LEMA DE ESTE BLOG...

LEMA DE ESTA BLOG: ... hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida. (Miguel Hernández)

VACACIONES ROTAS

Agosto 2022: Puesta de sol en Conil (Cádiz)

Hace calor. Los niños llevan varios días en casa, cuando a esas horas deberían estar en el colegio. Toda la familia está nerviosa. Pronto nos iremos de vacaciones. Se nota en el ambiente. De vez en cuando algunos gritos denotan ese nerviosismo y también las ganas de irse.

Esta mañana me despiertan más temprano de lo habitual, casi de noche. Veo el coche cargado hasta los topes. Seguro que nos vamos de vacaciones. Me colocan en el asiento de atrás. Tengo ganas de hacer "pipí" pero me resisto, ya tendré tiempo. Los niños van a mi lado, pero no me dicen nada. Tampoco me han dicho dónde vamos, pero presiento que, a la playa, como el año pasado. Enfilamos la carretera general. Después de una hora de camino, el coche se para. Irán a llenar el depósito de gasolina, presumo.

Me hacen bajar. Aprovecharé para hacer mis necesidades fisiológicas. Me acerco a un árbol que está a unos metros de la carretera. Haré "pipí" rápidamente, antes de que me digan que tengo que volver a montarme. Vuelvo enseguida.

No veo el coche, ni ninguna gasolinera. Estará detrás de la curva de la carretera. Correré un poco. No veo a nadie, ni siquiera se ve ningún edificio cercano. Esperaré un rato en el arcén. Volverán enseguida. Estoy convencido.

Ha pasado una hora y no vienen. Iré andando despacio por el borde de la carretera hasta que los encuentre. No estarán lejos. Se abran despistado, pero volverán a por mí.

Continúo sin verlos. Qué calor. Los coches y camiones hacen un ruido infernal pasando a toda velocidad. No para ninguno. De pronto escucho un golpe seco. Estoy en la cuneta de la carretera. No puedo moverme. Los coches los escucho, pero muy a lo lejos. Estoy empapándome de un líquido. Será sudor por este calor tan sofocante.

Éstos no acaban de venir. Se ha hecho de noche. No oigo ningún ruido. No importa, sé que volverán pues siempre me han querido, sobre todo cuando era pequeño y les hacía tanta gracia. Todo eran mimos.

No han vuelto, pero sé que no me han olvidado, estoy convencido. El líquido era sangre. Seguro que ellos no me han abandonado como a otros colegas míos. Siempre he confiado en ellos. Volverán, seguro, pero a lo mejor no me encuentran al estar en la cuneta, lejos de la carretera.

Si no vuelven es porque se habrán despistado, alguna vez me han regañado, pero ellos me quieren, estoy seguro. Siempre me han dicho que los perros somos amigos de los hombres y sobre todo defensores de los niños.

Me quedo profundamente dormido, quizás me muera, pero lo hago feliz, pues sé que ellos me quieren ya que soy uno más de la familia. No tengo ninguna duda de que no me han abandonado. Muy pronto volverán a por mí. Estoy seguro…

En memoria de este y otros miles de perros abandonados anualmente en España:

Era callejero por derecho propio 
su filosofía de la libertad 
fue ganar la suya sin atar a otros 
y sobre los otros no pasar jamás.

           "Callejero" de Alberto Cortez


Francisco Naranjo Llanos, director de la Fundacion Abogados de Atocha y sindicalista de CCOO. 

 

P.D.- Este articulo lo escribí hace varios años y lo he ido publicando por estas fechas veraniegas en diversos medios, para ver si despertaba algunas conciencias. Creo que, con poca fortuna, pues cada hora se abandonan en España 15 perros sin identificar, 120.000 durante el año 2021, según datos de la Real Sociedad Canina de España (RSCE). Como el 1 de agosto de 2022, se ha aprobado la primera Ley de Derechos de los animales que es, aparte de pionera, fundamental para luchar contra la violencia contra ellos y perseguir a quién los maltratan, esta entrada, viene que ni pintada. 



RONTEKY y LOS CARRILES DE LA VIDA


...Soy un marinero sin mar,
un extremeño en Madrid,
un árbol de Berzocana,
la flor de jara de tu jardín
(SOY, canción de Luis Pastor)
y diría yo...Soy lo que han querido que sea,
las vías y los carriles de la vida, de...mi vida".

