco tengo malos recuerdos, teniendo en cuenta el espíritu propositivo que he tenido siempre, pues hice un buen curso que hizo posible que hiciera las practicas también en Mérida y pudiese conseguir como residencia definitiva la primera de las plazas que pedí: Paseo Imperial, en Madrid.

En Granada en 1968

Aunque reconozco que de Granada tengo un recuerdo bastante doloroso. Por las noches los Prácticos de ffcc, como nos llamábamos, nunca íbamos a cenar a un cuartel cercano. Nos apañábamos con comer de bocadillos en la Cantina donde estábamos y así no tener que desplazarnos. Pero resulta que nos enteramos que a los pocos soldados que iban les daban muy mal de comer y decidimos una noche en solidaridad ir todos. Éramos 36 en el curso, más unos 10 o 12 que estaban haciendo la mili, nos presentamos de golpe unos 50 y como no esperaban tanto tuvieron que improvisar la cena. Tampoco fue tan difícil: Más caldo a las sopas y más huevos fritos. Termino la cena y nosotros tan contentos por el acto de apoyo y solidaridad que habíamos hecho.    

Pero al día siguiente se armo la marimorena. El Capitán Valdés, nos hizo reunirnos con urgencia para decirnos que habíamos cometido un delito de sedición del código militar y que iba a mandar a su casa a los cabecillas de aquella rebelión militar y que seriamos nosotros quien los eligiéramos. Nos hizo sacar papel y lápiz para que escribiéramos los nombres de los supuestos cabecillas. De los 36 que éramos, como dije antes, la mitad (18), escribieron nombres a voleo y los nombrados, unos cuatro o cinco, no los echaron, pero si quedaron marcados y los últimos de la promoción. Yo fui de los 18 que dejamos el papel en blanco, pero eso no ha sido óbice para que  ese suceso también me marcara para toda la vida. La foto donde hay una pequeña maquina de vapor detrás, es de esas fechas.

En fin, voy terminando. En los más de dos años que estuve haciendo servicio ferroviario en Mérida, solo tengo buenos recuerdos, con la excepción de algún desgraciado accidente ferroviario, que consto la vida a algún compañero. Eran los finales de los años 60 del siglo pasado y mi padre, que DEP, José María, también trabajaba en la estación de Guardagujas y de forma especial mis mayores recuerdos, son la cantidad de amigos que hice en esa época, Ángel Caballero, Ángel Pastor, son algunos de ellos. Después, en 1969, me licencie y me vine a Madrid y aunque nunca abandone Mérida, en Madrid sigo.

En Mérida en 1969 

Ahh, y  también, como recuerdo más cercano y más importante para mí, es que en aquella época conocí a una persona extraordinaria y singular. Tan singular que llevo viviendo con ella mas de 50 años y que es mi querida esposa y madre de mis hijos Paco y Mario. Gracias Isabel por aguantarme tantos años. La foto que acompaño es de aquella época.      





Francisco Naranjo Llanos


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