Eran los años 40 del siglo pasado, los llamados del hambre, los peores del franquismo. Los fascistas no solo nos habían quitado la libertad para opinar, sino que incluso prácticamente no se tenía para comer. Se inventaron la “cartilla de racionamiento”, con unos cupones para comprar aceite, bacalao y otros productos racionados para más que comer poder subsistir…

Cuando  todo esto estaba ocurriendo en toda España, en Esparragalejo,  un pequeño pueblo blanco de Extremadura, muy cerca de Mérida, nací yo, en 1946, en la época que todos los niños venían de París en el pico de una cigüeña. Pero no sé si por la situación de hambre, de trabajo o por la situación  económica, yo no vine del pico de una cigüeña, quizás fuera caro. A mi me encontraron debajo de una traviesa de madera, de esas que se colocan  debajo de los carriles del ferrocarril, para ajustar las vías al terreno por donde discurren después los trenes.

Pueblo de Esparragalejo (Badajoz)
 
Supongo que algo tendría que ver que mi padre fuese ferroviario, concretamente con la categoría, -Jo, que importante, ha sido siempre la  “categoría”- de Obrero de Vías y Obras, en la compañía de ferrocarriles RENFE, en Extremadura, en una estación pequeñita, un apeadero en lenguaje ferroviario, de la línea de Mérida a Cáceres, llamada Proserpina.

Menos mal que cuando tuve edad de comprender las cosas de la vida -más o menos 7 años- me enteré que lo que me habían dicho mis padres sobre mi nacimiento era mentira. Pues yo, como era normal, natural y logico en aquellas fechas, al igual que todos los niños que nacían por aquel tiempo, había venido de Paris del pico de una cigüeña.

Esta es la primera anécdota, o chascarrillo, que recuerdo para dar comienzo a una serie, que no sé ni cuándo ni cómo las terminare, pero lo que si aseguro, que todas ellas van a ser reales como la vida misma. Demasiadas mentiras hay en el mundo como para contar en  los carriles de las vias por donde transcurre  la vida… de mi vida, también mentiras.


Dibujo de la estación de ffcc de Proserpina y de la casa donde vivi pintado por el que esto escribe
 en los años 50 del siglo pasado 

Por tener muchas de estas historias relación con el ferrocarril y con las peripecias de la vida, especialmente de mi vida, las voy a titular “Los carriles de la vida”, además de  por circunstancias también de la vida social y laboral, siempre he vivido cerca de las estaciones del ferrocarril y de los carriles de las vías del tren y eso también cuenta.

Preguntan tambien porque firmo como ronteky este blog. La respuesta es sencilla, yo diría que casi natural e infantil. Esta es la historia: Ron era un perro bóxer precioso. Nos lo regalaron con apenas un mes y yo creo que vivió a gusto y feliz más de un año. Un día, sin saber como y porque, apareció muerto en el patio de la casa. Siempre nos quedará la sospecha que interviniese la mano del ser humano, pero no teníamos pruebas. Teky, diminutivo de tekila, era un pastor alemán, igualmente regalado con pocos días y este si vivió mucho más, murió de viejo, con más de 15 años.


Como las personas, los perros son todos diferentes. En el caso de estos dos, Ron era como su madre; los ojos grandes, casi saliéndose de sus órbitas y una boca en la que cabía una mano de adulto sin que te rozaran sus grandes dientes. Pero como la mayoría de los perros de esta raza, de tan bueno era tonto. Si su nivel mental no era gran cosa, lo compensaba con el cariño que irradiaba. El caso de Teky era diferente, tan diferente que solo le faltaba hablar. Como la mayoría de los pastores alemanes mestizos era listísimo. Sin haber tenido nunca entrenamiento canino, entendía todo lo que se le decía, defendiendo su territorio, como vulgarmente se dice, con uñas y dientes.


La muerte de estos dos perros, como seguro que comprenderéis mejor los que tenéis o habéis tenido algún animal de compañía, fue un drama en casa. Especialmente afectados resultaron los niños.

Años después, cuando comencé a escribir en un periódico de un pueblo de la sierra de Madrid con este seudónimo, lo hice por dos motivos: Uno como recuerdo y reconocimiento a estos dos perros Ron y Tekila,  y el otro, porque escribir sin que los lectores sepan quien lo hace, al menos al que escribe le da más libertad para decir lo que le plazca, sin cortapisas y sin que al dia siguiente te comenten que bien o que mál lo has hecho.

Ahora, en esta nueva aventura, como es un blog, voy a intentar hacerlo igual. La diferencia es como podéis comentar lo que escribo podemos intercambiar opiniones que cuando lo hacia en el comentado periódico no lo podíamos hacer.

En definitiva esta es la historia de Ronteky y de los Carriles de la Vida, que a partir de este mes de Agosto de 2009, esta abierto al mundo y sobre todo a las opiniones de los que me leáis.


SOY, canción de Luis Pastor

Ronteky